4.-En una cita

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Yugi sonreía de oreja a oreja, caminaban por la feria en silencio, muy cerca el uno del otro, pero sin tocarse. Yugi abrazaba un Marshmallon de peluche que Atem había ganado para él en los duelos igualados, enfrentándose con su baraja en un duelo tradicional al dueño de uno de los juegos de destreza. Minutos atrás se había topado con el mejor amigo de Yugi, Judai Yuki, en las mesas de duelo, enfrentándose a Yusei Fudo, pero no se habían quedado mucho tiempo con ellos, querían seguir con su...

Atem le dedicó una mirada de reojo a Yugi cuando lo escuchó suspirar, sonrió pasando un brazo por sus hombros y lo atrajo hacia sí, consiguiendo que el pequeño se sonrojara. Era su primera cita.

—Ne, Yugi... —Murmuró Atem sonriendo con la vista fija al frente. —¿Te gustan los clichés clásicos?

Yugi no comprendió la pregunta hasta que vio la rueda de la fortuna, la más alta de todo el parque, alzándose orgullosa justo al centro. Yugi asintió mirando de reojo al egipcio y ensanchó la sonrisa cuando lo encaminó hacia la rueda, sospechando qué venía a continuación. No tuvo oportunidad de pagar su boleto, Atem no lo dejó.

En unos minutos ya estaban en la parte más alta de la rueda, observando todo el parque, sentados lado a lado, muy cerca, muy cerca. Sintiendo el calor del otro. Observando las estrellas...

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4.-En una cita

Perdón, esta entrega será especial dividida en dos partes, cumpliendo con el reto 4 y 5. No me odien jaja.

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Yusei había salido serio, con expresión hosca en el rostro, Judai reía a carcajadas. Iban saliendo de la casa del terror que el parque tenía, y el azabache tenía que admitir que tanto los maquillajes como las ambientaciones eran muy buenas. No había querido negarle ese placer a Judai, después de todo, él lo había invitado a la feria, podía cumplir un par de caprichos del castaño.

Sonrió, no le quedó de otra más que unirse a la diversión del muchacho, a los pocos minutos ya lo había contagiado con sus carcajadas, se reían juntos.

—Tu cara no tuvo precio. —Dijo Judai cuando por fin se calmó un poco.

—Yo qué sabía que salían también por atrás de nosotros. —Se quejó el azabache recordando que en el último tramo les habían gritado por atrás, azotando una sierra contra las paredes y cadenas, consiguiendo que el azabache soltara un grito corto y contenido antes de empujar a Judai para salir corriendo.

—Tengo una idea. —Soltó Judai observando a la distancia las mesas de los juegos, identificando tableros de duelos. —Te apuesto a que puedo ganarte.

Yusei sonrió cuando Judai sacó su mazo.

—¿Qué me voy a ganar cuando te venza?

—Un beso.  

Diez días con tu ship (puzzleshipping y Starshipping)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora