The Zone.

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The Zone.

El anuncio de luces neón alumbraba una parte del callejón en el que se encontraba el club. No estaba del todo seguro de entrar, aquel club tenía fama de ser algo no grato para la sociedad. Al menos eso decían las mujeres de la alta alcurnia, pero que en realidad eran las esposas enfurecidas de la mayoría de los hombres que acudían a The Zone por las noches; todo esto a palabras de mis amigas.

Amigas las cuales me insistían en entrar al club. No quería estropearles la noche, porque ellas más que nadie se merecían pasarla bien un viernes en la noches después de una semana entera de trabajo, pero a mí no me apetecía en nada entrar. Estaba sufriendo demasiada presión en el trabajo y eso no me tenía de buen ánimo.

—Por favor, Tae —pidió Seul Jin, colocando sus manos juntas, como si estuviera rezando y pestañeando repetidas veces.

—No puedes darnos plantón ahora, Kim —advirtió Seo Min, señalándome con su índice.

Torcí el gesto antes de sonreír por la actitud que estaban tomando dos de las tres locas con las que iba. Hee Sook, por su parte aún no decía nada, pero estaba seguro de que en cuanto dijera algo sería demasiado ordinario.

—Es mejor que solo se queden ustedes, se lo merecen —hablé, moviendo las manos, era un gesto que me aportaba un poco de seguridad en mí mismo—. Se pasan ocho o más horas metidas en su trabajo y necesitan distraerse, pero yo no puedo darme ese lujo. Ahora mismo debería estar empezando mi reporte para el lunes que entra el nuevo jefe de departamento.

Las tres rodaron los ojos al mismo tiempo y yo no pude evitar sonreír. Si no las conociera de tanto tiempo diría que eran trillizas, pero no, las tres venían de lugares muy distintos y tenían edades diferentes.

—Tú también tienes derecho a pasarlo bien al menos una noche, Kim —empezó Hee Sook—. Dime, ¿hace cuánto no tienes sexo? ¿Dos años? Se te va a volver a cerrar.

Las tres chicas rieron, llamando la atención de algunos que también hacían fila para entrar al club. Yo negué con la cabeza, mordiéndome el labio inferior para contener una risa divertida. La muy tonta sabía perfectamente que no se equivocaba y cada que podía me picaba la cresta con eso.

—Al menos yo sí puedo presumir que aprieto —las tres se callaron, mirándome seriamente.

Segundos después, los cuatro nos soltamos a reír a nuestras amplias. La fila avanzó un poco y se detuvo de nuevo antes de que me decidiera. Necesitaba trabajar en mi reporte para dar una buena impresión al que sería mi nuevo jefe, no podía quedar mal luego de los buenos comentarios que había creado mi anterior jefe.

—Ya no le des tantas vueltas —señaló Hee Sook, peinando bien mi flequillo—. Todos estamos aquí para pasar un buen rato, olvidarnos del trabajo por una noche e intentar encontrar un ligue que nos dé el polvo de nuestras vidas. Bríndate por lo menos ese derecho por hoy, ¿sí?

Sonreí, rendido ante sus palabras. No sabía qué tanta era mi probabilidad de encontrar una pareja para mí en aquel club, pero si Hee Sook estaba tan segura de que encontraría a alguien era por algo. Ella ya había visitado The Zone algunas veces, pero al menos para Seul Jin, Seo Min y para mí era algo nuevo. Las dos chicas estaban emocionadas porque habían visitado la página web del club y les había encantado, pero yo, aparte de no estar de buen humor, no tenía muy buena suerte con eso de los ligues.

—Sookie tiene razón —intervino Seo Min—. Por esta noche olvida el trabajo, el estrés, los malditos que tuviste por novios y que no supieron tratarte como te mereces y pásalo bien.

One Shot's  ⚡ Vhope/HopeV ⚡Where stories live. Discover now