Cap 30

11K 912 129
                                    

Una semana después…

.*Victoria*.

—Viki, no llores. Te vas arruinar el maquillaje —La voz de mi prima provoca que sea consciente de la humedad que recorre mi rostro.

—No me había dado cuenta que estaba llorando, lo siento –— le digo y ella me dedicó una mirada consoladora.

—Es por él ¿verdad? —asiento con la cabeza.

—No puedo creer que haya jugado con mis sentimientos de esa manera —Lore me paso un pañuelo para que limpiara mis lágrimas.

—Por más que le doy vueltas al asunto no termino de entender la necesidad de mentirnos a todos —dijo con la incredulidad plasmada en la cara.

—La respuesta es muy obvia, Lorenza —Digo con amargura. —Él no quería ser repudiado por su especie por tener a una mujer loba como alma gemela.

—No creo que…

—No lo defiendas —la interrumpo. —Él mismo dejo muy claro lo importante que era su coronación.  —Estrujo el pañuelo en mis manos. —Él es avaricioso, deshonesto y añora tener poder, más que nada. Y al ser el emperador será el vampiro más poderoso.

—Si ese fuese su objetivo, te hubiese reclamado hace mucho ¿no crees? —la miro sin entender a qué se refiere. —Después de todo tú eres la futura Alfa Superlativa, es decir, como la reina de los hombres lobos y al ser tu marido se convertiría tanto en rey de los vampiros como de los lobos.

'Lore tiene razón'. —Dice mi loba.

<<¡No vegas también a querer justificar al maldito!>>.

—Lore,  —retome la conversación con mi prima.  —Para él sería una vergüenza tener a alguien como yo a su lado, recuerda lo que dijo Amanda: "la comunidad vampirica espera una emperatriz hermosa, sensual, carismática, bondadosa, con personalidad, liderazgo y que tenga colmillos".

—Tú eres todo eso y más.

—Pero mis colmillo no son de vampira, son de mujer lobo.

—No le veo la diferencia. —La ira y el mal humor comienzan a ganar terreno en mi sistema.

—Lore, si no quieres ayudarme no hay problema, solo te pido que no le digas nada a Vladimir que yo sé que es mi mate.

—Viki, deberías enfrentarlo de…

—No —la vuelvo a interrumpir. —Quiero saber cuánto más piensa ocultarme la verdad.

—Eso quiere decir que el plan sigue en pie. —Lo dice más como una afirmación que como una pregunta.

—Por supuesto. —Ella suelta una gran bocanada de aire.

—No estoy de acuerdo con ese loco plan, pero te voy a ayudar.

—Gracias, Lore.

—No tienes nada que agradecer —ella toma el cepillo de la peinadora. —Ahora terminemos de alistarte, el baile comienza dentro de unas horas y él no debe tardar en llegar.

—Prometo no volver a dañar el maquillaje.

—Eso espero o te haré papilla —me amenaza con el cepillo y yo me río. —Oye, ¿Tobías asistirá al baile?.

—Sí, le pedí a mi padre que lo dejara venir.

—¡Qué bien! —dice emocionada. —Así podrá conocer a Eliot.

My Dueño Y Señor (Libro 2 de la saga: Secretos De Luna) EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora