La Luna y el Sol eran dos demonios muy poderosos de la octava dimensión, Sol tenía el poder del fuego, podía arder tanto que era capaz de destruir un planeta entero y desaparecerlo por completo sin dejar ni siquiera las cenizas, Sol era un demonio de fuego, de luz, y de la misma manera, que podía causar tanta destrucción con su calor, también podía llenar de vida hasta al ser vivo más triste y decaído, proporcionaba energía con su calor, podía sanar, iluminar cielos enteros y otorgar fuerza a cualquiera.
Luna tenía el poder de obscurecer cielos enteros, convertía todo en tinieblas, llenaba de incertidumbre y miedo hasta al guerrero más fuerte, Luna con su poder podía abrir y cerrar los portales de todas las dimensiones y su poder mágico junto con el de Sol era el más fuerte del de todos los demonios, ángeles y espíritus, pero también tenía su lado amable, podía traer paz, silencio y mucha calma, Luna al contrario de Sol era un demonio de obscuridad.
Podríamos decir que Luna y Sol eran los seres más poderosos de las ocho dimensiones, pero aunque posean tanto poder no eran tan poderosos como la Muerte, el rey de todas las dimensiones...
Para los que leyeron la primera parte de la historia aquí va la segunda parte...La Muerte tomando en cuenta el poder de estos demonios eligió a Luna y Sol para gobernar la dimensión tres que después tomó el nombre de Tierra, ellos gobernarían desde el cielo con sabiduría y sus poderes se complementarian creando el día y la noche.
Luna y Sol crearon todo un reino en el cielo, durante el tiempo que cada uno gobernaba se encargaron de cerras los portales que se mantenían abiertos de todas las dimensiones, expulsando a los seres que no pertenecían a la dimensión tres, las estrellas que eran seres que vivían en el cielo antes de que Sol y Luna se convirtieran en reyes bajaron a Tierra a expulsar a todos los espíritus que deambulaban por ahí causando estragos y caos, ahora que tenían el respaldo de dos poderosos seres ayudándolos no tenían de que temer, las estrellas decidieron ayudarlos a vigilar desde el cielo y se expandieron por todos lados asegurándose de que no quede ningún lugar desprotegido...El tiempo pasaba y la dimensión tres empezaba a recuperarse de todo el caos que los otros espíritus habían dejado, la vida volvía a desarrollarse y todo empezaba a tener orden y equilibrio nuevamente, y mientras todo iba empezando a tener paz Luna y Sol decidieron tener un hijo que comparta con ellos todo su reinado, Sol anunció a las estrellas que Luna estaba embarazada las estrellas con alegría felicitaron a los reyes del cielo.
La Muerte al estar enterado del deseo de los reyes en recompensa por haber reinado de manera correcta todo ese tiempo decidió otorgarle la vida a su futuro hijo en persona. La Muerte apareció en la seremonia que las estrellas organizaron para los reyes, al aparecer, Luna, Sol y las estrellas se inclinaron con respeto, haciendo una reverencia hacia su dios.
-Es un gran honor tenerlo aquí señor. - dijo Sol acercándose hacia la Muerte.
-El honor es mío. - respondió
La Muerte se detuvo en el centro de todos, levantó su cetro y dijo:
-Los reyes han hecho un trabajo impecable en la dimensión tres, cielo y tierra se encuentran separados, los portales se mantienen cerrados, la vida de esta dimensión se mantiene en armonía, liberaron a las estrellas que alguna vez fueron dueñas de esta dimensión y terminaron escondiéndose en el cielo, y les brindaron un lugar en el firmamento Luna y Sol han logrado aún más de lo que esperaba, por eso y más en agradecimiento decidí venir en persona a obsequiarles la vida de su futuro hijo y el alma que este llevará consigo.
Después de decir esto la Muerte abrió su mano haciendo brotar de ella una flor roja, esta era la vida y dentro de ella había una luz dorada muy pequeñita que estaba casi oculta entre sus pétalos, esta pequeña luz era el alma de la criatura, dio un soplo suave y esta flor cerró sus pétalos al mismo tiempo que volaba hacia el vientre de Luna, de pronto su vientre tuvo un color rojizo en el centro en forma de flor, que lentamente fue desapareciendo, después de esto la Muerte se desvaneció lentamente y las estrellas celebraron la nueva vida que se encontraba en el vientre de Luna, esta ceremonia tomó el nombre de * la Luna roja *
Para conmemorar el día en el que Luna se convirtió en madre. Desde aquel momento en la tierra cada vez que la Luna se vuelve roja es porque las estrellas están recordando el momento en el que Luna se convirtió en madre después de que la Muerte le dio el soplo de la vida.
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Crónicas ocultas
Fantasy¿Y si la Muerte fuera el dios creador de todo lo que conocemos? Este es un mundo en el que todo está en las manos de la muerte, se cuentan historias cecretas del mundo que se han mantenido ocultas y enterradas en las profundidades del inframundo. L...