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Sesshomaru:

Abrí la puerta de la casa, y Rin prácticamente entró corriendo.-¡Es hermosa!-Admiro el lugar y luego se giró a verme.-No sabía que tenías una casa tan linda en la costa.

-Es de mis padres, pero casi nunca vienen.-Deje las maletas en el suelo.

-Ya veo, me encanta.-Sonríe y me contagia su sonrisa. Estaba tan alegre.

Guardamos nuestros cosas en el placard de una habitación, preferiblemente la principal. Tenía mejor vista al mar y un balcón el cual había embelesado a Rin. Era mediodía, debíamos ir por algo de comer. Es por eso que se me ocurrió llevarla a un restaurante a una calle de la costa.

-Puedes pedir lo que quieras.-Le dije leyendo la pancarta.

-Esta bien.

Mientras esperábamos la comida, ella posó su mano sobre la mía.

-Gracias por esto. No sé cómo podré agradecerte esto.-Dice apenada.

Tome su mano con delicadeza, pude notar el color salmón de su esmalte en sus uñas tan femeninas.-Quítate ese anillo.-Pedí.-Ella dudo un momento, pero se lo quitó y lo guardó en su bolso.-Así está mejor.-Bese su mano.-Ahora quiero que te la quites.

-¿Que cosa?-Pregunta sin entender.

-Tu prenda intima.-Dije coqueto y ella se ruborizo.

Con disimulo, divertida y cubriéndose un poco con el mantel largo de la mesa, vi como aquella prenda de encaje negro se deslizaba por sus largas piernas. La guarde en el bolsillo de mi pantalón en cuanto me la entregó debajo de la mesa.

-Eres un sucio pervertido.-Dice riendo nerviosa.

-No tanto.-Le guiñe un ojo.

Luego de la comida, antes de pagar la cuenta, ella se levantó para ir al baño. Con disimulo la segui. Deje el dinero sobre la mesa y algo de propina. Me dirigí al pasillo de madera que conducía al baño de mujeres y cuando abrí la puerta, Rin estaba allí con una sonrisa pícara, jalo del cuello de mi camisa y me adentro al baño sin más.

***

Tal vez las cosas entre nosotros sucedían rápido, nuestro mundo se movía rápido. Y ahora que la veo sentada a mi lado en la arena, mirando el mar y con el leve viento moviendo sus cabellos. Me doy cuenta que el tiempo se detiene, podría verla tal vez todo el año y no me daría cuenta de lo que sucede a nuestro alrededor. Era una locura, jamás había sentido esto por alguien, no era aquel caballero que se enamora de la princesa. Sin embargo, la princesa apareció y no dudé en caer por ella.

-No quiero que esto termine.-Dijo de repente, estábamos sentados frente a una fogata, en la arena y con malvaviscos calentándose.

-Yo tampoco.-Quite palillo de madera del fuego, una vez que mi malvavisco estaba listo.Le di una mordida y me quejé al quemarme.

-Déjame curarte.-Sujetó mi rostro con una de sus manos, y se estiró un poco para darme un beso casto.-Ya está.

-Creo que quiero quemarme más seguido.-Bromeé y ella sonríe divertida, mientras se apoya en mi hombro.

Una vez que terminamos de comer, la abracé  y ambos quedamos cubiertos por una manta.

-Rin

-¿Sí?-Preguntó ella, levantando la mirada para verme.

-¿Sientes algo por mi?

Al parecer la tomé por sorpresa ya que sus ojos se abrieron de golpe.

-Creo que si.

-¿Crees?-Pregunté alzando una ceja.

-Tengo a Hakudoshi y..

La interrumpí.-Eso de querer a dos personas a la vez no existe. Solo tratas de engañarte a ti misma con eso. En el fondo, sabes a quien quieres.

-Sesshomaru..

-Lo siento, pero no puedo evitarlo.-Me disculpe.-Yo no puedo simplemente verlo como una fantasía. Al principio, lo hacía. Era un idiota. Pero ya pasaron dos meses y prácticamente eres la única con la que he estado. No puedo ver a otra mujer, tu eres la única para mi.

-Eso es muy lindo de tu parte.-Suspira.-Pero no puedo dejarlo todo por ti.

-¿Porque?

-No lo sé...

***

Rin:

En la mañana mi celular comenzó a sonar. Adormilada me solté del abrazo de Sesshomaru y me puse de pie para tomar ya que estaba sobre el tocador.

"Llamada entrante…"Haku♡"

Me senté al borde de la cama y miré a Sesshomaru dormido antes de contestar.

-¿Hola?-Respondí.

"¡Preciosa, buenos días!"

Sentí mi pecho contraerse.-Buenos dias, cariño. ¿Que tal tu viaje?

"Excelente, cerré tratos para tu madre aquí. Va a estar muy contenta."

-Me alegro de oír eso, al parecer está avanzando con su pequeña empresa.

"Demasiado. Por cierto, he visto unos cuantos vestidos de novia por aquí en las vidrieras y no puedo esperar a verte luciendo el tuyo en nuestra boda"

Siento cómo se mueven las sábanas detrás de mí y no puedo evitar sentir incomodidad.

-Yo tampoco, falta poco para ese día.-Trate de sonar animada y pude sentir la tibia mano de Sesshomaru posarse en mi espalda, para acariciarla con las yemas de sus dedos.

"Si, estoy ansioso y feliz. Te extraño horrores, cuando vuelva voy a llenarte de besos"

-Que bueno…-Guarde silencio al sentir a Sesshomaru besar mi hombro, corrió mi cabello a un lado y beso mi cuello.

"¿Ocurre algo?"

-¿Eh? No nada, es solo que estoy un poco dormida aún.

"Bien, te dejaré descansar entonces. Te amo, Rin. Nos vemos el lunes por la tarde"

-Yo también te amo, Haku. Nos vemos luego.-Los besos se detuvieron en mi cuello y cuando colgué la llamada, Sesshomaru se levantó de la cama e ingresó al baño sin decir palabra alguna. Suspire y deje el celular en la cama. Me puse de pie y caminé hasta allí, golpeé la puerta.-¿Todo bien ahí dentro?

-Si, solo vine a tomar una ducha.

-¿Y pones seguro para eso?

-Solo quiero estar solo un momento, ¿puedes entender?

-S-Si. Lo siento.-Mi mano queda apoyada en el roble de la puerta y cerré mis ojos un momento antes de apoyar mi cabeza allí.

Lo había arruinado.


Deseos ilícitos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora