━ rubbing of (INCONLUSA)

deux.

Las mejillas de Hyunjin que impulsaban un tierno color rosado estaban ardiendo, su tez color blanca no ayudaba, para nada.
Parecía que sus ojos se desvanecían en la imagen que predominaba en sus pupilas, parecía perderse por un lugar lejano al que estaba parado.

Seungmin, por su parte, era un lío de emociones y estaba a nada de explotar, sus ojos se mezclaban con los suyos, los segundos parecían minutos y los minutos horas.
Hyunjin corrió. Aprovechó que uno de sus tantos amigos lo había saludado, dejó a Seungmin como su vista predominante y se marchó.
Tan rápido como pudo.

— “Hey, ¿Estás bien?” Jisung no estaba tan interesado en el tema, puesto que tan sólo habían pasado unos días, pero Seungmin se veía tan, triste, parecía vacío más que asombrado.
— “Lo estoy.”
No lo estaba. Jisung era mejor amigo de Seungmin hace unos pares de años y lo conocía bastante bien como para saber que él no estaba bien.

Así transcurrió lo que restaba de tarde, el timbre tocó y todos salieron callados, unas voces distantes eran la excepción, la tarde estaba siendo cansada y poco interesante.
Jisung se paró en frente del banco en el que Seungmin se sentaba y lo miró ordenar y guardar sus cosas.
— “¿Vamos?”.
Seungmin permanecía en silencio ante las palabras de el chico. Hasta que su mochila ahora estaba en su espalda y estaba en los ojos se Jisung.
— “Ésta vez iré solo. No iré directo a casa, me tomaré algunos minutos para mí, ve tú solo.” Su respuesta sólo preocupaba aún más a Jisung, el cual no sabía qué hacer ni cómo ayudar a su mejor amigo.

Ahora estaba Seungmin, recorriendo lentamente los pasillos de la escuela con la mirada baja, pasos lentos y labios un tanto tristes. Estaba por la gran cancha que se dirigía a la salida cuánto ahí lo vio. Sólo eso faltaba para confundir sus emociones por completo. Su risa no se escuchaba pero la podía observar, iluminando sus ojos, como galaxias, orbes que a los ojos de éste, eran únicas.
Estaba parado como un tonto sin hacer nada viento como la felicidad de Hyunjin era notoria, acompañado de al parecer, unos amigos.
Otra vez, lo vio. Este día no podía ser más horrible, pensó Seungmin.
Bajó su cabeza y ignoró por completo la mirada de Hyunjin y ahora lo estaba observando alejarse.

— “Hyunjin, ¿A dónde vas?”. Un amigo de Hyunjin le gritó sin tomar tanta importancia puesto que, el chico tomó su mochila rápidamente y siguió al joven unos años menor que él.

Y esto ya parecía un juego, Seungmin cansado, avergonzado y un tanto molesto sintió la mirada en él y tomó la delantera, salió lo más rápido del establecimiento con dirección a una cafetería con la que frecuentaba.

“Diablos, no te vayas.” los pensamientos de Hyunjin eran confusos y sin sentido, ¿Qué esperaba si lo conseguía seguir? Nada, no tenían que hablar más que se besaron por accidente, y nisiquiera fue un beso bien formulado, solo un choque de labios y nada más. Así que dejó de seguirlo y volvió a donde sus amigos que, probablemente, ya se habrían ido, sin él.

Seungmin ya estando en la cafetería, saludó a Chan, otro de sus mejores amigos que solía consentirlo cuando éste se encontraba mal.

— “¡Seungmin! Extrañaba verte por aquí. ¿Querrás lo mismo de siempre?... Oh, tu cara no es buena. ¿Pasó algo en la escuela?”
— “Hola, Chan, sí, lo mismo de siempre, y algo así” Seungmin dejó su mochila abajo de la barra, esperando a su café favorito que por supuesto, preparaba Chan.

— “Cuéntame, ¿Qué es eso que te trae así?”
— “Nada, es sólo, que rozé los labios de un chico por equivocación, y ahora esos labios trajeron consigo un lío en mi corazón y sentimientos.”