"Esto Es Lo Que Soy

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CAPITULO 7

La situación se complicaba conforme el tiempo se esparcía por toda la habitación llenando a Temo de inseguridad y una gran presión en el pecho cada vez que en los labios de su padre resonaba la misma pregunta 

Lo único que Francisco López quería saber era si aquel sentimiento o aquello que sospechaba sin haber tenido previo conocimiento era verdad, ya que aún sin saberlo sabía que su hijo había estado con alguien la noche anterior pero aún algo no conectaba en dicho rompecabezas que recién se armaba en su cabeza y dicha pieza faltante era, con quien había estado su hijo

-Solo estamos tu y yo aquí Temo puedes decirme
-Lo único que él intentaba hacer era reconstruir aquella confianza que se había perdido desde hace tiempo 

-Esque no… -Temo no dejaba de tartamudear y fruncir los labios como si algo no lo dejara liberarse -No creo que la idea de con quién estaba te guste

-Da igual si me gusta o no solo quiero saber qué es lo que está pasando llevas días mintiendo hijo y creo que merezco saber la verdad

El pequeño López trataba de escuchar lo que su corazón le decía dejando a un lado todos aquellos temores que durante la mayor parte de su vida lo habían acompañado no permitiendo que se volviera la persona que estaba destinada a ser, justo mientras su mente divagaba pensando en lo que debía hacer recordó a alguien que desde hace tiempo le había dado razones para ser valiente ante el mundo… Aristóteles

Aquel joven de cabello rizado era él único por el cual sin cuestionar ni mirar hacia donde iba se sentiría protegido, se sentía amado aún que el otro nunca lo admitiera, sentía que tenía una razón por la cual ser valiente, incluso pensaba que aquella liberación podría llevarlo hasta un futuro perfecto en el cual era feliz a su lado

Así como estaba seguro que debía ser valiente por alguien también sabía que si esa persona no lo era por él la única persona que nunca lo abandonaría en todo el mundo y lo protegería más que a su propia vida era su padre, así como lo hizo durante 18 años sin nunca esperar nada a cambio, la felicidad de su hijo lo era todo y el hecho de que fuera lo opuesto a lo que su padre esperaba no lo hacía un mal hijo o una mala persona, contrario a eso lo transformaba en la mejor versión de sí mismo 

Temo no dejaba de preguntarse si era lo correcto pero justo ahora ya no le importaba que era lo que estaba bien y que era lo que estaba mal, solo quería liberarse de la horrible e incesante dolor que le causaba tener que fingir ser alguien más, el tener que pretender cada uno de sus días que era igual que los demás cuando en el fondo estaba desesperado por cumplir cada uno de sus sueños en donde para cumplirlos ya no debía de preocuparse por cada una de sus acciones o de sus palabras ya que únicamente debía preocuparse de su felicidad

Todo esto parecía transcurrir demasiado despacio ya que la respiración de Temo seguía de forma tranquila y en un parpadeo toda su vida fue puesta frente a sus ojos, se veía a sí mismo desde los ojos de los demás o lo que esperaban de el y sin dudas no dejaba de notar los cambios en su vida, las cosas habían sido mucho más fáciles cuando no llevaba puesta una etiqueta o eran menos complicadas cuando la única preocupación que tenía era ser feliz

Por más que intentaba nunca encontró el momento en su vida en el que tuvo que esconderse, el momento en el que la luz de su vida lo había abandonado y habían tornado todo de un color gris, pero justo cuando su cabeza no dejaba de dar vueltas buscando ese momento todo fue muy claro, y ahora se veía a sí mismo en aquel momento que lo había cambiado todo

Víno a su memoria aquel día en el que regresaba a casa tomado de la mano se su mejor amigo justo antes de experimentar un poco de la amargura y aquella oscuridad que el mundo tenía al haber sido víctima de dos chicos por el simple hecho de ser un "rarito" a como ellos lo habían llamado, aquella tarde luego de ser golpeado repetidas veces hasta no poder resistir más Temo se levantó del suelo para después ayudar a Diego quien lo abrazó y besó su mejilla tratando de hacerlo sentir mejor para después ambos regresar a casa como pudieran, Diego lo había asimilado bien pero desde ese instante el temor y la angustia de que volviera a ser lastimado o que lastimaran a alguien que le importaba creció dentro de el pequeño Cuauhtémoc y nunca más volvió a expresar afecto por alguien de su mismo género

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⏰ Última actualización: Oct 29, 2019 ⏰

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