"Miradas"

2K 185 17
                                    

CAPÍTULO 2

Temo siempre había estado inconforme con su físico y era aún más incómodo para él tener que desvestirse frente a sus compañeros de clase mientras tomaban una ducha por tanto sudar durante las prácticas de baloncesto

Ciertamente para Temo era no sólo incómodo el estar desnudo frente a los chicos si no también sentía nervios de que ciertas cosas pudieran pasar, podría comenzar a ponerse nervioso y una parte en su entrepierna podría comenzar a marcarse en su ropa interior y todos descubrirán su atracción hacia los hombres

Si bien Temo no podía usar la violencia para defenderse mejor había utilizado su brillante mente para ingeniarse un modo de evitar estar en horrible situación, ya era su segundo año en la preparatoria y había organizado su horario de clases para tener 30 minutos libres después de que todos terminaran de ducharse para no tener que estar en el mismo espacio que ellos

Así que terminando el entrenamiento Temo se quitaba sus prendas sudadas y esperaba a que todos salieran para poder bañarse sin preocupaciones,lo único que hacía era cambiarse de ropa y esperar

Normalmente Temo solo miraba en dirección a su casillero sin importarle que el chico más sexy de la escuela estaba detrás de él con su uniforme de deportes ligeramente mojado y pegado a su marcado abdomen resaltando cada parte de su torso

Temo nunca supo que mientras se desvestía tenía sobre él la mirada de uno de los chicos, más en específico la de Aristóteles, por alguna razón el joven de cabello negro y rizado no dejaba de mirar cómo el joven López levantaba su camisa y dejaba expuesta su blanca y tersa piel al aire, le causaba fascinación ver cómo sujetaba y deslizaba hacia abajo de sus caderas el short del equipo dejándolo solamente en esos ajustados calzoncillos de lycra logrando que resaltarán sus piernas y su hermoso y bien torneado trasero

A Temo nunca le había cruzado por la cabeza la idea de que hubieran más chicos con sus preferencias en la escuela, y si fuera así ninguno se fijaría en él seguramente de un modo u otro nunca se había imaginado que el chico que más lo detestaba estaría sintiendo una cierta curiosidad por probar el sabor de su piel

Y a decir verdad Aristóteles nunca había demostrado su curiosidad por estar con otro chico y nunca se había sospechado pues había estado con chicas pero por alguna razón no se quedaba con ninguna de ellas

Todo siempre en la escuela transcurría con normalidad, todos los típicos heterosexuales se encargaban de hacer tonterías para probar su hombría, las niñas siempre procurando verse bien y mientras todo ocurría como debía los compañeros de Temo habían terminado su ducha y se dirigían de regreso a sus clases pero Aristóteles se había dado cuenta de que uno de los chicos hacia falta por lo cual regresó a los vestidores a buscar a él Joven López

Quedando a centímetros de la puerta por uno de los espejos pudo observar la piel de Cuahutémoc completamente expuesta y todo lo que hasta hace poco había estado a la imaginación ahora mismo lo tenía frente a sus ojos

Temo no había prestado atención pues estaba demasiado apresurado frotando cada parte de su cuerpo con el jabón de baño y masajeando su cabello con su shampoo de manzanilla que era un olor característico de él

Ante esta sensación de erotismo por tan agradable vista y por la sensación de los dulces olores del joven López el miembro de Aristóteles comenzaba a crecer apretándose entre las paredes de su ropa interior a lo cual decidió por atender su erección, mientras estaba en la puerta introdujo su mano en su pantalón jugando levemente con su pene semierecto

Mientras realizaba esta acción Aristóteles podía sentir como el líquido preseminal se hacía presente dejando un poco mojada su mano y al mismo tiempo su ropa, cada vez la fricción aumentaba y Aristóteles ya estaba desesperado por terminar pero una gran sorpresa se hizo presente pues a poco de eyacular vio que Temo había cerrado la llave y se daría vuelta en cualquier momento

Apresurado dejo de acariciar su miembro y se acomodó la ropa tratando de salir lo más rápido posible pero ya era tarde pues Temo ya lo había visto a lo cual no sabía cuánto tiempo llevaba ahí con exactitud pero solo lanzo una pregunta al aire

-¿¡Qué haces aquí Aristóteles!? -Dijo demasiado exaltado mientras sujetaba con sus manos la toalla que cubría desde su cintura hasta abajo
-No te ví en el salón cabeza hueca y cómo siempre se te arrojan chicas creí que estarías besándote con alguna -Un pretexto algo estúpido de parte de Aristóteles pues temo nunca haría algo así
-Perdóname Aristóteles pero no yo juego con los sentimientos de los demás para obtener lo que quiero, no soy como tú -Temo ya se mostraba molesto pues aparte de estar espiando el rizado también hablaba mentiras sobre el
-Pues yo sé muy bien lo que quiero y siempre voy a hacer lo que sea necesario para obtenerlo, y no tienes que dejar en claro que somos diferentes por qué eso está más que claro
-¿A qué te refieres ?
-Me refiero a que andas por ahí pretendiendo ser inocente tratando a las niñas con mucha amabilidad pero no me convences, se que detrás de esa cara de ángel existe alguien con muchos deseos -Mientras la conversación se volvía más intensa se acercaban más el uno al otro
-No sabes nada sobre mi, ni sobre lo que quiero y mucho menos sobre lo que deseo
-Apuesto a que eres un diablillo lleno de perversión -Temo trato de guardar la calma pero no pudo y solo respondió sin pensar
-Perversión ?, No Aristóteles a mí no me gusta ver a los demás desnudos sin su consentimiento -Aristóteles sintió muchos nervios pero no le importo solo respondió de forma altanera
-Debí pedirte permiso para observarte ? -Le sonrió coqueto y después lo miró como si buscara un reto
-Solo no te vuelvas a acercar a mi
-Lo que digas -Antes de irse y contradiciendo a él menor se acercó a él y le dió un largo beso en los labios mientras ponía sus manos en su pecho y al terminar dejaba besos en su cuello, acto que le fascino a Temo y solo se dejó llevar olvidando lo que acababa de decirle a Aristóteles quien antes de salir le susurró
-A mi nadie me dice que hacer López

Sin duda Temo había quedado muy confundido y al mundo tiempo le encantaba que Aristóteles fuera tan atrevido y tan descarado pero ahora más que todo el encanto el y Aristóteles tenían las emociones revueltas

I Don't Want Heaven -ARISTEMO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora