2. Amans

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El paisaje resultaba ser una distracción bastante buena, considerando las tediosas horas de viaje que implicaba llegar a la ciudad, los objetos, árboles en su mayoría, se deformaban debido a la rapidez con que viajaba la máquina, el olor a humo era característico a estas alturas y a pesar de que estaban en primera clase, aquel era un defecto al que aún los ingenieros de la época no le habían encontrado solución.

Ya había leído un libro, diferenciado la variedad de fauna silvestre que había observado a lo largo del viaje y pensado un millón de formas en las que podría aumentar la velocidad para llegar de una maldita vez a su destino, pero seguía allí, aburrido, sentado frente su primo que no podía estar un segundo sin tocar a su amante.

- ¿Podrían dejar de hacer eso un segundo?

El cual era un humano... aún.

Un humano que gracias a su unión con Sungmin había desarrollado ciertas habilidades especiales que él odiaba.

- No, no podemos- Sungmin abandonó su juego en el cuello de Kyuhyun solamente para sonreírle sarcásticamente a Ryeowook- y allí tienes tu segundo.

- Prometieron que se comportarían cuando yo estuviera- se cruzó de brazos arqueando sus cejas y dejando que su mirada vagara por la evidencia en el cuerpo de ambos- no se están comportando.

- Lo intentamos- Kyuhyun recorrió con su mano la pierna de su pareja hasta posarla sobre la entrepierna- ahora si nos das unos minutos, me dejas arreglar esto y nos das una nueva oportunidad de comportarnos, sería perfecto – y no ignoró el apretón que le dio a Sungmin con sus últimas palabras – además, sé que terminarás marchándote.

- Tienen quince minutos y no te metas en mi cabeza- tomó uno de los tantos libros que había escogido para llevar al viaje y dándole una mirada desdeñosa a ambos dejó la suite que compartían.

- Qué sean treinta y tenemos un trato.

- Quince Kyuhyun y no me hagas repetirlo- puntualizó cerrando de golpe la puerta, haciendo notar su enojo a quien ya estaba montado sobre el regazo de su pareja, quien le había pedido más tiempo para complacer a su compañero de vida.

.--.-.-.--.-.-.-.-.-.

No sabía de qué forma, pero Sungmin lo había convencido de pasar unas pequeñas vacaciones en la finca que poseía su supuesta familia desde hace generaciones, de la cual, en verdad, eran dueños ellos mismos desde hace algunos cientos de años.

También lo convenció de realizar el viaje en tren con ellos, puesto que Kyuhyun no había desarrollado al máximo sus habilidades, por lo que terminó compartiendo la suite con la pareja más fogosa que había conocido en su eternidad.

"Tú también eras así"

Le reprochó su mente cuando pasó al vagón de segunda clase, el cambio de pasajeros era un poco más notable, las cabinas tenían un tamaño reducido comparado a las suite de primera clase, los colores pasaban de ser menos sobrios y el ruido era algo más normal "no tienen aislantes" suspiró.

Su objetivo era llegar al final del tren en donde, según había visto en la estación, contaba con una pequeña terraza, perfecta para tomar aire y aunque no lo necesitaba, allí encontraría la tranquilidad que en su suite no tendría.

Aunque no sabía si eso era lo que quería, cada vez que estaba calmo, sin ninguna cosa atormentándolo, sus pensamientos se inundaban de él, porque aunque hubiesen pasado siglos desde que se había ido, seguía amándolo y esperando a que el destino fuera tan benevolente como para volver a reunirlos y hacer que no se separan jamás.

Aunque lo negaría a quién se lo preguntase.

También sabía que pensar en utopías era una pérdida de tiempo, ¿Qué oportunidad tenía de encontrar su Amans dos veces en una vida? Claro, Sungmin lo había hecho, pero no significaba que él también debía hacerlo, ni mucho menos que su pareja aceptara lo que él era.

- ¿Estás perdido?- una voz aguda con un tono inocente y un olor un tanto familiar llamó su atención desde abajo.

Inclinando levemente su cabeza pudo ver a una pequeña con un hermoso vestido y una sonrisa en su rostro.

- ¿No lo estás?- insistió con una mueca en el rostro.

"Ese aroma"

- ¿Lo estás tú?- la pequeña se sonrojó y asintió con la cabeza baja- bueno hay un solo camino, ¿recuerdas el número de tu cabina?

- Estaba con mi padre en el bar- el pequeño espacio entre la segunda y tercera clase que servía como cantina para los que no podían soportar el viaje, como él o bien querían escapar del pequeño espacio que tenía que compartir con las demás personas en las clases inferiores- pero ya no sé cómo volver.

- Vamos- cogió su pequeña mano- yo te ayudaré.

Según recordaba solo tenía que seguir el camino que había hecho con anterioridad y la próxima puerta de conexión de vagones daría al pequeño bar del cual la niña hablaba, aunque su mente aún se esforzaba en recordar ese aroma que envolvía a la menor, sabía que lo había olido antes, pero, ¿Dónde?

Y cuando abrió la puerta de conexión con el otro vagón lo supo de inmediato, allí en la primera silla de la barra estaba sentado él, con un vaso lleno de un ámbar dorado sonriendo, compartiendo con quién al parecer era su acompañante.

- No puede ser...

"- ¡Vamos, Sungmin nos puede sacar de acá en unos minutos!- tiró de su manga con una fuerza normal arrastrándolo con él por el pasillo directo al lugar en donde estaba el pasadizo que daba una salida trasera del castillo - ¡rápido! Pueden llegar en cualquier momento.

- Espera Ryeowook- Jongwoon se opuso a su fuerza, provocando que se detuviera y se girara para ver el rostro del más alto- no puedo irme.

- ¿¡Qué estás diciendo!? Están atacando el castillo, debemos salir lo antes posible- comenzó a tirar de él nuevamente, años buscándolo, años deseando tener la suerte de poder mirar sus ojos, se rehusaba a perderlo.

- Prometiste no hacer nada que yo no deseara- suspiró alcanzando el hombro de Ryeowook- detente.

- ¡No!- se giró por completo rodeando el cuello de Jongwoon con sus brazos- ¡no te voy a dejar ir!, ¡no te voy a perder!

- Es mi deber- alejó el rostro de Ryeowook- sabes que no puedo huir cuando mis hombres están dando la vida por proteger este lugar.

- Pero...- sus labios fueron acallados por los del otro.

- Prometo que volveré a ti algún día"


Su perfume inundaba el reducido lugar, era consciente de que la mano de la pequeña seguía tomada a la suya y era la única razón por la cual no había apretado sus puños.

"No puede ser él" no sabía si su mente estaba jugando con sus memorias en ese momento, ignoraba si era real o era un espejismo lo que estaba viendo "no, después de tantos siglos"

- ¡Papá!- la mano de la niña lo abandonó y corriendo se acercó a su progenitor una vez que lo hubo reconocido, mientras él, seguía petrificado en la entrada del vagón viendo la reencarnación de su amans.

Quién se giró para verlo también y para su sorpresa, la mueca en su rostro era más o menos parecida a la que creía tener en su cara en aquel momento.

- ¿Ryeowook?

"Su piel ardía, siempre que estaba con él, ardía y tenía el deseo incontrolable de que sus manos recorrieran su cuerpo para calmar el ardor y el hormigueo.

Y estaba allí con Ryeowook, segundos antes, discutiendo afanosamente y ahora conociendo su cuerpo ansiosamente.

La túnica del más bajo se rasgó en el proceso de dejarlo totalmente desnudo hacia sus manos, su armadura experimentó el mismo final, para su sorpresa, Ryeowook tenía una fuerza impresionante y su armadura había sufrido las consecuencias.

- Lo siento- el chico apasionado que segundos antes había hecho demostración de su fuerza sobrenatural ahora parecía avergonzado de ello.

Sonrió enternecido antes de sentarse con él en su regazo – ¿sabes cuántas de esas tengo? No te preocupes- tomó el rostro de Ryeowook entre sus manos, besando sus labios con el propósito de relajarlo nuevamente- además lo que vamos a hacer justifica que hagas pedazos todas mis ropas si lo deseas.

- Lo deseo- sonrió sobre sus labios- te deseo

- Aquí me tienes Ryeowook, soy tuyo"


No, era absolutamente imposible, retrocedió algunos pasos chocando con la puerta corrediza que conectaba los vagones, negando con la cabeza y con un mar de confusiones en su mente.

- Ryeowook, espera- se levantó de su lugar en la barra extendiendo una mano hacia el menor.

- No...- susurró antes de pasar rápidamente al otro vagón cerrando la puerta para impedirle el paso a Jongwoon.

Escuchó la llamada del otro lado de la puerta, sintió los puños golpear el metal y seguía oliendo la fragancia que lo había vuelto loco en primer lugar.

"La boca de Ryeowook recorría su cuello, mordisqueaba, lamía y luego besaba el mismo lugar bajo su mentón, sus manos se mantenían enredadas en su cabello, mientras él exploraba con sus dedos su entrada.

Sus cuerpos juntos, uno en el regazo del otro, sus miembros rozándose continuamente, intensificando el placer con cada mínimo, completamente unidos, solo uno.

- Amo tu aroma, tu fragancia es única de entre todos los mortales.

Insertó su dedo más profundo, arrancándole un gemido a Ryeowook, mientras la otra mano se encargó de elevar su mentón y sus labios se encargaron de mantener ocupada su lengua.

- Tendrás mucho tiempo para disfrutarlo- y sin pensar que su promesa se rompería solo unas horas más tarde, siguió conociendo el cuerpo de Ryeowook, aprendiendo de sus puntos sensibles, jugando con su resistencia, llevándolo al borde y finalmente reclamándolo"

- ¡Abre la puerta Ryeowook!- volvía a estar en segunda clase y agradecía que la mayoría de las cabinas estuvieran con sus puertas cerradas en ese momento.

"Es la misma voz"

Y sus pensamientos volvían a negar lo inevitable, era él y de alguna forma había sobrevivido todos esos siglos, no había ninguna otra posibilidad, estaba seguro que en los cientos de años que procedieron a su abandono, no había conocido ningún otro que se pareciera de esa forma a él.

"¿Cómo?"

Un millón de preguntas asaltaban su mente, mas ninguna respuesta venía con ellas, Jongwoon estaba vivo o al menos eso parecía y si era así ¿Cómo? ¿Por qué no lo había buscado antes? ¿Por qué estaba allí golpeando su puerta, insistiendo para verlo?

- Señor, ¿hay algún problema?- abrió los ojos encontrándose con el vigilante del vagón.

- Yo... eh... disculpe- se alejó de la puerta caminando rápidamente al siguiente vagón, intentando volver a su cabina, no le importaba encontrar a Sungmin y Kyuhyun en pleno acto sexual, evitaría a toda costa reencontrarse con él.

Aún era débil.

"- ¿Estás seguro que es él?

- Estoy seguro Sungmin- comentaba entusiasmado Ryeowook apenas entró a su habitación- puedo sentirlo, no se cómo, pero puedo asegurar que es él, algo en su fragancia, su actitud, su mirada...

- Bien, eso es genial- se acercó dándole un abrazo- cómo planeas acercarte a él, es el capitán del ejército del Rey, no creas que será fácil, debe tener una mente cerrada y es probable que ya esté prometido a una doncella.

- Tienes razón- se alejó pensativo hacia una de las ventanas de la habitación especial destinadas para los invitados del Rey- aún nos quedan semanas acá antes de que tengamos que volver, pensaba en pedir que sea mi maestro con el manejo de la espada.

- ¿Por qué razón piensas qué el capitán del ejército te instruiría y no uno de sus lacayos?

- Eso, mi querido primo, lo descubrirás pronto- con una sonrisa se alejó del mayor y salió de la habitación con un plan urdido en su mente"


- Deja de huir- la mano firme y fuerte de Jongwoon se cerró en su brazo justo cuando daba un paso en el vagón de primera clase.

- No fui el primero en hacerlo- reprochó intentando zafarse del agarre del más alto, un intento en vano, Jongwoon no tenía la misma fuerza que antes- suéltame.

- Prometí una vez que nunca te dejaría ir.


"En medio del bosque, con las luces danzando entre las hojas de los árboles y los gemidos de ambos, mezclándose con los sonidos que la naturaleza les proveía, fusionaban sus cuerpos, experimentando el máximo acto de entrega física que una persona podía realizar por otra.

Las uñas de Ryeowook clavándose en la piel de sus hombros, sus labios dejando marcas, que rápidamente desaparecerían en los hombros ajenos y sus manos recorriendo la espalda del ser que había aprendido a amar, mientras le enseñaba a combatir con la espada.

Impulsaba sus caderas para ir al encuentro de las de quién creía menor, hace solo algunos minutos, podía sentir estar próximo a llegar a su orgasmo y afianzando su agarre en las caderas de Ryeowook, ocupó su otra mano para envolver el miembro del más bajo y comenzar un masaje, intentando seguir el ritmo de las estocadas que imponía quién se movía en su regazo.

Sin tener control sobre sus deseos, los incisivos rompieron la piel de sus encías, alargándose, llegando a rozar la piel del cuello de Jongwoon y sabía cuánto, su cuerpo deseaba saborear el elixir del más alto, pero también sabía que no era correcto sin el consentimiento de su acompañante.

- Hazlo- entre susurros en su oído, escuchó su deseo- muérdeme.

- No puedo- arqueó su espalda cuando un dedo del mayor circundó la cabeza de su pene- no sabes las consecuencias.

- Dímelas- no le importaba, lo único que podía pensar en aquel momento era en los colmillos de Ryeowook clavados en la piel de su cuello y el placer que eso conllevaba.

- Nunca podríamos separarnos.

- Prometo nunca dejarte ir, eres libre de unirnos de por vida"


- ¿Hay alguna forma de separar dos amans?

Sungmin alejó su rostro del cuello de Kyuhyun, su rostro lleno de dudas, su mente plagada de incertidumbre.

"¿Me quieres dejar?"

- No, no, no- Kyuhyun negó con la cabeza efervescentemente al leer los pensamientos de Sungmin- lo pregunto por Ryeowook, según lo que me dijiste se alcanzó a enlazar, entonces cómo es que sigue vivo, se supone que...

- Cuando comenzamos a beber de nuestro amans, debemos beber de él de por vida, lo sé- suspiró acomodándose a horcajadas en el regazo del menor – ellos intercambiaron sangre solo una vez.

- ¡¿y luego se separaron, solo una vez?!

- En esa época era mucho más difícil tener este tipo de relaciones Kyuhyun, además, las cosas sucedieron muy rápido y nos vimos obligados a engañar a Ryeowook.

- Entonces si es posible separarlos.

- Solo cuando la relación está en su inicio, si se hace después, ambos morirían- sus manos se dirigieron a los botones de la camisa del menor- aunque la separación fue al inicio, una parte de la unión muere.

Y eso quiere decir...- en ese punto estaba seguro que lo comprendería si llevaran la conversación a unos metros de distancia, pero con Sungmin sobre su erección y meciéndose continuamente era imposible pensar algo coherente.

- La unión es de cuerpo, mente y alma- llegó a sus labios tirando de ellos- ya te puedes imaginar que parte de Ryeowook murió.

"Vio el filo de la hoja pasar a centímetros de su rostro, dio un paso atrás y se alejó a tiempo para evitar una fea marca en ese lugar, rápidamente alzó su espada que chocó en unos segundos con la de su adversario.

- Te dije que mejorarías- sonrió a través del filo de las espada a los ojos juguetones que lo seguían a diario.

- Claro, tengo el mejor maestro- un poco de su fuerza sobrenatural y pudo alejarse de Jongwoon sin causar ningún daño a ambos- ¿un descanso?- ofreció burlándose del orgullo del capitán del ejército del Rey.

- En tus sueños- atacó con una estocada y lo mejor, es que pudo prever la respuesta de Ryeowook bloqueando su ataque y mandando a volar sus espadas.

Lo tomó de la muñeca y tiró de él, con un pie tras los de Ryeowook los llevó a ambos al piso.
- Sigues siendo un novato- descendió presionando su cuerpo en contra el del menor – te faltan años para alcanzarme.

Y sus pensamientos coherentes se fueron cuando vio el sonrojo en las mejillas de Ryeowook, cuando vio el par de orbes oscuras observándolo atentamente y cuando sintió la agitación en el cuerpo que estaba debajo de él.

- Ryeowook...

No se contuvo, temerosamente, sin desconectar sus miradas, rodeó el cuello de Jongwoon con sus brazos, lo atrajo tirando de su cabello y sin darse el tiempo de arrepentirse, juntó por primera vez sus labios"


- Rompiste esa promesa el mismo día que elegiste quedarte- tiró más fuerte logrando soltarse de Jongwoon.

- No entiendes que era mi deber hacerlo.

- No, no lo entiendo y tampoco quiero hacerlo- reanudó su paso reconociendo su suite y rogando para que quince minutos fueran suficientes para su primo y su pareja.

- Espera, debemos hablar- escuchó los pasos aproximarse por su espalda, se giró a tiempo para ver la mano de Jongwoon intentando alcanzar su hombro.

- No me toques, no tengo nada que hablar contigo- estaba frente a él, era el mismo hombre, las mismas facciones, el mismo rostro, la misma voz, la misma fragancia, pero no lo creía, la única explicación que tenía no quería aceptarla porque a pesar de todo, era doloroso reconocer que aquella fuera la razón por la cual seguía vivo.

- Tengo que explicarte que sucedió.

- No me interesa saber que sucedió.

- Mientes- alzó su mirada- puedo reconocer cuando lo haces, lo sabes- suspiró derrotado- por favor- se acercó con la intención de acariciar la mejilla del más bajo- déjame explicarte por qué abandoné a mi Amans...

- ¡Tú no eres mi amans!- su mirada llena de ira y frustración- ¡se supone que los amans se aman, cómo puedes dejar de esa forma a alguien que amas!

- La razón por la que te dejé es porque te amo.

"Sungmin le había implorado que tuviera cuidado, los leñadores que iban al bosque, servían como fuente de alimento, pero seguía siendo riesgoso que fueran en grupo, siempre estaba la posibilidad de que lo descubrieran bebiendo de uno de ellos y había tenido el mayor cuidado posible cuando salió del castillo en busca de uno de ellos, pero nunca pensó que Jongwoon lo seguiría.

- ¡¿Qué le estás haciendo a ese hombre?!

"Joder"

Ninguna explicación venía su boca, considerando que la herida del cuello del hombre estaba abierta y sangrando.

- ¿Ryeowook?- sin importar que Jongwoon estuviera allí, se acercó al hombre y cerró la herida lamiendo el lugar en donde había bebido.

El hombre en estado de inconciencia se desplomó apoyado en el árbol, entre tanto, Ryeowook seguía de espaldas a Jongwoon.

- ¿Eres uno de ellos?- podía escuchar la voz insegura y la espada abandonar su funda.

- Si, pero no soy como ellos.

- ¡¿Qué quieres decir?! acabo de ver como mordías a ese hombre.

- Bebía de él, no lo iba a matar- se giró para ver al más alto con una postura listo para atacar- Jongwoon escúchame.

- ¿Sungmin también...?

- No somos como ellos- repitió- tomamos solo lo que necesitamos.

Bajó la espada observando cada movimiento de Ryeowook.

- Explícame, quiero entender"

- ¿Ryeowook?- Sungmin se asomó por el pasillo encontrándose con ambos discutiendo-¿Jongwoon, eres tú?

- Me alegra ver que estas aquí Sungmin.

- ¿Realmente eres tú? ¿Cómo?- sintió a Kyuhyun tironear sus ropas para que volviera adentro- espera, esto es importante.

- Eso intento explicarle a Ryeowook, pero no quiere escucharme.

Sungmin divisó a Ryeowook a un lado, con los brazos rodeando su cuerpo tembloroso y el rostro bajo.

- Entren acá, los dejaremos solos para que hablen.

" - Tienes que ayudarme a sacarlo de acá- unos golpes en su puerta lo alertaron y sin pensarlo mucho, sabiendo quién estaba del otro lado, abrió encontrándose con Jongwoon agitado y con su armadura puesta- vienen por ustedes.

- De qué hablas - Sungmin se hizo a un lado dejándolo pasar a su habitación.

- No son soldados enemigos lo que atacan el castillo, son enviados por la iglesia, gente del pueblo, campesinos y algunos soldados que los otros reinos prestan a su causa.

- Cómo lo saben - negó con la cabeza- es imposible, en cientos de años nunca nos han descubierto.

- Los cuerpos con marcas que los otros dejaron en el bosque fueron una pista para que vinieran, el Rey les negó la entrada y ahora ocupan la fuerza para ingresar al castillo- se acercó tomándolo por los hombros- tienes que ayudarme, Ryeowook no va a querer salir a menos que me vaya con ustedes, si lo hago no habrá quién los distraiga lo suficiente para que escapen.

- Cuántos son, somos más fuertes que los humanos, sabes que es simple combatirlos.

Jongwoon negó con la cabeza- cientos, no pueden con ellos Sungmin.

- Va a ser un infierno sacar a Ryeowook sin ti, no sabes lo importante que son ustedes para nuestra especie, una vez que te pierda... Él es capaz de morir.

- Si se quedan acá, ambos morirán.

- Bien, ¿cuál es tu plan?"


Lo veía sentado frente suyo, las rodillas en el pecho apresadas por sus brazos, la cabeza girada, sus ojos enfocando el paisaje y su atención en cualquier lugar menos en él.

Lo único que deseaba era tenerlo en sus brazos, reencontrarse con sus labios y su cuerpo, renovar su unión y de una vez por todas vivir una eternidad a su lado, pero Ryeowook no se la iba a dejar fácil, podía verlo en su rostro, en su postura y en la fuerza con la que atraía sus piernas al pecho, estaba frustrado, enojado se quedaba pequeño para la descripción de sus sentimientos en ese momento.

- ¿Cómo es qué estás vivo?- para su sorpresa no fue él quien inició la conversación, Ryeowook mantenía su postura, pero al menos ahora si tenía su atención.

- El castillo quedó destruido después del ataque, yo fui a proteger a la familia real, quienes fueron acusados de herejía por mantener a seres como ustedes en el Reino, todos fueron ejecutados.

- Lo se, volví a buscarte y me dijeron que...

- También había sido ejecutado - Ryeowook conectó sus miradas, Jongwoon acababa de decir las mismas palabras que habían pasado por su mente - de cierto modo lo fui o eso ellos creyeron cuando no quedó rastro de mi cuerpo en la hoguera.

- Entonces...

- Fui salvado por un vampiro- vio la mirada de miedo en Ryeowook, él también sabía qué significaba ello- ella me convirtió.



"Jongwoon miraba con reticencia y desconfianza el cuerpo del leñador del cual Ryeowook había estado bebiendo, el más bajo lo convenció de que lo mejor era dejarlo cerca de las puertas del reino, en donde cualquier guardia que hiciera su ronda pudiera encontrarlo y prestarle ayuda.

- Estará bien, es cosa de tiempo para que su cuerpo genere la sangre que bebí- tomó la mano de Jongwoon alejándolo del hombre - creo que tienes algunas dudas.

- Muchas dudas- se sentaron en el pasto, uno al lado del otro, alejados de todo árbol en un pequeño claro que dejaba ver el cielo en medio del bosque.

- Lo siento, no quería mentirte, pero con Sungmin hemos tenido muy malas experiencias debido a... nuestra condición.

- Me lo imaginaba- sus dedos se enrollaron en la hierba y comenzaron a tirar de ella- ¿desde hace cuánto tiempo eres así?

- No lo se, no lo recuerdo, solo se que un día desperté siendo diferente- apoyó sus codos en las rodillas escondiendo su cabeza en el hueco que se formaba- todo era distinto, los colores más vivos, los aromas más fuertes, los sonidos... La primera semana no soportaba a nadie a mi alrededor, no podía controlar mi fuerza ni mi sed.

- Entonces no recuerdas nada desde que te convirtieron.

- Absolutamente nada, conocí a Sungmin tiempo después y él me instruyó en todo, me explicó que cuando cambias a alguien de una forma brusca y traumática hay pocas posibilidades de sobrevivir, si llegas a hacerlo la mente bloquea los recuerdos de la vida anterior, hay veces en las que recuerdas, veces en las que vives como una persona nueva, yo no recordé nunca.

Un brazo rodeó su hombro y no pudo más que encogerse y acurrucarse en él.

- Lo lamento, debe haber sido duro para ti- Ryeowook asintió con la cabeza y luego de un momento en silencio se atrevió a seguir- ¿no los transformas cuando bebes de ellos?

- No, solo cuando se bebe en... en medio... del sexo... varias veces- su rostro seguía cabizbajo, pero podía apostar que estaba sonrojado, tal como aquella vez, cuando sus labios se conocieron por vez primera mientras entrenaban - o cuando drenan totalmente tu cuerpo que es lo que me hicieron a mí.

- Ryeowook - la mano de Jongwoon elevó su mentón lo justo para conectar sus miradas- ¿la atracción que siento es producto de tu condición?

- ¿Sientes lo mismo por Sungmin?

- Negó con la cabeza.

- Creo... creo que eres mi amans"




- ¡¿Ella?!- la ira era palpable en la cabina - ¡¿qué medio utilizó?!

Al menos que estuviera celoso era una buena señal.

- El doloroso en donde tienes más posibilidades de morir que de vivir, en el que olvidas tu vida de mortal y todos los recuerdos que creaste en ella- Ryeowook se quedó en shock observándolo, sin dar crédito a lo que había oído- no te recordaba Ryeowook, ni a ti ni a nada de mi vida pasada.

- ¿Por qué ella te...?

- No lo se, cuando desperté no recordaba nada, ella me habló sobre la misericordia y devolver favores, realmente no se a qué se refería - rió amargamente- era como un bebé, no sabía nada, era tan frustrante Ryeowook- llevó ambas manos a su cabeza- sabía que algo faltaba, que debía buscar a alguien, me sentía incompleto, pero no recordaba que era lo que debía encontrar.

- ¿Lo descifraste?

- Eras tú lo que buscaba.

"- Entonces somos algo así como parejas destinadas- Ryeowook asintió a la conclusión que resumía la explicación que le había dado segundos antes - cada uno de su especie tiene uno entonces.

- Sí, pero eso no implica que lo encontremos alguna vez, el destino de uno puede ser nunca poder estar juntos - Ryeowook levantó su mano, tapando con la palma el sol cuyos rayos escapaban entre sus dedos - a veces le temo a mi destino.

Jongwoon levantó su mano enlazándola con la de Ryeowook.

- Ya me encontraste, no tienes por qué temerle.

Se giró viendo su rostro, la sonrisa sincera logró calmar sus ansias, pero algo le indicaba que pronto su felicidad se vería truncada.

- Somos juguetes del destino Jongwoon, una vez que entras a este mundo, él decide por ti, por más que quieras, por más que lo desees, por más que luches, siempre las cosas se van a tornar a su favor.

- ¿Te rindes frente a el?

- ¿Debería?

Tiró de la mano de Ryeowook atrayéndolo a su cuerpo y posicionándose sobre él.

- Jongwoon nos van a ver acá- claro, en medio del patio de entrenamientos eran fáciles de ver desde cualquier punto de los balcones del palacio.

- No me importa- apresó ambas manos del más bajo a cada lado de su cabeza- el destino lo quiera o no estaré contigo de cualquier manera, no voy a dejar que nos separe y si lo hace volveré a encontrarte y volveré a hacer lo que más amo.

- ¿Y eso es?

Su respuesta vino como una acción, ignorando el riesgo de ser descubiertos, descendió sobre el cuerpo de Ryeowook, colando una pierna entre las suyas, apoyándose en sus codos y liberando las manos del más bajo terminó por presionar y juntar sus labios"



- No era yo quien faltaba cuando decidiste drogarme e irte para defender a tu Rey - levantó una pierna presionando su pie contra la rodilla de Jongwoon impidiendo que se sentara a su lado- no oses en pensar sentarte a mi lado.

- No era un ataque de otro reino al mío Ryeowook, no era un conflicto por el territorio u los súbditos, era una caza de brujas y venían por ustedes.

- Sabes que puedo con unos simples humanos.

- No podías conmigo y la espada, ¿qué te hace pensar que podías con ellos?

- Escoge bien tus palabras Jongwoon, no estás en posición de cuestionar mis ataques en este momento- se cruzó de brazos y piernas, desviando su mirada al paisaje que mostraba la ventana.

- Hace poco tiempo, gracias a un sabio de nuestra especie, recuperé mi memoria- continuó con su historia- intenté localizarte y me acerqué a estas tierras, una vez en la ciudad me enteré de tu realidad actual y que te dirigías al norte, nunca imaginé encontrarte en el tren.

- ¿Sí? Yo tampoco, de hecho pensé que nunca te volvería a ver.

- ¿No estás contento de verme?

- Enojado sería más acertado- se puso de pie abriendo la puerta de la suite- si no te molesta, quiero que te vayas.

- Ryeowook.

- Necesito algo de tiempo Jongwoon, no te voy a juzgar por lo que hiciste ni por las decisiones que Sungmin y tú tomaron, pero tengo el derecho a querer pensar un poco más todo esto.

Se puso de pie y con solo unos pasos estuvo a su lado, Ryeowook mantenía la mirada baja y su cuerpo rígido, sabía que el más bajo no quería el contacto, pero había esperado muchos años como para negárselo ahora, él lo necesitaba tanto como Ryeowook negaba que lo hacía.

Se inclinó presionando un beso en sus cabellos, tomando registro de su aroma e inundando su cuerpo con las sensaciones que ese simple y casto contacto le brindaba.

-Lo siento- envolvió sus brazos alrededor de Ryeowook, sorprendido porque este no rechazara el contacto - te amo.


"- ¿Estás bien? ¿No te hice daño?- revisaba el cuello de Jongwoon viendo las marcas cicatrizar en su lugar dejando un rastro de su unión.

- Estoy perfectamente bien - abrazó el cuerpo de Ryeowook entre tanto sus labios volvían a buscar los ajenos - eso fue estupendo.

- ¿Estás seguro que no bebí demasiado?- quería seguir con el interrogatorio, pero Jongwoon estaba empeñado en hacerle perder la razón mordiendo y besando su cuello.

- Creo que bebiste poco - sus manos recorrieron la espalda de quien se encontraba en su regazo, aún unido a él- ¿puedo beber de ti?

- ¿Quieres beber de mí?

Se encogió de hombros, abandonando su cuello y por primera vez se arrepintió de sus inseguridades, cuando lo único que quería era que Jongwoon volviera a juguetear en el mismo lugar.

- Parecías disfrutarlo- movió sus caderas insinuando que estaba listo para seguir con una segunda ronda sin importar que estuvieran en medio del bosque.

- Es bastante... placentero- sus mejillas volvieron a sonrojarse entre tanto la mano de Jongwoon envolvía su miembro que volvía a llenarse a cada movimiento de caderas del más alto.

- ¿Por qué no me enseñas?- ofreció su cuello al menor con un simple movimiento.

- No puedo beber dos veces de ti en un día, puede ser peligroso- arrastraba las palabras en el oído de su pareja- pero puedo enseñarte otro tipo de placer.

- Adelante"




Una parada un tanto brusca en una estación intermedia lo despertó de su sueño, en los asientos en frente a él, Sungmin dormía arrimado a Kyuhyun quien tenía la mirada fija en él.

Sonrió cuando pensó que todo lo sucedido en el día había sido un sueño, uno de los tantos más en donde Jongwoon estaba vivo y cumplía sus promesas, uno en donde el destino les daba una nueva oportunidad para estar juntos.

- No fue un sueño- Kyuhyun susurró acariciando los cabellos de Sungmin.

- Te dije que no te metieras en mi mente, no me lo hagas advertírtelo dos veces.

- Deja de luchar Ryeowook, no tendrás esta suerte una tercera vez en tu vida.

- Qué sabes tú, tienes a Sungmin, no te metas en mi vida.

- Por eso lo digo- levantó su rostro serio acariciando la mejilla de su pareja- sobrevivir al infierno de la guerra no fue nada comparado a la suerte de encontrarlo, él quiere que tú seas feliz también, él quiere que aproveches esta oportunidad.

- No es tan fácil- dejó caer su rostro entre sus manos apoyadas en las rodillas.

- Tú lo haces complicado- levantó su rostro lleno de ira preparado para escupir las maldiciones a Kyuhyun- puede que estés enojado, molesto, humillado y frustrado, pero realmente vale la pena que esos sentimientos te quiten la oportunidad de ser feliz con él.

El silencio de sus pensamientos se replicó en la cabina por unos minutos entre tanto, el tren anunciaba la reanudación de su recorrido.

- Deberías estar intentando recuperar el tiempo perdido con él, en vez de seguir desperdiciándolo de esta forma.

- ¿En dónde está?

- Acaba de bajar.

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"Dale espacio, algo de tiempo"

Fue el consejo de Sungmin cuando salió de la suite, era obvio que habían escuchado toda la conversación que llevó con Ryeowook y no le molestó, después de todo se enterarían de todos modos.

Su humor era una mezcla de rabia, tristeza, felicidad y alegría, no tenía una definición clara y bipolar, quizás era la más acertada, había esperado encontrar a Ryeowook por años buscando completar esa parte de él que se sentía incompleto, desde que dolorosamente había comenzado a vivir de nuevo, no esperaba una bienvenida con los brazos abiertos, conocía a Ryeowook y sabía que sería duro con él, que juzgaría sus acciones y no sus intenciones, pero aún así tenía la esperanza de poder dormir con él entre sus brazos esa noche.

La esperanza de sostener a su otra mitad en sus momentos más débiles.

- Dijiste que no me dejarías ir de nuevo, pero lo hiciste- medio giró y se encontró frente la puerta de entrada, Ryeowook en ella, agitado, con su rostro bañado de lágrimas- dijiste que nunca dejarías que el destino nos separara, sin embargo, te vas una vez más.

- RyeoWook...

Y sin alcanzar a contar un segundo el cuerpo de Ryeowook lo abrazaba tirando de él con ambos brazos desde el cuello.

- No me dejes de nuevo- susurró en su cuello, llenándose de su fragancia y disfrutando de los escalofríos en tu cuerpo- no te vayas sin mí.

- Nunca más



"- Estás completamente seguro que este tónico funciona en ustedes.

- Confía en mi Jongwoon, tiene algo de sangre es por eso que nuestro sistema lo acepta.

- ¿Por eso querías de la mía?

- Eres su Amans, debería tener un efecto lo suficientemente fuerte como para estar lejos de aquí para cuando despierte- le tendió la botella.

- ¿Qué?

- Tienes que dárselo.

- Cómo planeas que se lo dé- la tomó con una de sus manos llevándolo a la altura de sus ojos.

- Cómo todo en nuestro mundo tiene algo de lo que llamarían brujería en él.

-Continúa.

-Tienes que dárselo en un beso"





Primero conquistó sus labios con una lengua arrasadora y sin inhibiciones, luego su cuello, mordiendo y preparando el lugar en donde tendría su marca, símbolo de su unión en un futuro cercano y ahora se encontraba en su pecho, succionando y desesperándolo con un juego que parecía eterno en sus pezones.

Arquear su espalda parecía poco, no podía tener el contacto suficiente, sus manos se aventuraban en cabello de Jongwoon tirando y haciendo evidente su desespero y necesidad.

Pero él no cedería, él prometió hacerlo rogar cada segundo de su eternidad si fuera necesario.

- Jongwoon...- su estómago era víctima de trazos abstractos de la lengua del más alto, recorría de costado a costado desesperándolo, obligando a alzar sus caderas ahora que el desplazamiento del cuerpo de Jongwoon permitía que su miembro tuviera el contacto ansiado.

- Conocer tu cuerpo es una de las tantas cosas que deseaba hacer- se acomodó entre las piernas abiertas del más bajo- besarte también- descendió sosteniendo su peso en sus codos quedando cerca de su rostro.

- Yo también extrañé eso - sonrió besando la punta de su nariz.

- Pero yo lo extrañé más en otro lugar.

- ¿Dónde?- elevó su cadera haciéndole notar su erección.

- Allí y aquí- un beso casto, luego dos y el tercero que se hizo eterno entre la fogosidad de ambos, aquel que los hizo aferrarse uno al otro, desatando sus deseos y miedos, que finalmente darían inicio a una nueva etapa en la vida de ambos, ahora unidos.


"- Iré con ustedes una vez que me asegure que la familia real escape.

- ¿Lo prometes?- odiaba mentirle a ese par de orbes brillantes y temerosas.

- Lo prometo- tomó el rostro de Ryeowook entre sus manos y con su cuerpo lo empujó suavemente hasta que la espalda del menor chocó con la pared de roca - ¿confías en mí?

- Lo hago -juntó su frente con la del menor.

- Cierra los ojos- en cuanto lo hizo, se alejó lo necesario para tener el espacio para beber del tónico que había preparado Sungmin.

Contempló el rostro de Ryeowook grabando su imagen y cada detalle del más bajo en su mente, desde la primera vez que lo había visto, supo que su vida cambiaría drásticamente y ahora que sería la última vez que contemplara su imagen, no se arrepentía de nada de lo que había sucedido entre ellos.

- Te amo - bebió lo que le indicó Sungmin y presionó sus labios sobre los de Ryeowook, en cuanto este saboreó la sangre de Jongwoon en sus labios, instintivamente entreabrió su boca, profundizando el contacto y bebiendo todo el tónico que había en la boca de su pareja"




No estaba dispuesto a dejar sus labios, al parecer con el pasar de los años, solo sabían mejor y a pesar de que movía sus caderas, a un ritmo constante y acelerado, seguía invadiendo la cavidad de Ryeowook, reconociendo con su lengua los lugares que había profanado por primera vez siglos atrás, llevando a su pareja al éxtasis.

RyeoWook no se oponía, animaba a Jongwoon a moverse más fuerte, rodeando sus caderas con ambas piernas, enredando sus brazos en el cuello de quién lo embestía, mordiendo sus labios y desafiando el dominio de los besos.

Sentía el orgasmo aproximarse, la estrechez de Ryeowook era la misma o incluso mejor que antes, el deseo de su cuerpo solo se vio aumentado por su sed y en cuanto su pareja lo notó, no dudó en girar su rostro dejando expuesto su cuello.

Sus colmillos se alargaron rompiendo sus encías, se arrimó sobre Ryeowook sin detener el movimiento que los unía a ambos.

- Una eternidad junto a la ti.

Ryeowook, curvó su espalda al correrse cuando sintió como Jongwoon rompía la piel de su cuello, succionando su sangre desde ese lugar, renovando su vínculo y reafirmando su unión.

La sangre del más bajo tuvo la misma consecuencia en el cuerpo de Jongwoon, llenando el interior de Ryeowook de su esencia, acunándolo en sus brazos y cumpliendo el deseo que dio por desechado hoy antes de que sus esperanzas se vieran renovadas al ver al más bajo de pie en su puerta.

Amans [KyuMin / YeWook] Two-shotWhere stories live. Discover now