Solo un abrazo más

Capítulo 1

18 de agosto de 1999

Había demasiada sangre en la sala de parto. Gritos desgarradores, gotas de sudor, doctores y enfermeras entrando y saliendo con desesperación. La chica en aquella camilla era la madre de Daniel. Ya había perdido mucha sangre, y el bebé seguía dentro de su vientre, un mal movimiento evitaba que saliera con facilidad.

No se pudo hacer mucho en este caso, así que determinaron que era necesario hacer una cesárea de forma inmediata antes de que la joven muriera desangrada, era arriesgado que se quedase unos minutos más tratando de empujar al niño. Inmediatamente la enviaron a quirófano donde por suerte todo salio bien y en unas horas un hermoso niño con pocos cabellos rubios claros como los de su padre estuviera en brazos de la joven madre.

Parecería felicidad y alegría, todo había salido bien y el niño estaba completo, pero, la joven miraba al niño con seriedad por el demasiado parecido que tenia con su "padre". Los detalles de esta "linda historia" los resumiré en un "ella era una chica de apenas 17 años" (tal ves más adelante cuente con detalle esa historia de amor y odio).

Continuando en lo que estábamos. La madre odiaba todo del niño, cara detalle de este pequeño e inocente ser provocaba un odio inmenso en su interior, no soportaba su llanto y por momentos se le pasa por su cabeza la idea de tirarlo por una ventana, cosa que para alivio de todos no sucedió.

22 de agosto de 1999

En cuanto salió del hospital con el niño en brazos, se dirigió hacia un internado para niños con una reputación bastante buena, información conseguida meses antes del nacimiento. Como si el bebé supiera que era lo que estaba sucediendo de inmediato lloro a mares, rogando que no lo dejase en ese lugar.

Entonces lo inevitable sucedió y la joven madre colocó al niño en el suelo sin compadecerse de él. Toco con fuerza la gran puerta y salio corriendo "aliviada".

20 segundos después, una señora de aproximadamente unos 45 años abrió la puerta con sorpresa al ver un rubio bebé llorando en el suelo.

-Pobrecito, te han dejado solo.- entonces lo alzó con un gesto apenado. Mirando a los lados solo para confirmar lo que estaba pensando.

Ese día cambio completamente la vida del rubio.

Mientras la señora de cabellos castaños presentaba al bebé a sus otras amigas, el niño se había calmado un poco, aún así las lágrimas seguían saliendo sin cesar de su rostro.

14 de abril de 2005

Un hermoso niño rubio de 5 años corría alegre en el enorme jardín del internado que lo había acogido durante todo ese tiempo.

Afortunadamente el pequeño tuvo mucho cariño por parte de todas las mujeres de ese lugar, y aunque lo querían mucho, todas ya tenían hijos de los cuales cuidaban de la misma manera. Sin muchas alternativas decidieron buscarle una familia que pudieran cuidarlo y darles un hogar estable y amoroso.

Y fue este día que luego de meses de papeleos una joven pareja decidió adoptarlo, dado por sentado que los dos eran estériles, tenían buenos trabajos y un posición económica buena.

Daniel ese día conoció a sus padres. Lucy, una joven señora de 28 años, cabello negro opaco, ojos café claros, abogada con una reputación buena, labios carnosos y una sonrisa linda; por parte del hombre, Rick, político respetado, un joven señor de 30 años, cabello castaño, ojos verdes, labios delgados y un poco carnoso, y un físico trabajado.