Capítulo dos

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Terminó de aplicar crema de olor suave en la blanca piel del cachorro inquieto. Acomodó el overol de mickey mouse sobre el suéter color naranja y justo después de asegurarse de que el bebé estuviese caliente y cómodo, le tomó entre sus brazos, dejándole reposar en su hombro como un tierno koala.

YoonGi suspiro a gusto. MoonBin era un cachorro que dormía bastante bien, él no tenía problema al momento de una siesta o durante la noche; sin embargo, había descubierto que la temporada de lluvia que estaba bañando Seúl, ponía agripado al pequeño, quién con un poco de fiebre sorbía su nariz con algo de fuerza.

— KiHyun — El mencionado se asomó por una de las puertas del pasillo. MoonBin estornudó y el otro omega se aproximó al marco de la puerta sin demora.

— Oh, parece que alguien está enfermito — Susurro KiHyun con una suave mueca, a la vez que YoonGi sobaba la espalda de su bebé.

— ¿Crees que debería llevarlo antes donde el pediatra? — Se escuchó a MoonBin aspirar mocoso nuevamente — Anoche no tenía fiebre... pero no estoy seguro de ahora. — Se mordió el labio. KiHyun se acercó a él y toco la frente del cachorro. Hizo una mueca poco después.

— Bueno, está algo caliente, a las once y media es la cita, ¿verdad? — YoonGi asintió, KiHyun suspiro viendo apacible a su menor. — Trata de relajarte GiGi, faltan un par de horas — Acarició los cabellos oscuros del omega con expresión complicada. — MoonBin es un bebé sano, el clima está frío y es normal tener un resfriado.

— Ya sé, pero aun así... — Las palabras siguientes se ahogaron en su garganta mientras el timbre de la instancia hizo eco hasta donde ellos estaban. YoonGi suspiro — aun así me preocupo... Iré a ver, seguro es la Alfa Jung... — KiHyun tomó a MoonBin con cuidado y lo apego a su pecho. Los pasos de YoonGi resonaron en el piso de madera mientras se alejaba.

Observó que detrás del comunicador una hermosa mujer se asomaba esperando, el omega abrió la puerta y entonces el aroma a dominante le azotó fuerte, seguramente por el clima frío que hace que el cuerpo emita más calor del normal.

—Oh, lo siento — Habló unos segundos después la alfa. — Sé que es más temprano de lo acordado, pero... — YoonGi miró al costado de la dominante, notando un pequeño niño que apenas si se asomaba por detrás del enorme y afelpado abrigo de su madre. Miraba inseguro por todas partes mientras apretando los labios. — Bebé, él es Min YoonGi, saluda — El cachorro miro de hito a hito a su madre y luego a YoonGi.

Sus pequeños orbes tenían un destello color rosa tenue, probablemente en el futuro, aquellas esferas tiernas brillarían con el color de las amatistas delatando por completo su rasgo alfa. 

— Hola pequeño — YoonGi se agachó hasta el cachorro alfa, quien tímido tembló.— ¿Cómo te llamas? — El pálido supo que el niño no diría más cuando su rostro fue a esconderse entre la tela del abrigo que tanto apretujaba entre sus manos. Sonrió de lado y se reincorporó invitando a la mujer y a su hijo adentro. — Normalmente, abrimos a las ocho — Mencionó el omega haciendo que la fémina se sintiese mejor. Ella sonrió agradecida cuando el otro señalo un sillón y cargo a su hijo con ella mientras se sentaba.

— El lugar es bastante amplio — No pudo evitar decir mientras observaba el lugar — Me agrada bastante... Soy decoradora de interiores — Se río — perdona si estoy siendo confianzuda. — El pálido negó sonriendo. La mujer era alta, sus ojos poseían la característica amatista de dominante y cuando sonreía parecía ser que la confianza bañaba sus palabras. 

— De hecho... el sitio fue decorado por mi colega — La alfa asintió con una mirada tranquila. YoonGi le explicó un par de normas del lugar, como el horario de cierre que era las cinco de la tarde, entre algunas otras, la alfa estuvo atenta durante el tiempo necesario, entonces:

Breathe My Little |HopeGa|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora