David.

prólogo.

-Kiri, entre David y Baldor ¿A quién eliges?

- Ya te dije que no me interesan esas cosas, así que a ninguno.- levanté mis hombros y seguí caminando rumbo a mi habitación.

-Vamoos Kiri, no pasa nada malo. Cualquiera de los dos son buen partido.

-Ya te dije que no.

-Kiri, tienes diecisiete años y aún no has tenido ni primer beso ¿Acaso piensas morir virgen?

-No me interesa morir así.- Suspiré cansada de los mismos párrafos cada que se le acuerda mi soledad.

-Aparte ¿No es algo inapropiado hablar de "perder virginidad" conmigo? ¿Qué diría mi hermano si te escuchase?-pregunté con genuina confusión.

-Él igual está de acuerdo con que dejes de estar encerrada en tu cuarto viendo monos chinos.

-Es mejor eso ¿O caso prefieren que salga de fiesta, me drogue y me metan con cualquier chico?

-No tan así, pero sí que convivas con personas de tu edad y disfrutes de tu juventud. A tu edad yo no andaba platicando con mis vecinas mientras tejo suéteres.- levantó sus hombros, mientras seguía mi paso.

-¿QUÉ? Es más divertido eso.- me sentía insultada por eso. Llegué a mi habitación y pasé.

-No tienes remedio.- negó con la cabeza mientras acariciaba su sien.

-La que no tiene remedio eres tú.- replique con clara indignación y cerré la puerta, para ya tumbarme en mi preciada cama, hoy había sido un largo día...

Aquí Karla-san reportadonse con historias sin sentido y no geis :DD