Berry abrió los ojos lentamente, el sol y el viento se filtraban por el espacio en la ventana que no había podido cerrar, el marco estaba oxidado así que hacía un chirrido horripilante cada vez que intentaba abrirla y cerrarla.
Se preguntaba por qué no escuchaba ningún ruido afuera, estaba seguro de que era bastante tarde como para que los otros tontos hicieran su escandalo en el comedor, quizá las paredes eran muy gruesas, aunque tampoco estaba escuchaba ningún ave. ¿No se supone que era un campamento en el bosque?
No quería levantarse y tener que enfrentar otro horrible día con esos idiotas, su cama era muy cómoda y caliente. De alguna forma, sentía un peso extra a su lado dando a la cama un calor extra, sin mencionar la humedad.
Pestañeó, perplejo.
Tanteó el lado vacío de su cama sintiendo toda la humedad cubriéndole hasta las uñas, se giró rápidamente con una expresión de asco que inmediatamente cambió a una de horror al ver la enorme mancha de sangre cubriendo su cama y goteando de su mano.
Se incorporó de un salto sintiendo el frío en su espalda. Toda su camisa estaba empapada y la mancha se extendía por cada esquina, su cama prácticamente era la escena de un crimen violento y sangriento.
Apenas pudo respirar, pero sus movimientos fueron rápidos mientras buscaba alguna herida en su propio cuerpo, se sacó la camisa descubriendo que se encontraba completamente bien.
Tomó la manta, la cual era más pesada ahora por toda la sangre que absorbió, la tiró al suelo y así descubrió el cuerpo degollado del zorro ocupando el espacio a su lado. Berry estaba estupefacto, ni siquiera pudo emitir un sonido o un jadeo por la impresión, el anima todavía estaba vivo.
Aún agonizaba en ese colchón empapado por su propia sangre.
Se fijo en el resto de la habitación, alguien se había encargado de manchar cada rincón con la sangre e incluso escribir mensajes que apenas podían leerse en las paredes.
— ¡Mierda! — Gritó, retrocediendo hasta caer.
El azote contra el suelo apenas y lo sintió, sus extremidades estaban temblorosas, pero todavía pudo correr hacia la puerta, sin embargo, no pudo abrir. El seguro estaba roto así que no podía quitarlo por mucho que intentara, detrás de él escuchaba los gimoteos y gorgojeos del animal ahogándose con su propia sangre.
Pateó y forcejeó con la puerta hasta que por fin se abrió impulsándolo hacia adelante hasta chocar con la puerta de la habitación frente a la suya. Trató de apoyarse en la madera para levantarse, pero apenas colocó su mano volvió a caer, esta vez dentro de la habitación.
Dream lo miró desde arriba bastante fastidiado, todo su alboroto lo había despertado, desde sus gritos hasta el golpe que se dio contra su puerta. Estuvo a punto de gritarle, pero en cuanto sus ojos capturaron los rastros de sangre en sus brazos y espalda reprimió su coraje por completo, se hincó y con una velocidad impresionante lo levantó.
— ¡¿Qué te pasó?! — Exclamó. Blueberry peleaba tratando de zafarse de la exhaustiva revisión que hacía el rubio en su cuerpo buscando heridas graves.
— ¡Nada, nada! ¡A mi nada! —Dream le levantó el rostro, revisó su cuello quedando completamente confundido al no encontrar ni un solo rasguño. —Hay un animal...muerto en mi cama. — Dream quedó estático con su declaración.
Lo primero que pensó es que quizá había tenido una pesadilla, pero la sangre estaba fresca y se veía muy real.
— ¿Un animal muerto?
— ¡Sí! ¡Alguien lo puso ahí! — Sus manos apretaron la camiseta del rubio tirando de ella como muestra de su desesperación.
— ¿...?
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Tonight ↠ Sanscest
Fanfiction❝No importa que tan cansado estés, sigamos bailando hasta que nos sangren los pies.❞ Fueron obligados a permanecer en aquel sitio en donde serían juzgados uno a uno por sus errores, y sus vidas servirían para cobrar las deudas que dejaron pendientes...