Hank es un monstruo peludo, negro, con afilados colmillos, de dos metros de alto y cuernos enroscados como los de un carnero.
A pesar de su apariencia Hank es muy lindo.
Hank solía vivir en mi armario, le tenía mucho miedo, pero mi mamá me dijo "¿por qué no te vuelves su amiga?", así comenzó nuestra amistad.
Hace dos años un niño me molestaba y robó mis crayones, Hank se lo comió.
Él y yo somos los mejores amigos. Aunque a veces llegamos a pelear. Cómo la vez que se comió a mi gato o cuando intentó comerse a papá, también me molesto cuando se come mis cosas.
Pero a mi peludo amigo también le molestan cosas de mí. Como cuando no lo dejo venir a la escuela o cuando lo riño por devorar a los vecinos, ¡pero es que la señora Tod me agradaba!, solía regalarme dulces y dejarme acariciar a su pequeño perro; el cual Hank también se comió. Después de que se la comió estuve enojada dos días con él, es que, ¿no pudo comerse al señor Mario?, ese señor que siempre les grita a los chicos de la cuadra que salgan de su patio y poncha los balones.
Así que por ahora es todo, diario, estoy agotada. Siempre duermo después de Hank para que no me coma mientras sueño, pero no creo que pase nada, después de todo Hank es un monstruo muy lindo.
