YOU ARE THE REASON [M-preg Larry].

Capítulo VII

Louis no sintió la hora en la que el rizado llegó pues se quedó dormido otra vez. Desde que se entero que estaba embarazado se cansaba muy rápido y le daba muchísimo sueño.

A pesar de dormir en las tardes él seguía teniendo sueño y mucho cansancio. Y eso que apenas empezaba el embarazo, no quería ni imaginar los dolores que tendría en unos meses más. Pero todo eso valdría la pena.

El rizado llegó un poco tarde pues tuvo que terminar los papeles pendientes del señor Andrew. Revisó su habitación viendo como el ojiazul dormía placenteramente.

No quiso irse al cuarto de huéspedes así que ahí se quedo a dormir con Louis.

El ojiazul estaba soñando en como Harry lo besaba y susurraba palabras cariñosas. Pero se despertó rápido cuando en serio tuvo que ir al baño.

Llegó tan rápido al baño como si fuera flash.

"Bebé, por favor." susurró con lágrimas en sus ojos y acariciando su vientre. Todavía no se notaba su pancita pero a él le gustaba tocarla mucho. Además eso lo relajaba ya que no quería seguir vomitando.

Era lo que siempre odiaba cuando se enfermaba, pero sabía que esos eran los síntomas de su bebé pero aun así no continuaba agregándole.

Se levantó y regresó a la habitación. Tal parece que el ojiverde se fue temprano. Revisó su reloj y ya pasaban de las once. Bueno, era raro que él se levantara tan tarde ya que siempre se tenía que levantar temprano para ir a trabajar. Pero como había dicho su amiga, tenía que descansar y eso era lo que tenía que hacer.

Así que se puso unos jeans negros y una camiseta roja. Bajó a la cocina en dondé pensó que desayunaria ya que no le apetecía nada, pero si no come le haría más daño al bebé y es lo que menos quiere.

En ese momento se le vino a la mente un delicioso helado de vainilla con almendras y mucho muchisímo chocolate así que como no podía salir le habló a alguien que siempre estaba para él.

Marcó el número telefónico y espero hasta que se escuchó la voz del otro lado.

"¿Bueno?" se escuchaba que el del otro lado estaba confundido.

"Troyeeee" susurró alargando mucho la última letra.

"Conozco esa voz... ¿Qué quieres bombón?" a penas dijo bombón y el estomago del ojiazul se contrago. Ahora si que quería comer.

"¿Cómo sabes que quiero algo?" dijo el castaño sonando claramente herido.

"Cariño, te conozco perfectamente así que dime que quieres." amaba que Troye lo conociera perfectamente.

"¿Puedes traerme un helado de vainilla con almendras y mucho muchísimo chocolate?" de tan solo pensarlo la boca del ojiazul se hacía agua.

"Okay... ¿Pero ya desayunaste algo?" cuestionó el rubio pues no dejaría que el ojiazul comiera chucherías sin antes comer algo saludable.

"Mmm... Define desayunar." si el ojiazul le decía que no, sabia perfectamente que el rubio no le traería nada.

"¡Louis William Tomlinson!" se escuchó el grito del rubio del otro lado del teléfono.

"¿Qué pasa?" respondió inocentemente el castaño.

"Te preparas de desayunar o no te llevo nada." amenazó aunque sabía que el ojiazul no le haría caso.

"Entonces ¿si lo traerás?" preguntó ya que quería estar seguro.

"Si, pero no te lo daré si no comes comida real."

"Como caes mal... Pero acepto."
sabía que si le decía que no, el rubio no le traería su delicioso helado.

"Ok... En un rato aparezco en tu departamento."

"Ya no vivo en mi departamento así que te mandaré la dirección de la casa de Harry."

"Ok, ahorita llego." el rubio iba a colgar pero volvió a oír la voz del Louis.

"Traes bombones, por favor."
susurró con un puchero en los labios sabiendo que el rubio no lo veía.

"Claro, bombón."

Y con eso colgaron para que el rubio se fuera a comprar lo encargado del ojiazul.

El ojiazul dejó su celular y se dirigió a la cocina para prepararse algo de desayunar ya que en serio quería que el rubio le diera su helado.

•••

El castaño estaba muy tranquilo en el sofá cuando tocaron el timbre. Se levantó tan rápido como pudo y le abrió la puerta a Troye.

"Hola bombón, aquí está lo que me pediste." habló el rubio alzando el bote de helado y los bombones.

El ojiazul se lo quito de las manos y se dispuso a comer el helado.

"Me merezco al menos un gracias." dijo pasando a la casa y cerrando la puerta detrás de él.

"Gracias." le dijo el castaño metiendo unos bombones al helado y luego a su boca.

"Bueno ¿no me contaras como conociste al amor de tu vida?"
la voz de troye se volvió a oír.
Haciendo que el ojiazul se pusiera tensó.

"Pues nós casamos." dijo restándole importancia ya que no quería hablar de eso.

"¿Solo eso?" dijo con aburrimiento.

"¿Que más querías?" conocía perfectamente al rubio y se imaginaba que se lo contara como en las telenovelas. Su amigo era muy curioso.

"No se un "oye troye me enamoraré, me case y nós fuimos de luna de miel en un lugar muy bonito en donde hicimos a este bebé que esta en mi vientre." dijo Troye con una sonrisa ya que quería hacer sonrojar al ojiazul.

"Troye." regañó el ojiazul con las mejillas rojas. Odiaba sonrojarse.

"Es verdad... ¿Así que si me la contarás?" dijo haciendo un puchero sabía que eso funcionaría.

"Es una historia larga y creó que tú tienes que volver al trabajo." en otras circunstancias le hubiera dicho todo pero no quería volver a llorar. A parte conocía a Troye y sabía que el rubio seria capaz de golpear al ojiverde hasta dejarlo medio muerto.

"Okayyy... ¿Pero me la contaras después verdad?" preguntó esperanzado.

"Si." solo pudo susurrar eso ya que no estaba muy seguro de contarlo en algún momento más adelante. Quizás.

Salió de la casa de Louis con una sensación extraña pues el castaño se mostró triste cuando el quiso saber como se conoció con el rizado o quizás no era el momento adecuado después de lo ocurrido el día anterior.

Si eso era.

El conocía perfectamente al ojiazul y sabría cuando él le estuviera ocultando algo. Además se ve que Louis era feliz y no tendría porque ocultar algo o ¿si?