-¿Dónde está el? – Pregunto apretando mis manos.
-No lo sé… Harry, tus manos – Dije mirándolas, las soltó y golpeo la mesa.
-Harry cálmate… - Dijo Louis tomando su mano.
-¡Ahora sí! ¡¿Qué me calme?! – Pregunto alterado - ¡¿Qué me calme cuando se que un maldito infeliz la golpeo?! – Me señalo mientras gritaba.
-Tiene todo el derecho de estar así – Dijo Zayn algo enojado.
-¡Oh, claro que lo tengo! – Dijo levantándose – Voy a enseñarle a ese desgraciado que a una mujer se le respeta – Dijo con su voz más gruesa de lo normal, mientras se dirigía a la puerta de la cocina. Con los puños cerrados.
-¡No Harry! ¡Por favor! ¡No es necesario! – Dije alcanzándolo tomando su brazo a lo cual giro.
-¡Claro que lo es! – Alzo sus brazos – ¡Mira como te dejo el rostro! – Dijo mientras tomaba mis brazos con delicadeza. Lo cual me sorprendió después de toda esa furia que emanaba.
-Si Harry, lo sé, pero ya terminamos, ya todo termino – Dije tratando de tranquilizarlo.
-No ha acabado – Dijo mirando al suelo – ¡Hasta que le destroce la cara! – Volvió a gritar dándose la vuelta.
-Ni siquiera sabes donde vive – Dijo Liam levantándose a lo cual se detuvo. Harry suspiro y se volteo a mirarme. En sus ojos se reflejaba la furia y la tristeza que sentía.
-¿Tienes más de esos? – Pregunto señalando mi rostro a lo cual asentí mirando hacia abajo. El cerro los puños con fuerza y me miro, tenía sus ojos cristalizados – Muéstramelos – Dijo con su voz quebrada.
-¿Para qué Harry? - Pregunte con mis ojos cristalizados.
-Para ver cuántas veces el te golpeo y no estuve para ti – Dijo entrecortado.
-No te lastimes Hazza – Dijo Louis levantándose.
-Quiero que lo haga – Dijo colocando una mano en su boca. Lo mire y me subí mi camisa hasta un poco más arriba de mi ombligo, dejando ver los moretones que allí se encontraba -¿Mas? – Pregunto en un sollozo. Subí mis mangas y se los mostré. De pronto vino a mí y me abrazo con fuerza. Le devolví el abrazo mientras sentía como pequeñas lágrimas caían en mis hombros. No evite llorar con él. Aun se preocupaba por mí, eso era completamente perfecto – Nunca en mi vida dejare que alguien te lastime de esa u otra forma, ¿me oyes? – Pregunto separándose y mirándome.
-Sí, Harry – Sonreí mientras lo miraba. El sonrió y seco sus lagrimas para luego secar las mías.
-No me gusta verte llorar – Dijo riendo un poco.
-A mi no me gusta verte así – Dije cerrando mis ojos sintiendo como con sus dos manos rozaba mis mejillas suavemente.
-¿Ni un golpe? – Pregunto refiriéndose a Mathew.
-No Harry, lo mejor es olvidar – Dije sonriéndole tomando su mano y sentándolo en la mesa.
-¿Tus padres saben de esto? – Pregunto Niall mirándome.
-Ellos… no – Dije mirando hacia abajo.
-¿Cómo que no? – Pregunto Harry comenzando a alterarse.
-Harry, como te dije, ellos se fueron de viaje, ellos no estaban aquí cuando eso ocurrió – Dijo tomando su brazo y se relajo.
-Está bien, pero cuando lleguen, les dirás – Dijo sonriéndome.
-¿Decirles? ¿Estás loco? Ellos no lo sabrán – Dije mirando hacia la mesa.
-No lo sé ____ (Tn), pero decirle a tus padres sería lo mejor – Dijo Louis a lo cual alce la mirada para verlo.
-Tiene razón ____ (Tn), tienen que estar pendiente, solo por si ese tipo se le ocurre ir por ti – Dijo Zayn algo preocupado y Harry se volvió a tensar.
-El nunca se va acercar a ti. Jamás. Ni hoy, ni nunca – Dijo cerrando sus puños.
-Está bien Harry, todo está bien, no te preocupes – Dije sobando su brazo y volvió a relajarse.
Luego de eso, nada se salió de control, todo fue normal. El desayuno paso tranquilo y divertido, nada de molestias. De vez en cuando Harry me veía, para luego apretar sus labios, ya que veía mis golpes a lo cual, yo le tomaba del brazo y le susurraba “todo está bien” para recibir una de sus sonrisas. Al terminar de desayunar, los chicos fueron a sus habitaciones a vestirse, para poder ir a mi casa y a la de Harry. Nuestros padres llegarían hoy, así que seguramente Gemma y yo haremos una cena de bienvenida.
-¡Listo! – Dijeron todos al unisonó mientras llegaban a la sala.
-¡Que rápido! – Exclame divertida mientras me levantaba. Nos dirigimos al primer piso, para luego ir a la camioneta. Al llegar nos acomodamos en los asientos y comenzamos a conversar de cualquier estupidez.
-¿También en la pierna? – Pregunto Harry señalando el pequeño moretón. Esto me pasa por no traer maquillaje, pensé.
-Sí, pero por favor, no te enojes Harry, este es viejo – Dije sonriéndole. El suspiro profundamente y boto todo su aire dejando salir una pequeña sonrisa. Luego de eso, el camino a casa se paso entre risas, canciones y bromas.
Al llegar nos bajamos de la camioneta. Al estar todos afuera, dirigí mi vista a mi casa. Al hacerlo me puse completamente nerviosa. Yo pensaba que todo lo malo había ocurrido, pero al parecer no. ¿Qué hace el aquí?, me pregunte a mí misma.
