Mover las piernas sin parar, sintiendo que el aire se acabara en poco tiempo, lágrimas en el rostro y un corazón roto.
Daniel solo corría y corría sin mirar atrás en ningún momento, tampoco quería saber si él lo estaba siguiendo o no, no quería admitirlo, pero sabía que dentro suyo deseaba que su "amigo" pelinegro lo estuviera persiguiendo para darle una explicación lógica a aquello que había presenciado.
Segundos después se sentía muy cansado, ya no podía correr más, sus piernas no querían responderle y las lágrimas no cesaban. La lluvia comenzó, era de noche y podía parecer una bella imagen para algunos, pero para el rubio era la peor noche de toda su vida hasta ahora. Se sentó en el mojado suelo totalmente exhausto y con una respiración entre cortada, las gotas de agua seguían cayendo con más intensidad conforme pasaban los segundos.
Entonces cuando se decidió mirar hacia atrás, se podía ver como se había roto en mil pedazos solo en un movimiento, la lluvia se hizo más fuerte, estaba totalmente empapado, y como era de esperarse, el pelinegro no lo había seguido, dándole a entender que no le importaba lo que le llegase a pasar y solo lo dejo irse, sin pararlo o al menos hacer el vago intento de seguirlo.
Más lágrimas, más gotas de lluvia y un corazón partido en miles de pedazos. Entonces en ese momento se llegó a sentir la peor basura, sentía que no valía nada, estaba vacío. Espero unos minutos bajo la lluvia y finalmente se reincorporó sin muchos ánimos, y unos ojos que parecían no tener vida.
Caminó sin rumbo alguno, algunas personas incluso lo miraban un poco raro o con lástima al verlo mojado de pies a cabeza, su miraba baja y su lento caminar.
Había pasado alrededor de dos horas de pura caminata sin sentido, entonces cuando volvió a recuperar un poco de conciencia notó que se encontraba en un puente, pocos autos pasaban y parecía que no había persona alguna transitando por esos lugares. La idea se le paso por su mente, unas palabras estaban retumbando en su cabeza una y otra vez, "Suicidate, solo lánzate del puente". Ahora su mirada solo se enfocaba en las barandas plateadas de aquel puente, acercándose de forma lenta. Puso sus manos en ellas y miro hacia abajo, la caída sería muy alta, eran mínimo unos 45 metros de altura.
Miro como idiota durante varios segundos el vacío y las probabilidades de que muriera eran muchas, miraba a veces atrás, aliviado por ver la calle vacía.
Lo iba a hacer, ya lo tenia decidido, pero algo lo detuvo.
Un auto se paro en ese instante cerca de donde estaba y de este salió un chico pelirrojo borracho del asiento del copiloto, primero grito algunas cosas sin sentido alguno y después solo se sentó en la acera, del asiento del piloto se escucho a alguien decir "Ya me cansé de que siempre sea YO el que tenga que ayudarte. Solo vete a tu casa y no vuelvas a buscarme" en ese momento el auto arrancó dejando al confundido chico sentado en la acera.
Daniel lo miro unos momentos y se secó las lágrimas, sin siquiera conocerlo sabía que si se suicidaba y lo dejaba a su suerte podría pasarle algo, como que lo asaltaran o lo mataran en el peor de los casos, lo cual seria fácil en el estado en el que se encontraba.
El rubio sacó su celular y se sorprendió un poco al ver que eran las 2 de la madrugada, se acerco con un poco de miedo y noto que se había echado en la acera, estaba un poco dormido y el olor a alcohol era fuerte.
-¿Ho-hola?- habló un poco fuerte para que el chico lo escuchara. -¿Estas bien?- al no escuchar alguna repuesta solo le siguió hablando, aprovechando que no había nadie pasando en esos momentos para volver incómoda la situación.
-¿Quien eres?- su voz sonaba extraña, se notaba demasiado que había bebido hasta no poder más.
-M-me llamo Daniel- como no sabía que más hacer solo respondió la pregunta del pelirrojo. -¿Cual es tu nombre?- ahora él curioso le preguntó.
-Dylan- solo respondió eso y se sentó con dificultad.
(No puedo dejarlo solo y peor en ese estado) pensó, casi de inmediato paso un taxi. No sonaba tan mal la idea de llevarlo a su apartamento y que se quedara al menos hasta que tomara conciencia. Hizo parar el auto, con ayuda del piloto lo lograron subir y lo llevó a su casa.
Durante el camino solo miraba por la ventana, la noción del tiempo le puso a pensar en como había llegado a ese punto de su vida, con lágrimas y llevando a un chico alcoholizado a su hogar.
Así que para saber como llegamos a este punto será mejor comenzar desde cero, conocer su historia, sus temores y su falso amor.
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Solo un abrazo más
RomanceEl closet es muy frío, no puedes gritar, estas encerrado adentro, te sientes incómodo, pero no haces nada para salir. Esta es tu decisión. Salir y ser libre, o quedarte adentro para siempre.