Conejo de la suerte BxB

¿QUÉ ERES?

El día comenzaba, la lluvia era la principal actriz en este paisaje nublado. La niebla cubría parte de la zona, esto le traía tantos recuerdos... un curioso ser recién aparecía en la entrada de una cueva.
La noche anterior se la había pasado en otra parte, hacia varios días que no ponía pie en su casa, pero quien lo mandaba a quedarse hablando con el zorro por tanto tiempo. Tenía muchas cosas que contarle y explicarle a su fiel amigo, se lo debía.
Él había sido la primera criatura que conoció cuando llego a vivir al bosque, durante ese época era toda una novedad que un humano se acercara por aquellas tierras y más si estaba pasando por una metamorfosis tan peculiar, para ese tiempo ya tenia sus orejas, los dientes algo afilados y su cabello se tornaba de otro color pero no sabía nada de sus habilidades de percepción o nada parecido.

“Aún lo recuerdo" menciono mientras contemplaba el interior de la vivienda y volvía a sumirse en aquellos recuerdos que se paseaban por su memoria como si fuera ayer.....

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Flashback....

Era un día lluvioso, el viento soplaba con fuerza, los caminos se deformaban
debido al exceso de agua en la tierra. Una sombra se veía correr entre los arbustos y árboles, se movía lo más rápido que sus piernas le permitían, estaba cansado, asustado, hambriento y no sabía que sería de él pero solo de una cosa estaba seguro no volvería.
No volvería a su casa, no en esas condiciones por mas que le doliera no poder ver a su madre no regresaría.

“es una amenaza!”

“debe irse.... o él se va o lo echaremos de otra forma”

“es un moustruo”

“cada ves que esta cerca algo malo sucede, solo atrae desgracias”

“no!! aléjate no me toques"

“entiende Sheyla esa cosa ya no es tu hijo debemos deshacernos de eso antes que nos mate... quién sabe que nos pueda hacer...”

Una y otra ves esas frases daban vueltas en su atormentada mente mientras corría sin dirección alguna. Ya no soportaba verla llorar a ella, sabía que si se iba las cosas mejorarían, ellos lo dijeron, pero ahora estaba perdido, salio a escondidas y tomo el primer camino que vio...

Las palabras seguían presentes, por más que lo intentaran estas taladraban su cabeza, no tardo mucho para que unas lágrimas escaparan de sus ojos carmín. No comprendía, no podía entender porqué ocurría esto, porque se estaba transformando, por más que él era uno de los mejores alumnos no encontraba lógica o motivos para todos esos sucesos. Se maldecía a si mismo por haber encontrado a ese conejo, que idiota había sido, claro que los conejos no son de colores por que lo pensó en primer lugar.

Sus sollozos continuaban al igual que sus andar, dolor, ira, una mezcla de emociones.
Estaba solo, y talves eso era lo peor, nadie lo aceptaría, como se cuidaría si apenas hacía algunas tareas en su casa, lo había intentado en el trayecto pero cada que otra persona lo veía salían huyendo despavoridas.

Los pasos cada ves más lentos y cortos, el cansancio era evidente, en eso se choco con alguien.

Debido a lo irritado de sus ojos no podía distinguirlo con seguridad, ese ser lo sujeto de la mano y luego de unas palabras lo llevo a una cueva. “qué haces afuera mojándote te enfermarás, ven sígueme”.