Aún recuerdo como si hubiera sucedido ayer cuando vi por última vez aquella linda mujer,
la que me dio la vida, la cual por ella daría,
no te imaginas lo ansioso que estoy de volver a ver tu cara de alegría,
llenarte de besos, abrazos, relatos y llorar en tu regazo.
Aún caen mis lágrimas cada que sueño o recuerdo aquellos momentos maravillosos llenos de risas, gritos, cuentos graciosos,
enojos, peleas, regaños, historias locas y relatos hermosos.
Me hubiera gustado saber cuando sería el último abrazo,
para no haberte soltado de mis brazos.
Te ame ayer, hoy y te amare mañana,
y así hasta el día de mi muerte, madre amada.
