quatre.

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Las hojas secas se desplazaban levemente por los callejones, el sol casi radiante cubría los tejados de aquellos lugares, Seungmin con su pelo alborotado, con las mantas desordenadas y mal acomodadas que lo cubrían. ¿No era muy tarde ya? De esos días en los que ni ganas de pegar un ojos daban. Se dispuso a abrir sus ojos, encendió su móvil y vio la hora.
— ¿¡8:40?! ¡Diablos!. Lo típico, pero Seungmin se sorprendió, jamás le había pasado, definitivamente, estaba cansado, y las horas que no había dormido por semanas fueron reemplazadas por esas placenteras horas. Mientras se vestía se preguntaba por qué su madre no lo había despertado como usualmente lo hacía. Por último, subir su corbata y ya estaba, tomó su mochila y sin preguntar dónde podría estar su madre, salió volando.

— ¿Seungmin?, Ya es tarde. ¿Qué te sucedió?.
La voz de Jisung através de el teléfono, mientras Seungmin, se podría decir, estaba corriendo hacia la escuela. — No es nada, sólo me desperté tarde, pero realmente ya no tengo tiempo para dialogar, te hablo cuando llegue, si es que me dejan entrar.
Seungmin se las ingenió. Entró de todas maneras a la escuela y para el receso ya estaba adentro, estaba dejando sus cosas en su banca, Jisung entró. — ¿Podría saber qué fue lo que te pasó, es mas, qué es lo que te pasa.— No es nada, Jisung, sólo, me quedé hasta tarde, en la cafetería de Chan. Eso es todo. Jisung no profundizó el tema y sin más, salieron de el salón.

Los patios eran espléndidos, al menos para la vista de Seungmin y se podría decir que era lo único que disfrutaba de allí, amaba ver el reflejo del sol en la naturaleza, y el verdor que éste provocaba, era magnífico para él, y le daba chance de poder pensar en lo que estaba haciendo, o al menos lo que estaba pasando por los últimos días, Jisung ayudaba quedándose callados, Seungmin tenía la teoría de que él también se ponía a pensar y por eso, al menos en las primeras horas, no hablaban tanto. Por esos días, Seungmin sólo se dedicaba a ver a Hyunjin reírse junto a sus amigos.
En el lapso de tiempo, Seungmin se empezó a interesar en los poemas e escritos, desde que besó por accidente los labios de aquel chico que ahora tenía por apodo “chico de los pasillos”.
Seungmin compraba libros poéticos, e incluso escribía, consideraba que Hyunjin era una gran fuente de inspiración y era arte por absoluto, pero era pesimista, pensaba que jamás volvería a hablarle, eso pensaba.

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⏰ Última actualización: May 23, 2019 ⏰

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