Aída caminaba relajada por el campo, a lo lejos ve un rió cerca de las cañas de azúcar y los grandes arboles con frutos que a simple vista parecían sabrosos, sujeta la canasta que le llevaría a Hoseok firmemente y pasa por aquel puente colocado por...
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Umbría- Italia - En el pasado
Aída
El pánico se sembró rápidamente en el pueblo, al parecer varias personas sintieron un fuerte y sospechoso olor provocado por el incendio en el campo, en realidad esto no era lo que les preocupaba, el hecho de que ahora hubieran guardias apunto de entrar en las tierras de la familia Benedetti era por que la esposa de Dante, Pía estaba tan preocupada de que su esposo no llegara a casa que contactó con su padre para que lo mandaran a buscar después de unas cuantas horas.
El sentimiento que acumulaba Aída y su compañía en el pecho era tan indescriptible y tan pesado que sus cuerpos cedieron ante ese típico impulso de impotencia absoluta después de correr a su casa, ambas se arrodillaron en la cocina viendo como el fuego aniquilaba arduos años de trabajo, las hectáreas de tomates, maíz, patatas y demás alimentos que ayudaban a mantenerse se convirtieron en cenizas y lo peor de todo era que había un cadáver ente ellas.
-Hija, pero que has hecho....
-Mama , el intento lastimarme yo solo me defendí, debes creerme.
-Aída mataste a un doctor, ¿sabes lo que significa eso? -Me preguntó al borde de las lagrimas.
-Mama tu sabes como es.. era Dante, estaba borracho me golpeo e intento quemarme junto al cultivo.
-¡Claro que se como era el!, pero matar a un doctor, al único doctor del pueblo tiene una condena hija!, te llevaran ante el rey y te lanzara a los leones en en coliseo por traición al pueblo romano. -sujeta mi madíbula fuertemente dejando escurrir las primeras lagrimas.
-¿Q-que , traición por que?, repito, yo solo me defendí!.
-Dante es el único que sabia tratar la enfermedad del Rey, si el muere... sera tu culpa.
-¿Enfermedad?.. no, no puede ser. Madre cuando lleguen los guardias tienes que decirles que tengo testigos, no me creerán si solo eres tu la que da el testimonio, ¿donde están las personas que te acompañaban?
-Es inútil hija Melley Luigi decidieron irse antes de que los inculparan , yo misma se los pedí y tu tienes que hacer los mismo.
-Quieres que escape?
-Parece que es la única solución hija.
Ambas lloramos abrazadas pero paramos cuando a lo lejos unos cuantos pasos y gritos nos dejaron heladas. Mi madre me mira con los ojos abiertos , se saca su gran abrigo y pone la prenda sobre mis hombros, la miro extrañada.
