ยี่สิบเก้า-¿qué eres?

407 80 103
                                    

narra Arthit 

P'John empieza cuestionar a Kongphob y yo no sé hacia dónde moverme -¿Qué sabemos acerca de tu pequeño amigo? ¿Has estado hablando con el? ¿Compartiste secretos familiares? ¿Qué sabes tú de el?-

-No seas estúpido. Déjalo ir –exclamó Kongphob, una de sus manos se deslizó por mi brazo para apoderarse de mi mano. ¿Un gesto de apoyo? ¿de seguridad?. -Te equivocas, eres el único que está hablando sin pensar, así que cállate.-

Equivocado, ¿acerca de qué? ¿Qué estaba sospechando John? Espere intranquilo en medio de los dos primos, algo perdido. ¿Por qué p'John no estaba volviéndose loco con la sangre de draki en la camisa de Kongphob? ¿Por qué no estaba exigiendo una explicación?

Kongphob mira hacia abajo. Sus ojos vidriosos miran la camisa en su mano...viendo mi sangre. Su pulgar traza una línea, marchándose de púrpura, en un gesto casi irreverente.

-¿Ahora solo te iras? ¿Es eso?-Exige el mayor de los tres. Y lo entiendo. P'John esta acusando a Kongphob de salir a cazar drakis solo. -¿sabes acerca de los riesgos que estas tomando? Maldita sea, Kong. ¿Crees que esta mierda...-

El resto de sus palabras se pierden. Kongphob agarra a John por la camisa. -¡Cállate!-

P'John mira por encima del hombro de su primo hacia mí, evaluándome. Él no parece preocupado por haber revelado demasiado. ¿Y por qué habría de hacerlo? En lo que a él le preocupa bien podría yo saber o no saber nada o posiblemente adivinar la verdad. Increíble.

Kongphob empuja lejos a John, como si no pudiera soportar su tacto. -Si ya has terminado con tu actuación de loco neurótico. Me gustaría bajar para probar algunos de los brownies de tu mamá. ¿Qué hay de ti, p'Arthit? ¿Quieres algunos?- La pregunta absurdamente normal fue hecha toscamente, como si no tuviera ninguna opción. Kongphob solo estaba poniéndole fin a este interrogatorio.

Asiento sin decir nada, pensando sólo en que esto está lejos de haber terminado. P'John había visto la sangre. Mi sangre. Incluso si el no se había dado cuenta de que era mía.

Kongphob también la había visto. Un escalofrío recorre mi espalda, porque él ya lo sabía.

El mayor murmura algo, dándose la vuelta para irse, pero se detiene, un brillo siniestro en sus ojos me fulmina. Apenas soy capaz de refrenarme para no escapar, salvarme, mi instinto draki estaba teniendo una lucha interna.

Kongphob se acerca a mí. Su cercanía me inyecta algo de valor, una calma que tan desesperadamente necesito en este momento. -Ve, p'. Nosotros vamos en un segundo.-

John sale de la habitación con pasos enojados.

Frente a mí, Kongphob va directo al punto. -¿Quién eres tú?-

Recordé las montañas, la ternura en su rostro mientras me veía como un draki. En la punta de mi lengua estaba la respuesta, estaba a punto de decirle la verdad, pero me tragué las palabras de nuevo, eran solo tonterías. Yo no soy quien para hacer esa confesión. Tampoco este era el lugar para hacerlo. Había muchas cosas por las que pensar.

-No sé lo que quieres decir.-

Él me mira fijamente durante un largo rato antes de apartar la mirada, su mirada revolotea por la habitación con disgusto. Sus ojos tan oscuros como el color de la sombra de un bosque, y sé que él está viendo todo con horror. Al igual que yo. Drakis muertos por todas partes.

Luego, su mirada baja a la camisa en su mano. -Me puse esta camiseta cuando te cortaste la mano. Esta es tu sangre.- El mantiene la camisa en el aire entre nosotros, la evidencia silenciosa que no puedo refutar.

FIRELIGHTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora