Desperté y vi a una niña azul con verde, se veía tierna al igual que amigable así que me acerque a ella con una sonrisa, mientras le sonreía le dije:
-Hola.
-Hola.
-Soy Luna, ¿Y tú?
-Me llamo Tierra.
-Tu nombre es bonito, creí que te llamabas Azul.
-¿Por qué?
-Pues lo que resalta es el hermoso color azul del lindo mar que se agita si me acerco.
Ambas reímos, amablemente me dijo -Si lo deseas me podrías llamar Azul.
-Así lo haré.
Azul es agradable como pensé espero que sea así siempre, entonces llego un niño que me llamo la atención era amarillo y muy destellante, me agrado a primera vista, al percatarme de que se acercaba con atención me sentía feliz al igual que emocionada, una sensación en el estómago como si se me torciera es la sensación más rara que he sentido desde que tengo memoria y a pesar de que suena mal es una sensación bonita, él me dijo:
-Hola.
-Hola- le dije nerviosa.
-Me llamo Sol.
-Soy Luna.
-¿Quieres ser mi amiga?
-Si- dije con emoción.
Me sentí encantada, pero algo me decía o me hacía fingirme tranquila aunque por dentro saltaba de felicidad, se veía tan valiente, fuerte, protector, romántico y atento entonces desde ese día jure que le sería fiel al igual que lo amaría con locura y pasión hasta el fin de mi existencia.
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el Sol ama a la Luna, la Luna ama al Sol
RomanceUna relación vista como imposible pero llena de esperanza y de manera única como no lo han sido muchas