Narrador Omnisciente.
Ya se había preparado sabia que a lo largo de su vida tendría que perder a varias personas, amigos, familia, o hasta incluso había aceptado que algún día perdería su vida.
Todo era así, nada le importaba, hasta que la conoció.
Aquella sonrisa que siempre expresaba felicidad, alegría.
Aquella chica que lo había convertido, aquella con la que podía ser él mismo.
Aquella rubia que siempre lograba convencerlo para cualquier cosa.Esa ojimiel que le traía felicidad, más aún cuando acepto ser la preciada joya de los Yakuza, su joya, su pareja, suya.
─Pero, yo no quiero morir, no aún.─ recordó las palabras de la rubia.
—Tarde o temprano pasará. —Él había respondido.
—Prefiero tarde, tampoco quiero que mueras, Overhaul. —río un poco para luego seguir afilando sus cuchilas.
—No moriré, si tú prometes no hacerlo. —había hablando mientras la mirada detenidamente.
—NoNoNo —negó rápidamente,— no moriré, ya que cuando creemos un mejor mundo. ¡Estaré a tu lado!
Desde ese entonces el líder Yakuza se había prometido proteger aquella sonrisa, proteger aquella promesa. Él protegería su joya.
Lamentablemente no había podido cumplirla. Lo único que más temía estaba sucediendo. Su preciada joya, su preciada muñeca de porcelana se estaba rompiendo.
En estos momentos Himiko debatía entre la vida y la muerte.
Verla llena de sangre le era normal, pero no que esa sangre saliera de ella. No que cerrara lentamente sus ojos.Olvido toda su misofobia por un momento y sostuvo su mano.
—Jeje, Ugh. No creo salir de esta. —reía en voz baja.— La próxima reconsiderare obedecer a Dabi. —hablaba aún con una sonrisa.
—Toga, —soltó llamando su atención— ¡Qué ni se te ocurra dejarme! Tonta. —dijo mirándola con el ceño fruncido.
—Uhg. No me regañes, —pidió mirandolo con un pequeño puchero.— Soy mala para las promesas.
—Toga...
—Muévete. —escuchó hablar a aquel pelinegro que tanto detestaba.
—¿Qué haces? —preguntó al ver cómo éste levantaba el cuerpo de la rubia.
—Me la llevaré, por qué yo si quiero que viva. —respondió Dabi mirandolo desafiantemente.— ¡Kurogiri! —gritó, seguido de esto un portal a su lado se abrió.
—Yo iré...
—Overhaul no lo creo conveniente. Debemos irnos, por otro lugar. —interrumpió Kurono.
—Escúchalo, Overhaul. —soltó el de ojos azules ingresando al portal.
—Ugh, Dabi idiota, con cuidado. —se quejaba Toga, causando el acercamiento de Chisaki.
—¡Hemos llegado! —escucharon la voz de los héroes.
—¡Overhaul, debemos irnos! —rápidamente su acompañante lo sostuvo de los hombros e intentó llevárselo.
—¡Maldición suéltame!
—Nos veremo...
—Shh, Shh. —Los silencio Toga— Kai, escríbeme una carta. —dijo antes de desaparecer por aquel portal, siendo cargada por su compañero.
Horas, días, hasta incluso semanas habían pasado. Aún así nunca tuvo información de su rubia.
Aquella imagen de la joven, perdiendo sangre, sin poder hablar, siempre lo atacaban. No podía, debía saber cómo se encontraba.
Un día fue llamado por Shigaraki. Aprovecharía ese momento para ver a su rubia.
"—Kai, escríbeme una carta "
Recordó aquellas palabras de la rubia. Había enloquecido completamente, pero si.
Le escribiría la primera carta.
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─❀꒱; ᴄᴀʀᴛᴀs | ᴄʜɪᴍɪᴋᴏ | ✔
Fiksi Penggemar───❛❛Palabras con tinta en papel. Le ayudaban a recordarla❜❜. [...] -¡Hemos llegado! -escucharón la voz de los héroes. -¡Overhaul, debemos irnos! -rápidamente su acompañante lo sostuvo de los hombros e intentó llevárselo. -¡Maldición suéltame! -Nos...