MALDITO IDIOTA

CAPITULO 2

A la mañana siguiente, me levanto, me visto y bajo a desayunar antes de acompañar a mi padre al aeropuerto.

-Hola papa, ¿Que haces? -Le pregunto.

-Estaba leyendo el periódico. Ya he puesto las maletas en el coche. No me he llevaro mucha ropa, ya me compraré cuando llegué a allí. -Me dice mi padre dándole un sorbo a la taza de café que tiene en su mano.

-Papa, te voy a echar mucho de menos. Un año es mucho tiempo sin verte. -Le digo y el se levanta y me abraza.

-Por cierto, ¿entonces al final me quedo en casa? -Le pregunto casi rogándole.

-Sabes que no. No vas a quedarte en casa y menos sola. -Me responde.

-Tenía que intentarlo. -Le digo riéndome.

Nos apartamos y empieza a reirse conmigo. Mi padre es así, es alguien con el que puedes reir y hablar de cualquier cosa. Yo creo que es así por lo que paso con mi madre, por eso creo que se lo toma todo con un poco de humor.

Media hora mas tarde ya estamos en el aeropuerto. Mi padre saca las maletas del coche y nos dirigimos a comprar mi boleto a Malibú. Después de haberlo comprado nos llevamos las maletas a la cinta.

Estamos dejando las maletas cuando suena un aviso por megafonía: "Los pasajeros del último vuelo a Londres que pasen por la zona B". Mierda. Se tiene que ir y voy a estar un año sin verlo.

-Bueno cariño tenemos que despedirnos aquí. Recuerda hacer las maletas antes del viernes. Te quiero. -Me dice papa dándome un grande y fuerte abrazo.

-Me acordaré, tranquilo. Yo también, llamame todos los dias. -Le digo despegandome del abrazo.

-Te llamaré todos los días que pueda. Intenta hablar con tu madre, ella te quiere, y quiere lo mejor para ti. -Me dice.

-Intentaré llevarme mejor con ella, pero no te prometo nada. -Le digo dandole un beso en la mejilla.

Entonces mi padre se despide de mi con la mano y sube las escaleras del avión,mientras yo aprovecho para llamar a un taxi.

Media hora después estoy sentada dentro del taxi de camino a ver a Zach. Y justo me llega un mensaje de él.

-Amor, ¿Por dónde vas? -Me pregunta él.

-Ya he salido del aeropuerto. Estoy de camino. ¿Nos vemos dónde siempre? -Le pregunto.

-En nuestra heladería favorita. -Me contesta.

-Esta bien allí nos vemos,besos -Le digo.

-Te quiero Chiara. -Me contesta al segundo.

Decido dejarlo en visto. No es que me de miedo decirle que lo quiero ni nada es solo que no me gusta mostrar mis sentimientos y tampoco estoy segura de estar enamorada. Haber estoy segura de que le tengo muchísimo cariño, pero nunca he estado enamorada, así que evito todo lo que tenga que ver con ello.

Alrededor de unos veinte minutos estoy en la puerta de la cafetería que hay en el centro de Portland. Nosotros siempre solemos venir aquí, ya que esta cerca de nuestras casas y esta zona es muy tranquila. Cuando entro Zach ya esta sentado en la mesa de nuestra primera cita.

Me acerco a él y al llegar le doy un pequeño beso y me sineto. A los dos minutos viene una camarera nueva y nos atiende.

-Hola, bienvenidos, ¿Que vais a pedir? -Nos pregunta.

-Dos tortitas una con caramelo y la otra con chocolate. Y dis batidos de fresa. -Dice Zach, es lo mismo que pedimos siempre.

La camarera apunta nuestro pedido en una pequeña libreta que saca del bolsillo y se marcha. Al cabo de unos 10 minutos aproximadamente vuelve con lo que hemos pedido.

-Dios esto está buenísimo. -Le digo a Zach.

-Estoy totalmente de acuerdo. -Me responde.

-Oye Zach tengo que decirte algo que no te va a gustar nada. -Le digo mirandole a los ojos.

Zach me mira prestado mucha atención.

-Claro, dime, ¿De que se trata? -Me pregunta.

Decido decirselo sin rodeos y que tenga lo que tenga que pasar.

-Me voy a vivir un año con mi madre, a Malibú. -Le digo esperando a que conteste.

Tarda unos sengundos en captar lo que acabo de contarle y por fin reacciona.

-No puedes irte. Te necesito a aquí. -Me dice preocupado.

-Lo se y lo siento. Pero no tengo elección. A mi padre le han ofrecido un contrato por un año entero y no me puedo quedar sola en casa hasta que venga. Creeme no quiero irme y menos con mi madre y encima dejarlo todo aquí. A ti, a Chloe, a las competiciones de baile programadas, todo... -Le digo algo triste.

-¿Y que pasa con lo nuestro? Puedo ir a verte algún fin de semana. -Me dice intentado no romper nuestra relación.

-No podemos seguir juntos. No así. No a distancia. Los dos sabemos que no podríamos soportarlo y que esto no dudaría. Así que lo mejor es que nos demos un tiempo. Quizás cuando venga todo pueda ser cómo antes. -Le digo.

-Esta bien. Nos daremos un tiempo, pero hablaremos de vez en cuando. Te esperaré lo que haga falta. -Me contesta.

Luego decide acompañarme a casa, ya que aún no tengo el carnet del coche, ni por supuesto coche. Y como mi padre no puede venir a recogerme, y Zach es todo un caballero, decide que lo mejor es llevarme él.

Nos pasamos el camino escuchando y cantando música. Cuando llegamos en frente de mi casa, nos despedimos dandonos un beso.

El resto del día me lo paso hablando por Skype con Chloe y en Netflix viendo películas. Cuando me quiero dar cuenta ya son las 10 de la noche.

Entonces el timbre comiemza a sonar. Me levanto del sofá y me dirijo a la entrada.

Al abrir me quedo un poco sorprendida. Han venido todos. Zach, Chloe, Lizzie y Tyler.

-¿Que tal esta nuestra chica? -Me pregunta Tyler como siempre muy bromista.

-Bueno, quitando que me voy un año a Malibú m, por lo demás bien. Pero, ¿Que haceis aquí? -Le respondo.

Todos empiezan a reirse.

-Hemos venido a despedirnos de ti, ya que esta última semana todos estaremos ocupados estudiando. -Me dice Chloe.

-Os quiero mucho. No sabéis la falta que me vais a hacer. Os voy a echar muchísimo de menos. -Me sincero con ellos.

-Nosotros también a ti, Chiara. -Dice Lizzie.

-Eso. -Dice Tyler.

-Mas te vale llamarnos de vez en cuando. -Dice Zach.

-Tranquila haremos todos Skype de vez en cuando. -Me tranquiliza Chloe.

La siguiente semana se me pasa en un abrir y cerrar de ojos. Cuando me quiero dar cuenta ya estoy subida en el avión, a punto de llegar a Malibú.