parte dos

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Al siguiente día me desperté temprano y la ví a ella dormida. Estaba completamente indefensa y tranquila. Sonreí tontamente y me dispuse a levantarme de la cama pero Bowsette me agarró del brazo y me besó. Yo todavía seguía desnudo así que me empezó a acariciar suavemente mi glande. Se me acercó intimidante y me penetró con su mirada mientras sus pechos se frotaban contra mis costillas y entonces me mordió violentamente mis labios. La mano que tenía sobre mi bálano empezó a apretarme cada vez más hasta que de rrepente bajó y tocó mis bolas, la volvió a subir y lo repitió constantemente. Empecé a sentir cómo cada dedo suyo me tocaba. Me ruboricé y con la otra mano me apretó fuertemente el hombro. Iba a eyacular pero entonces paró de masturbarme y se volvió atrás. Sentí como me lamía un testículo. Yo por mi parte le acaricié suavemente su pelo, dirigí mi mano hasta su cachete y formé círculos con la llema de mi pulgar. Ella se sonrojó y metió todo mi pene dentro de su vulva. Al principio rocé todas sus paredes lentamente pero con el tiempo fué acelerando.
Bowsette no resistió y empezó a gritar exitosamente. Lo hizo tan fuerte que entró Boosette preocupada. Bowsette al principio se sonrojó y se tapó rápidamente con una sábana pero Boosette la destapó y preguntó "¿puedo participar?".

bowsetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora