BLUE NIGHT [HUNHAN]

I

21/12/1999 [SOLSTICIO DE INVIERNO]

La nieve estaba empezando a caer. Mi padre y yo estábamos corriendo de un lado a otro intentando atrapar un copo, le había apostado cinco galletas con chispas de chocolate a que yo obtendría uno, antes que él. La competencia iba bastante reñida, pero mamá a quien animaba era a mí, así que paré un momento cuando noté que él me veía y le saque la lengua, ellos empezaron a reír. Mi padre me levantó en sus brazos y me llenó de besos junto a mamá, hasta que el ruido de un auto nos sacó de ese momento especial. Vi salir del coche a una mujer, un hombre y un niño, mi madre sonrió y le susurró a papá- los nuevos vecinos ya están aquí, será mejor que vayas allí y los invites a tomar un café de bienvenida- dijo sonriente, a lo que papá solo asintió. Mi ceño se frunció cuando descubrí que el líquido negro con demasiado humo, iría acompañado de MIS galletas favoritas. Estaba buscando un lugar donde ponerlas a salvo, cuando el sonido del timbre empezó a sonar y vi como papá abría la puerta.

-Bienvenidos, gracias por aceptar esta invitación- dijo amablemente, haciendo un ademan para que pasaran.

-Gracias a ustedes por su amabilidad- dijo el señor con voz ronca, mientras su esposa e hijo hacían una reverencia. Me acerqué a mamá y le pregunté al oído.

-¿Es necesario que ellos estén aquí?- notó mi irritación y me miro mal.

-¡Sehun, tus modales!- dijo sin fingir su enojo. Rodé los ojos, pero aun así me obligué a mí mismo a hacer una reverencia cuando ellos me saludaron.

-Él es Sehun- dijo mi mamá- tiene cinco años, va ballet y está aprendiendo a tocar el piano, si deseas puedo hablar con su institutriz para que tu hijo pueda continuar practicando- mi madre sonrío feliz de "tan buena idea" después de escuchar que ese niño toca el piano de cola.

-Oh! eso sería genial- soltó emocionada la señora Xiao- por cierto su nombre es Luhan y tiene nueve años.

-Vaya, pensé que tenía la misma edad que Hun- sonrío amable, y se puso de rodillas para hablar a ese tal Luhan- puedes ir a jugar un rato con mi hijo, el chocolate va a tardar un poco y no quiero que se aburran aquí- él sonrió y asintió. Mi madre me miró y supe que estaba perdido, tendría que compartir mis juguetes con este extraño <ojalá Jongin estuviera aquí, él de seguro sabría cómo deshacerse de él, pero no> así que caminé con él atrás mío hasta el cuarto de juegos, ya que afuera nevaba y nos podríamos enfermar, aunque justo ahora preferiría estar con fiebre terriblemente alta, con vómitos y nada apto para jugar con este niño nuevo.

El silencio que acompañaba a mis pensamientos, se vino abajo cuando una dulce melodía inundó el lugar. Mi boca se abrió un poco de asombro, al notar que Luhan era el que tocaba delicadamente el piano.

-Lo siento- dijo sonrojado al ver mi expresión- no debí hacerlo sin permiso- solo asentí, y me di la vuelta, por alguna extraña razón mi corazón se comportaba como un loco.

-¿Podrías continuar?- pedí, él me miró sorprendido, luego sonrió y dio unos pequeños golpes en el taburete

-Si quieres, puedes sentarte aquí- yo obedecí.

-¿No sonríes, verdad?- preguntó con el ceño fruncido, solo lo miré y sus labios se curvaron- y tampoco hablas demasiado- suspiró, movió su cabeza de un lado a otro, cerró sus ojos y como si el piano fuera la palma de su mano, empezó a tocarlo con gran destreza. Conocía la canción "Nocturne op.9" de Chopin. Sin querer también cerré los ojos, me puse en pie y dejé que las notas jugaran conmigo, como si del viento se tratara y yo simplemente fuera una hoja liviana. Sin darme cuenta una sonrisa apareció en mis labios.

-Wow, podría jurar que justo ahora el cáncer desapareció- comentó mirándome, sus ojos eran medias lunas por su gran sonrisa. Mis mejillas se tiñeron de color escarlata y en mi pecho, todo se descontroló, quizás es un "paro cardíaco" pensé recordando que mamá le había dicho eso a mi tía.