"Dos pesadillas"

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Terroh

La soledad de la sala me ayudó a reflexionar con tranquilidad los diversos momentos acontecidos, lo único que fastidió ese sentimiento fue Mar-cela intentando escabullirse a la sala; no era molesta su presencia, pero no la quería ahora, quería pensar, lo necesitaba y debía. Ninguno de los recientes momento fueron de poca importancia: desde la abrupta aparición del poder de Lotius hasta Zath enojándose, me daba la sensación de haber sido bienvenido a un nuevo mundo. Uno que no esperaba encontrarme tan pronto. Aunque era necesario si quería desarrollar a Lotius, y si se debía, estaba dispuesto a entrar a aquel mundo hasta lo más profundo.

El sudor se quedaba en mí, haciéndome sentir pegajoso por todo el cuerpo, especialmente en la espalda. Comprendía la razón por la cual Zath amaba esa zona, sin embargo, yo era incapaz de simpatizar con el ambiente. Inclusive, me había desecho de la máscara, por muy apegado que fuera con ella, simplemente no iba a aguantar el calor o el sudor. Posiblemente yo era el único que estaba sufriendo.

"— De verdad me siento asqueroso — sin dudarlo por un momento más me levanté y salí de la sala — Debe de haber algo de agua afuera — caminé por el pasillo, tratando de no despertar a Mar-cela, miré dentro de la habitación vacía de Zath — ¿No se durmió? — continúe caminando hasta llegar a las afueras del templo y me quedé a un lado de un río — Al fin — me desvestí, entré al agua y procedí a limpiar cada parte que sentía asquerosa. Lavé desde el rostro hasta el estómago — Bendito yo —."

Dejé el agua y me volví a envolver en las delicadas telas. Justo cuando quise retomar el camino hacia mi sala, logré visualizar un extraño haz de luz en la sala de Lotius; suaves tonalidades rojizas salían por la ventana. Él no sabía utilizar ninguna magia de fuego y mucho menos Zath, una vela no podía generar tanta luz, y para rematar, Zath odiaba las fogatas. Quería restarle importancia al asunto, pero aquello no dejaba de rondar en mi pensamiento. Caminé con desdén hacia el interior del templo hasta quedar en el pasillo contrario al mío. Aquella luz había parado de destellar.

"— No es nada — me trataba de convencerme a mí mismo — No es necesario preocuparme — di media vuelta y entré a mi habitación — Hoy, hoy quiero dormir —."

Lotius

"— No sé... — retrocedí entre las telas, pero el cuerpo del señor Zath no me dejaba alejarme más — Terroh no está aquí —."

"— Eso lo sé — al parecer cerró la boca, ya que no veía más la luz rojiza — ¿Porqué no me dices tu nombre? Así, tal vez ya pueda saber si eres un niño o niña — negué con mi cabeza — ¿Porqué no? —."

"— ¿Cómo ve en la oscuridad? — me sentía desprotegido, él podía verme muy bien sin la luz."

"— Es de mala educación responder una pregunta con otra, ¿sabes? —."

"— Es de mala educación interrumpir en habitaciones ajenas — todo mi cuerpo temblaba debajo de las telas, sin embargo, trataba de que mi voz se mantuviera estable."

"— Tienes la misma costumbre de responder de tu papi Terroh, eso es molesto — noté una mano rasposa tocar mi cabello, por impulso me escondí entre las sábanas y la capa del señor Zath — Oye, ¿porqué te escondes?, Estábamos hablando muy a gusto — palmeó mi cabeza por arriba de mi escondite — ¿Me tienes miedo? —."

"— ¡No!, No eres real — nadie podía estar en el templo de alguien más sin su permiso — ¡Eres una pesadilla, eso eres! — me enrosqué en mi cuerpo y tapé mis oídos — Vete, pesadilla, vete —."

"— ¿Y si soy una pesadilla buena? — tomó la sábana y la fue arrastrando hasta quitármela por completo — Me quiero quedar, es muy agradable aquí — dejé de sentir la capa sobre mía, traté de enroscarme con mayor fuerza pero unas enormes manos rasposas me detuvieron y me obligaban a salir de mi escondite — Vamos, realmente quiero saber si eres hombre o mujer —."

Tatuajes floreados, máscaras nuevas [pausada]Where stories live. Discover now