— ¿No crees que es chocante? —Pregunta Jeonghan a Yebin más tarde cuando se encuentran de vuelta en el bar.
—No —ella no parece interesada-. ¿Debería?
-Me parece tan engreído.
-Disculpa -dice Joshua a su oído, alarmantemente cerca, y Jeonghan se paraliza antes de sentir calor por todo el cuerpo. Joshua se recarga en él para alcanzar una pluma sobre la barra.
- ¿Te importaría? -Jeonghan pregunta con un resoplido, intenta apartarse pero no lo logra.
Los ojos de Joshua brillan. Estando tan cerca Jeonghan lo encuentra mucho más atractivo y se siente intimidado.
-Nop -Joshua responde sonriendo.
Resulta que necesita la pluma para firmar la cuenta y pagar por cada comida. Las damas están emocionadas con tan galante gesto. -Ugh -dice Jeonghan pensado que presumido es.
Yebin ríe. -No es su culpa.
Finalmente se encuentra con Seungcheol afuera del restaurante. Intentan conseguir taxis para toda su familia. -Escucha -Seungcheol se dirige a él- le dije a Joshua que puede quedarse en nuestra habitación para huéspedes.
El estómago de Jeonghan da un vuelco. - ¿Qué?
-Solo hasta el día de la boda. Después volverá a América.
- ¿Después de la boda? ¡Son seis semanas!
Choi le observa, notando el tono alarmado en su voz. -Puedo pedirle que se vaya a un hotel...
Sí, eso es exactamente lo que debería hacer, pero Jeonghan no se lo pedirá. No puede soportar la idea de tener a Joshua en el mismo espacio por las siguientes seis semanas, tener que mirarlo, oír su voz y respirar el mismo aire. Pero es el mejor amigo de Seungcheol. - No, está bien.
Seungcheol se alegra y pasa un brazo sobre su hombro a punto de decir algo más pero es interrumpido por Joshua quien está apagando la alarma de su muy elegante coche de alquiler.
-Seungcheol -dice Joshua, llamándole con una botella en la mano-. Tengo una botella de whiskey con nuestros nombres, vámonos colega.
Seungcheol mira a Jeonghan con culpa. Jeonghan suspira. -Dame las llaves. Voy a llevar a Yebin. Nos vemos más tarde en casa.
-Te amo -le recuerda Seungcheol antes de sacar las llaves de su bolsillo y colocarlas en la palma de Jeonghan, le da un beso en la mejilla.
-Sí, si -dice Jeonghan y se va a buscar a Yebin.
Ella sigue molestándolo por su reacción a Joshua. -...creo que es muy guapo, pero no sé porque tu... -la ignora todo el camino pero pretende que la está escuchando, responde con sonidos y asentimientos.
Al llegar a su apartamento encuentra a Seungcheol y Joshua sentados en el sofá, ya se han bebido una cuarta parte de la botella.
Seungcheol sonríe bobamente y su mirada es vidriosa. Joshua no parece estar afectado en absoluto, sus ojos son cristalinos y su mirada es estable cuando observa cada movimiento de Jeonghan.
-Hola. ¿Dejaste a Yebin en casa? -sus palabras comienzan a sonar lentas.
-Si -va por un vaso de agua y regresa a la sala, evadiendo la intensa mirada de Joshua-. ¿Te quedaras despierto por otro rato más?
-Sí, nos estamos poniendo al corriente -dice Seungcheol y sonriendo agrega-: ¿Por qué no te nos unes?
-No, los veré por la mañana -se dirige a su dormitorio cuando escucha la ronca voz de Joshua que le provoca escalofríos en la espalda.