Condena

94 7 1
                                    

-¡Emilia Corado!
-Zack Corado...-corregía en voz baja al escuchar al juez dirigirse a mi con ese nombre
-hay pruebas de que usted ha colaborado en un doble homicidio junto a Jin Riaza, ¿hay algo que quiera negar?- las esposas me hacían daño a las muñecas, las acomodaba para encontrar un punto sin dolor. Jin permanecía en silencio sin emitir palabra alguna al otro lado de la sala, como le odié aquel día...
No podía negar nada, no tenía pruebas, realmente había colaborado en un intento de ocultar cadaveres, así que pensé que no valía la pena
-No... -dije en voz baja pero entendible -no tengo nada que negar... he colaborado en el intento de ocultar dos cadaveres...- se me rompió el corazón al escuchar los llantos de mi madre al otro lado de la sala.
-Señor!- gritó Jin -No te he dado permiso para hablar- advirtió el juez- Lo siento pero debo decir que Zack no estuvo involucrado por qué quisiera, nisiquiera nos conocem- un portazo interrumpió a Jin
-perdonen la interrupción, pero me temo que debemos pasar al siguiente juzgado- dijo una mujer interrumpiendo la sesión
-ya estamos terminando, gracias por el aviso- tras esas palabras del juez, La mujer salió por donde entró. Yo me mantenía cabizbajo, no quería mirar a nadie, ni escuchar a nadie, solo quería estrangular a ese maldito...
-Emilia Corado
-¡ZACK!- grité sin apartar la mirada del suelo. Me arrepiento de no haber luchado por mis papeles la verdad, pero supongo que en mi vida aquello no tendría importancia hasta aquel día.
-bien, Zack Corado, tú y tu amigo tendréis 20 años de prisión -dijo mientras golpeaba con su mállete la mesa
-SEÑOR ESTO ESTÁ MAL- gritó mi madre -¡ESTOY 100% SEGURA DE QUE MI HIJO NO ES UN ASESINO! ¡YO NO CRIÉ NINGÚN DELINCUENTE!
-señora, respete el turno de palabra
-NO VOY A RESPETAR NADA HASTA QUE NO SUELTEN A MI HIJO -fué lo último que escuché, ya que en ese momento nos sacaron de la sala, la sesión había terminado.

Me habría gustado cambiar mis papeles, pero nunca me dejaron, fuimos una vez mi madre y yo a cambiar mi nombre y sexo, pero me tocó un gilipollas transfobo atendiendo, comenzando a decir que ese no es motivo para cambiarme el nombre y no sé qué más mierda salió por su boca, no lo dijo literal, pero comenzó a inventarse requisitos para que me sea imposible cambiármelo, y pensé que tal vez no importara tanto, que podría vivir con ello, pero en este momento descubriría que no, que debí de haber peleado por cambiar mi género social.

-nunca serás un hombre-
Siempre he tenido esa frase grabada, salida de la boca de mi padre
-deja de jugar a los machitos y tráeme una cerveza, tienes panocha y con panocha morirás, es lo que te ha tocado hija- Dejé caer el balón que sostenía entre mis brazos y me puse a llorar,

mi madre llegó corriendo a por mi padre-¿¡QUÉ TE PASA?! DÉJALA QUE HAGA LO QUE QUIERA ¿¡NO?! NO ERES NADIE PARA DECIR COMO DEBE VESTIR-¡DICE QUE QUIERE SER NIÑO! PORFAVOR CRIS SOLO LE EXPLICO LA REALIDAD- yo me alejaba asustado, no quería ser test...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

mi madre llegó corriendo a por mi padre
-¿¡QUÉ TE PASA?! DÉJALA QUE HAGA LO QUE QUIERA ¿¡NO?! NO ERES NADIE PARA DECIR COMO DEBE VESTIR
-¡DICE QUE QUIERE SER NIÑO! PORFAVOR CRIS SOLO LE EXPLICO LA REALIDAD- yo me alejaba asustado, no quería ser testigo de aquella pelea
- ¡SI QUIERE SERLO LO SERÁ! QUE ASCO DE PADRE EL QUE NO APOYA A SU HIJO- mi padre se levantó, y alzó el puño. Mis lágrimas comenzaron a salir con más velocidad al oír aquel golpe
- ¿No te das cuenta? Está enferma, y tú también...- tras eso mi madre bloqueó su brazo para que no le pegara de nuevo
-No te atrevas a decir algo así de mi niño... -mi madre no resistió y terminé oyendo más golpes de mi padre...

