YOU ARE THE REASON [M-preg Larry].

Capítulo XXV

Louis seguía en shock por haber visto a Nathan. Anne hace tiempo le había platicado que él era la persona que le había roto el corazón a Harry pero ahora él no entendía que era lo que estaba haciendo Nathan en Londres y por qué buscaba a Harry.

Louis se cambió y se dirigió al hospital. Tenía que contárselo a alguien y la única persona que lo entendería seria Troye.

Entró algo incómodo ya que todos le preguntaban como estaba su bebé. Él solo les había dicho que estaba bien y que necesitaba ver a Troye, le dijeron que estaba en su oficina así que se dirigió a esta.

"¡Oh Dios mío!" gritó el ojiazul tapándose los ojos.

El rubio se estaba besando con alguien y la mano de este estaba dentro de sus pantalones. Esa imagen estaría en su memoria siempre. Lo acababan de traumar.

"Ya puedes ver Louis." dijo el rubio acomodándose su camisa y pantalón.

"Y-Yo... Lamento haber interrumpido." dijo Louis sonrojado.

"No pasa nada, además Jacob ya se iba." le dio un beso en los labios. "Nós vemos luego." y con eso Jacob salió de la oficina.

"¿Que te pareció mi chico?" pregunto el rubio burlón.

"Troye, por favor." dijo Louis cubriendo sus mejillas. "Esa fue la peor vergüenza que haya pasado."

"No te preocupes bombón, Jacob solo vino a saludarme." dijo sentándose en una silla.

" Por lo que vi no solo venía a saludarte." se sentó en otra silla. "¿Dónde lo conociste? Es muy lindo."

"Lo encontre cuando fuimos a la cena de parejas. Me invito a salir y es muy lindo."

"Tengo que contarte algo." empezó el ojiazul mientras ponía una mano en su vientre. "Nathan fue a buscar a Harry a la casa."

"¿Nathan? ¿El chico del que te hablo Anne?" la sonrisa que tenía Troye había desaparecido. "¿Por qué fue a tu casa?"

"No lo se y no se que hacer." su mirada se dirigió al suelo.

"Mira bombón, te daré un consejo ¿vale?" vio como Louis asentía y continuó. "Se que Harry a cambiado contigo y me parece que tienes que ser sincero con él. Dile que un tal Nathan lo buscó y espera a que él te cuente quien es el. Si él te cuenta es por que tiene confianza en tí. Quizás fue un imbécil al principio del matrimonio pero creó que ya cambio. Veo que te quiere y aunque no te lo diga se nota."

Louis solo estaba escuchando lo que decía Troye, cuando este término de hablar hablo: "¿Pero y si no me dice quien es Nathan?
¿Y si me vuelve a mentir otra vez?"

"Si él te miente es porque no ha cambiado y seguirá siendo un imbécil. Y es que tienes que alejarte de el sino quieres salir lastimado." Troye dijo mirando seriamente a Louis.

"Okay. Le diré a Harry que llegó Nathan." dijo el ojiazul parándose se la silla. "Tengo que irme pero te contaré después que pasó." dijo dándole un abrazó a Troye y dirigiéndose a la puerta.

"Solo una cosa, Louis." vio como este se giró y dijo. "Prométeme que no lloraras por ese imbécil pase lo que pase."

"Lo prometo." y con eso salió de la oficina.

Esperaba que Harry no le mintiera otra vez.

•••

Louis estaba nervioso. Él y Harry ya habían cenado y se encontraban viendo una película. Así que el ojiazul encontraba ese momento el indicado.

"¿Harry?" preguntó el castaño llamando la atención del ojiverde.

"Si Louis. ¿Pasa algo?" dijo el rizado preocupado.

"No. Solo quería decirte que un amigo vino a verte en la tarde." dijo casual el ojiazul.

"¿Un amigo? Que raro." mencionó el ojiverde confundido. "¿Como se llamaba ese amigo?"

"Su nombre era Nathan Smith." vio que algo cruzó en la mirada del ojiverde.

"¿Nathan? Creó que es un error. ¿No te confundiste al escuchar su nombre?" preguntó con la tensión en su cuerpo.

"No. El me dijo que se llamaba así. ¿Por qué? ¿lo conoces?" sabía perfectamente la respuesta pero sabía que tenía que oírlo de la boca del rizado.

"Si él es..." en ese momento el rizado se calló. "Él es un cliente así que quizás solo quería saber sobre su compra." terminó diciendo.

Louis pudo escuchar su corazón rompiéndose una vez más. " Oh bueno. Y-Yo me iré a dormir." y con eso el ojiazul se dirigió a la habitación.

Sabía que no tenía que haber confiado en el ojiverde. Sintió una lágrima bajando por su mejilla y se la limpió. Le había prometido a Troye que no lloraría por el rizado y el nunca rompe sus promesas.

No lloraría, por más dolor que sienta por dentro.