Con más de treinta años, un trabajo estable y una vida como siempre la imaginó, Jung HoSeok creía tenerlo todo. Pero tal parecía que aquello no era más que una ilusión que comenzó a verse consumida cuando notó que algo le hacía falta. Algo que inclu...
Sonrió a la omega a su frente y le dio una paleta a cada uno de los pequeños lobeznos que venían con ella.
— Muchas gracias, doctor — Ella sonrió levemente — bebés — Llamó la fémina a sus criaturas — Despídanse del doctor Hoseokie — dos de los pequeños se despidieron pronunciando pequeños adioses y el tercero simplemente sacudió la manita, para así, salir del consultorio.
Hanie, la enfermera asistente del alfa, anunció su siguiente cita, HoSeok suspiro afirmando con la cabeza, a la vez que abría una nueva nota en la computadora a su lado, sus dedos largos palparon la madera debajo haciendo un leve sonido mientas esperaba a quién fuera su siguiente paciente.
Entonces la puerta fue abierta por Hanie, a la vez que un pequeño chico pálido entraba a su vista cargando a un cachorro consigo.
— Gracias — Sonrió este a Hanie haciendo una leve venida, entonces los ojos del aparente beta se posaron en HoSeok, a quién le regalo una sonrisa de encías y se aproximaba con paso lento. El alfa le contempló unos segundos y luego le sonrió de lleno.
— Soy Jung HoSeok — Saludo, mientras el chico se sentaba dejando un bolso a su lado y acomodaba al bebé en sus piernas.
— Hola, si — Sonrió sin enseñar los dientes — He escuchado cosas de usted, doctor — El bebé se removió en el pecho del pálido, este siseo un tanto al pequeño y luego regreso su atención al frente, extendiendo su mano para que HoSeok la estrechara — Soy Min YoonGi. — El alfa sonrió como era su costumbre, sintió un leve cosquilleo al tocar ambas manos juntas, pero no le incomodo, los dedos del chico eran largos y delgados.
— Min YoonGi...— Repitió — Es un gusto, y dime ... ¿En qué puedo ayudarte? — YoonGi miro al bebé y luego regreso su vista a HoSeok.
— Bueno, solo es una revisión para él, uh, ¿rutina? — Suspiro — Solo quiero verificar que esté bien — Sonrió y rebuscó algo en el bolso que reposaba en el suelo. — Este es el historial de comprobaciones y datos personales. — Mencionó extendiendo la carpeta.
HoSeok tomo aquello entre sus manos y posteriormente lo abrió, leyendo de manera serena, le pareció un tanto extraño que el chico decidiera cambiar de pediatra; sin embargo, no indagó en ello.
— Kim MoonBin, es un lindo nombre — Mencionó HoSeok, YoonGi miro al bebé y sonrió. — Cuatro meses y medio... — Murmuro — Parece más pequeño — Observó al cachorro entonces y el rostro de YoonGi cayó un poco.
— ¿Lo parece? ¿Eso es malo? — La manera en la que el pálido sostuvo al cachorro más contra sí mismo, de alguna extraña manera, le pareció dulce y satisfactorio, los omegas usualmente eran más afectuosos que los beta debido a su instinto arcaico, por lo que la acción fue un tanto más sorprendente. Suspiro y dejo aún lado de la carpeta.
— No, realmente, he leído bien, y su alimentación es buena, parece ser un cachorro muy bien cuidado y alimentado, lo más probable es que el solo sea pequeño y eso es todo. — Le sonrió tranquilo, YoonGi asintió apretujando los labios.
HoSeok se paro de su escritorio y acomodó mejor sus lentes, a la vez que invitaba con la mano a YoonGi a que le siguiera hacia su derecha, donde estaba la camilla y otros muchos artefactos. YoonGi lo hizo, colocando a MoonBin recostado en su hombro.
— Primero mediremos su peso y estatura. — señaló el alfa, YoonGi asintió, a su vez, que llevaba al bebé hacia la pequeña báscula que el médico le había señalado. Midieron su longitud con un metro en forma de jirafa, que a YoonGi le causó ternura. MoonBin estuvo tranquilo durante todas las pruebas, mirando a YoonGi, quién en leves susurros le decía palabras dulces para distraer al bebe. HoSeok debió admitir que aquello le apreció sumamente lindo, había visto cosas similares con otras madres y sus cachorros, pero no algo igual como lo de YoonGi, este parecía endulzar al pequeño bebé transmitiéndole tranquilidad para que no llorase...
— MoonBin toma leche materna aún, ¿no es así? — Cuestionó HoSeok después de los exámenes, a su vez que escribía un par de cosas en una libreta.
— Sí, he intentado darle un suplemento, pero lo rechaza y ... — YoonGi paro un segundo — Me rompería el corazón no amamantarlo — HoSeok paro un segundo de escribir y miro desde abajo a YoonGi.
— Eres omega — HoSeok afirmo, YoonGi asintió. De pronto, ya no le pareció tan sorprendente la actitud tan afectiva del chico; sin embargo, conservo el pensamiento tierno por el.
— Uh, yo... Uso mucho neutralizador... — Se mostró un poco incómodo, HoSeok lo comprendía; sin embargo, suspiro retirando sus lentes y haciendo una mueca.
— Tendrás que cambiar de neutralizador — HoSeok le dijo — No es malo que lo utilices... Pero para el bebé puede ser un problema, — Apretujo los labios pensando por un momento. — ¿sabes? Los cachorros necesitan mucho del aroma materno y al usar esa cantidad de neutralizante, puedes llegar a inquietarlo, ¿me explico? — YoonGi abrió la boca y rápidamente boqueo sin emitir sonido, asintió un poco después. El bebé en su cuello descansaba entre suspiros suaves. — No te preocupes, ¿bien? — Le sonrió como solo el sabía hacerlo.
— Bueno, no me siento muy bien al enterarme de que quizás el aerosol que uso dañe a mi bebé — Hizo una mueca, HoSeok se paro de su silla y comenzó a caminar con paso lento hacia el chico.
— Tranquilo... No ha pasado nada malo, únicamente cambia de neutralizante y listo, ya está — Le sonrió, a la vez que sin poderlo evitar apretujaba su hombro, aquel donde no descansaba el bebé. YoonGi le miro fijamente y el sin poderlo evitar... Pareció ido un momento en sus orbes tan opacos como las nubes llenas de agua, el tiempo transcurrió como una cascada; sin embargo, la confusión del omega era lo único que podía percibir en un cielo donde deseo seguir volando. Entonces, tuvo que dejarse caer sin paracaídas cuando MoonBin gimoteo hambriento y la total atención del omega fue a su cachorro.
A HoSeok le tembló la mano que sostuvo el hombro contrario, negando con suavidad mientras se disculpaba con una sonrisa, alego que "no se había dado cuenta de que le incómodo" y entre indicaciones simples redacto la receta, entregándosela con otra sonrisa tranquilizadora. YoonGi salió del lugar con el rostro sereno, pudo escuchar perfectamente como este siseaba al pequeño hasta que su voz se hizo inaudible detrás de la madera y Hanie le abría la puerta a su paciente siguiente.
Editado: 14.06.2022
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
