regalo al mundo

capítulo 3

Tengo tanto miedo de salir de casa, que empiezo a creer que mi madre me empujará para que comienze a moverme. Un pie al frente, ahora el siguiente, ya falta poco. Poco para salir de casa, poco para que comienzen las burlas. Ya casi está. Nunca pensé que pasar la puerta fuese tan complicado.
No quiero encontrarme con Potter y sus amigos. Ni con ningún Gryffondor. Ni con nadie realmente. Sé que todo el mundo me odia.
Vamos Draco, ¡tú puedes!
Un paso más, estoy en el umbral de la puerta.
Me detengo, giro la cabeza y veo a mi madre.
Ella me está mirando.
Con los ojos me dice que siga caminando.
Que camine y no me detenga hasta llegar a Hogwarts.
Sigo caminando.
Tengo que llegar hasta el andén 9 y tres cuartos. Es la primera vez que voy solo. Siempre me habían acompañado mis padres.
- Draco, cuídate. Te quiero.
Escuché a mi madre y seguí caminando. Estoy llorando y no quiero que me vea. Quiero que me recuerde como un hijo fuerte, que fue capaz de volver a un lugar en el que le tratarán como a la peor de las ratas.
Seguí caminando, y no paré hasta llegar a la estación.
Con suerte llegué de los últimos, y no me encontré con Potter, ni con ninguno de sus amigos.
En cuanto llegué, me metí al tren tratando de pasar desapercibido. Busqué un compartimento vacío y me senté.
Solo, sin amigos. No estaba Pansy, ni Crabble. Murieron. No me gusta pensar en ello. Prefiero pensar en Theo. Él sigue vivo, aunque no sé si su madre le habrá podido convencer de que vuelva, como mi madre a mí.
El tren se empieza a mover. No he logrado comprender mi sueño, pero espero que nada malo suceda. Más bien, espero no morir, porque sé que pasarán cosas malas. A mí.