Aída caminaba relajada por el campo, a lo lejos ve un rió cerca de las cañas de azúcar y los grandes arboles con frutos que a simple vista parecían sabrosos, sujeta la canasta que le llevaría a Hoseok firmemente y pasa por aquel puente colocado por...
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Umbría -Italia
El sudor en la espalda de Aída se intensificaba ante el suave tacto de Hoseok, ambos se habían quedado dormidos ya que la dueña de la panaderíaAromatis había hecho un evento para ayudar al único doctor del pueblo , el señor Dante ante una propagación de un virus que aparentemente viene de la ciudad de Perugia, afectaba directamente a los pulmones y ya había acabado con veintitrés vidas en esta semana.
El clima estaba bastante caluroso por lo que ambos dormían sin alguna manta, únicamente estaban sus cuerpos dándose el calor que no necesitaban con un perezoso abrazo y una fina sabana cubriéndolos desde la cintura hasta los pies, sin embargo a pesar de el clima y el calor acogedor que emitía el cuerpo de Hoseok la temperatura de Aída fue disminuyendo, su pulso se fue acelerando y su rostro se vio afectado por una aparente asfixie. Los sentidos del muchacho se pusieron en alerta cuando ella se removió bruscamente de sus brazos y empezó a toser como nunca. Se sentó a su lado dándole golpes suaves a su espalda pero fue apartado bruscamente después de un quejido.
Afinó su visión hacia la espalda desnuda de la chica al ver una marca gigante parecida a la de una quemadura, es extraño ya que antes de que ambos recorrieran sus cuerpos no la había visto. Después de unos segundos fue desapareciendo fue entonces cuando la mirada de Hoseok paso de preocupación a fastidio, sabia lo que estaba pasando y haría lo posible para cambiarlo.
Narra Aída.
Desperté bastante agitada, con poco aire en los pulmones y un dolor indescriptible en la espalda, ese sueño había sido tan real que incluso llegue a sentir el aroma de los frutos de los árboles.
Llegue a sentir todo , felicidad, amor, odio , preocupación, furia , confusión y miedo con tan solo una mirada de una persona probablemente creada por mi extraña mente .Me pregunto como puede ser que su rostro siga en mis sueños después de tantos años, ¿como puede ser que ese personaje que cree se volvió repentinamente deprimente cuando a los quince años los sueños junto a el solo eran felices? lo mas importante ¿Quien es el?.
Ahora Hoseokse encontraba al frente mío, de rodillas esperando alguna reacción mía, lo miro con los ojos llorosos y el al entender mi expresión de preocupación roza suavemente sus labios contra los míos y acaricia mi cabello despeinado con sus dedos.
-Tenemos que hablar con Dante para que vea tu salud. -susurro suavemente.
-Estoy bien , solo fue u-
-Tienes que ser precavida, recuerda que esa enfermedad solo afecta a los pulmones, los síntomas son sudoración excesiva, tos y fiebre. -Interrumpió furioso.
-Te dije que estoy bien Jung Ho Seok , no necesito ver a Dante y no pienso hacerlo nunca. -conteste furiosa, el sabia cual era mi relación con Dante y aun así me insistía en verlo. - Además prefiero viajar enferma hasta Perugia que ir con ese hombre tan despreciable.
