Seguía en el aire, comencé a ver a los lados y pude ver unas alas parecidas a las de un murciélagos pero mucho más grandes de un color azul intenso que desde lejos podría verse como negro, seguía aferrada a las garras, estaba aún temblando ahora por el frio que sentía y el miedo, mi largo cabello no me dejaba ver muy bien ya que lo tenía todo en la cara aunque no estaba llorando, tenía miedo de lo que podría pasarme.
Mire hacia abajo y no fue muy buena idea ya que me entraron nauseas, podía ver las ciudades que pasábamos desde aquí, el techo de las casas y las nubes, esto era increíble, aunque presentía que si seguíamos volando iba a vomitar.
Pasamos por encima de un bosque, había una hermosa cascada, el dragón siguió volando acercándose más a la cascada, como si la fuera atravesar…
-¡Para! ¡Para! Comencé a gritar al ver que nos íbamos a estrellar contra la cascada pero lo único que hizo fue mojarme ya que la atravesamos como si de una puerta se tratara, aunque termine toda mojada con agua helada y ahora temblaba más y me estaba congelando fue increíble.
A lo lejos pude observar un gran castillo de piedra, cuando estábamos lo suficientemente cerca el dragón entro por una gran puerta abierta en la parte más alta del castillo y cuando mis pies tocaron el suelo me soltó y yo caí de rodillas, me abrazaba a mí misma mientras seguía temblando.
-¿Por-Por Qué me Trajis-jis-tes aquí? Dije no estaba nerviosa, solo tenía demasiado frio, el vestido que tenía puesto se pegaba a mi piel haciendo que tuviera más frio, el dragón no respondió obviamente, solo abrió su boca y escupió una bola de fuego que venía hacia a mí.
Yo solo me tire al suelo y cuando vi, solo había encendido una enorme chimenea que tenía en ese salón, me sentí avergonzada y estúpida, me acerque como pude al dragón y tome su rostro en mis manos, nos mirábamos fijamente, sus ojos eran pequeños en comparación a todo su cuerpo, eran azules como el cielo y se podía notar una gran tristeza en ellos, su cara era como la de un cocodrilo pero menos alargada y encima de su cabeza tenía unos cuernos un poco curveados y unas orejas grandes y puntiagudas y tenía todo el cuerpo cubierto de escamas.
Aun sostenía su rostro entre mis mano, me encontraba de pie aunque no sentía mis piernas ya, con mi dedo índice comencé a tocar su rostro comencé desde uno de los orificios nasales hasta su ojos, este los tenia cerrado y yo seguía tocando su rostro, sentía curiosidad por saber lo que pensaba.
-Debes haber sufrido mucho ¿cierto? Le dije con dulzura, aun no podía olvidar su intensa mirada, emanaba una tristeza muy profunda y por alguna razón esa ferocidad con los que me imaginaba a los dragones había desaparecido ahora solo me dejaba un sentimiento de incomprensión.
-No sabes cuánto… Dijo pero sin abrir su boca, es como si sus pensamientos entraran directamente a mi cerebro, podía imaginar su voz grave, autoritaria y un poco ronca.
Se alejó de mí y yo estaba sorprendida, luego comenzó a caminar a la puerta y se marchó dejándome con mil dudas en mi cabeza.
MIENTRAS TANTO….
Narrado Por Dimitri:
Esa estúpida mocosa había sido capturada en su propio castillo por un dragón, ahora me encontraba en la oficina del Rey seguro me pediría alguna locura…
Yo siempre he sido unos de los más fieles guerreros del rey, jamás me ha gustado ser un Oficial por lo que nunca acepté el cargo pero me sobran las cualidades para serlo.
-Dimitri sabes que te quiero como un hijo, eres un chico valiente, apuesto, astuto, inteligente…. Comenzó a decir el rey, tenía toda la razón pero sabía que lo que estaba a punto de pedirme no iba a ser nada bueno.

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No deseo volver
FantasyHace ya mucho tiempo en un pais gobernado por un bondadosos rey, la paz ha existido desde siempre pero hace 17 años con el nacimiento de la princesa Clara comenzo la epoca de la oscuridad los temible dragones gobernaban los cielo, robaban tesoros, c...