Odié a mi padre... me sentí avergonzado de pertenecer al mismo género que aquel monstruo...
al día siguiente mi madre y yo nos fuimos, abandonando a mi padre... ojalá esté muerto ese cabrón...

Iba a ir a prisión, pero no a una cualquiera, en aquella los hombres y las mujeres estaban separados por edificios diferentes, adivinen a cual iba yo....

ahí iba yo, esposado, por el pasillo, con las muñecas ardiendo y con ganas de morirme, mi vida estaba arruinada, quien sabe si iba a ser la última vez que veía el cielo en su totalidad. -me dieron el uniforme, seguidamente me duché y me vestí con el uniforme, abrieron la puerta de una celda y me empujaron al interior, cayendo al suelo sin fuerza alguna, estaba emocionalmente agotado.
-suerte- dijo el oficial antes de irse, era un oficial joven y parecía nuevo, pero bastante fuerte, casi me deja marca en el brazo...

Bueno que os voy a decir, ahí estaba yo, tirado en el suelo, y eso pensaba hacer durante los 20 años siguientes, o simplemente acabar con mi vida, pero me limité a llorar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Bueno que os voy a decir, ahí estaba yo, tirado en el suelo, y eso pensaba hacer durante los 20 años siguientes, o simplemente acabar con mi vida, pero me limité a llorar... pff que patético...

Me despertó el sonido de la celda abriéndose
-venga, arriba chica, toca comer
-Soy hombre ¿sabes...?
- ¿y qué haces aquí? ¿Huh?
- solo es una equivocación... sol-
-sisi, nosotros no nos equivocamos cari, venga andando
- .... (qué ganas de arrancarle los huevos y que vea lo que se siente no tenerlos, maldito cabrón...)

Caminé con mi bandeja de porquería frita, pero tenía hambre, así que se veía apetitosa
Solo habían mujeres... las cuales me miraban horrible. Escuché como hablaban de mi a mis espaldas y se decían de cosas estilo "que hace un hombre aquí" o "pff vaya pintas tiene esa chiquilla" (QUÉ GANAS DE MORIRME) la cuestión es que me limité a sentarme y a comer aquella porquería (la cual no estaba mal...)
De reojo vi como una chica se separaba de su grupo de amigas para sentarse frente a mi.
Me miró.
-......?
-.......? De que
-No sé...
-¿qué haces aquí?
-colaboré en un intento de esconder dos cadaveres...
-No no, si el motivo no me importa, digo que por qué estás en el edificio de las chicas
-Es solo un error...
-Pues es la primera vez que pasa- dijo haciendo un gesto con la mirada de desinterés
Un silencio incomodo nos invadió
-¿Cómo te llamas?
- Zack
-Emma, y no hace falta que te ocultes, sé que pajarito no tienes
-.......- Puta madre, ¿tan obvio era? Aparté la mirada como que no queriendo seguir la conversación, ya estaba lo suficientemente machacado emocionalmente por el simple hecho de que me hayan arrebatado la libertad como para amargarme con cosas que ya tengo superadas.
-¿Cambiaste tu sexo legalmente?
-No pude...
-entiendo- dijo antes de mirar el reloj y levantarse- bueno Zack, me gustaría seguir hablando contigo, pero tengo que hacer unas cosillas, ¿hablamos mañana?
-De acuerdo
- en aquella papelera nos vemos- señaló una papelera a lo lejos- ¿de acuerdo?- yo solo asentí con la cabeza, la verdad no estaba seguro ni de lo que decía, me daba igual todo en esos momentos.

Estaba jodido de por vida

Fifty saturdaysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora