Pelee con todas mis fuerzas, (nunca imagine el gran manejo de la espada que tenía Ben), pero al final, solo un golpe basto… para terminar el duelo (nota: teníamos armaduras*). Me descuide y cuando Ben quiso hacer el ataque final mi espada choco contra su armadura…Gané…
-¡Nunca creí que me fueras a ganar!- exclamo Ben, desviándome de mis pensamientos de “victoria”
-¿te gané?
-¿?, sí. Jeff-sama, de verdad que entrena bien, nunca creí que lo que dijera fuera de verdad
Lo miré con un poco de duda; ¿Jeff había hablado de mí?
-¿Qué tengo?- se percato de que lo miraba fijamente...
-Nada, pero ¿a qué te refieres con “nunca creí que lo que dijera fuera de verdad”?
-fui a visitar a Jeff… no paraba de hablar de ti y entró al tema de la espada y… no sé, me pareció interesante
-Jeff… ¿habla de mí?
-¿eh?, ¿no son novios?
-¿¡QUE!? ¡NO!- me sonroje un poco y cubrí mi cara con el chaleco
-¿no hay nada, de nada?
-¡no!
-¿y no sientes nada por el?- dijo algo despreocupado, ¡porque estoy hablando de esto con un niño de 13 años!, me ruborice todavía más
-yo…
-¡ajá!, te dije… te gusta Jeff, ¿no?
-¡porque estoy hablando contigo de esto!
-he jugado suficientes juegos para ver lo que pasa, con solo ver sus miraditas- se acercó a mí y me miro de una forma incomoda. Ya no me podía ruborizar más…
-…-guarde silencio
-entonces tengo razón- volvió a verse despreocupado
-¡no!
-niégalo, cuantas veces quieras…- me miro de una forma peculiar
-¡cállate!- me fui, un poco pensativa. Pero todavía ruborizada… camine por el bosque hasta darme cuenta de que lo había hecho en circulos … Volví a la creepy house
-¡_____ (TN)!
-¿Slender?
-Jeff…- tragó saliva, estaba cansado (se notaba que me había estado buscando)- puedes ir a verlo…él dijo…él dijo que… no va a comer nada si tú no le sirves la comida…
-v…voy- me volteé antes de que levantara la cabeza, estaba demasiado sonrojada para poder dejar que Slender la vea
Salí de esa incómoda situación, y fui a la habitación donde estaba Jeff…entré
-ho…hola Jeff
Me miro
-hola, ¿Te sientes bien?
Entré en la habitación y me senté al lado de el
-¿Por qué preguntas?
-tu cara está roja, ¿tienes fiebre?
Me sonroje todavía más, el hecho de ver a Jeff me había hecho olvidar que estaba sonrojada
-yo…yo- lleve mi brazo a la cara- no te preocupes
Se rió, y por un momento se me vino a la mente aquella vez en la que me dijo muy fríamente “no te acerques a mí”…
-oye… ¡tengo hambre!