Delirio III

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                Las sombras comenzaron a hablar en idiomas extraños a mis conocimientos, no era capaz de comprender lo que me decían, tenía que protegerme de ellos, salí corriendo hacia el baño y me encerré, pero esto fue mucho peor que haberme quedado enfrentándolos, de un momento a otro el baño lo percibía como si fuera extremadamente grande, yo solo era un punto en esa enorme habitación blanca vacía, estaba completamente asustado allí encerrado, la puerta por donde había entrado se hizo mas pequeña, comenzó a abrirse, mostrando esas sonrisas de las sombras que tanto me horrorizaban.

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