21 de diciembre.
El inició invernal mas especial, Hailee Summer paseaba de la mano con quién era su amigo mas actual con el que contaba, James, este planeaba pedirle a su amiga que fuesen algo mas que amigos, pero temía un poco por ella. Sabía que si todo salía mal con ellos, ella simplemente podría dejar de hablarle. Y contando las depresiones contantes que tenía Hailee al estar cambiando a la edad adulta era algo mas problemático.
El frío apremiaba, no era tanto todavía, pero si lo suficiente como para hacer enrojecer las mejillas y nariz de Hailee quién siempre presentaba una piel mas sensible que cualquier otra. Pero ese suceso solo la hacia ver mas hermosa y tierna que de costumbre, pues el siendo hombre sabía perfectamente que Hailee era una belleza en toda regla. Y eso lograba atraer las miradas envenenadas y lujuriosas de hombres y mujeres.
Claro el nunca se había considerado un hombre celoso, pero con Hailee si era mas atento a las miradas.
No era para menos Hailee era pelirroja pero sin pasar a tonos excedentes de brillo y color, sus ojos eran azules y su rostro tan pálido como fuese posible y por ende su piel mas delicada que muchas.
Eso sin contar que por su depresión era tan tímida que la hacía tierna,y la belleza en regla de Hailee no solo podía favorecer su rostro.Sus nervios estaban siempre acompañándolo cada vez que estaba con Hailee, pero su seriedad extrema le hacia contenerse. No quería perder a Hailee pero no quería quedarse sin saber su respuesta, por lo que al llegar a una plaza principal se armó de valor.
Presionó con fuerza las orillas de su gran abrigo negro y respiro hondo.—¡HAILEE SUMMER! me gustas... Como amiga —grito el nombre de la pelirroja quién sólo comenzó a reír levemente por la impulsividad de su amigo que había atraído miradas curiosas. Pero dados los nervios cambio las palabras finales.
El cambio de palabras y el haber gritado el nombre de Hailee había llamado la atención, muchos notaron sus intenciones de querer declararse le a la bella pelirroja que lo acompañaba. Pero al escuchar el me gustas como amiga había provocado las risas de las personas que los rodeaban o habían pasado cerca de ellos.
—también me agradas mucho, pero no por ello voy a gritar tu nombre, y menos en una plaza llena de personas —siguió riendo notando el ambiente nervioso que su amigo se había puesto, no tenía mucho que perder de hecho, hasta ella misma sabía a que era lo que se refería su amigo —¿vamos a comer — pregunto rompiendo el ambiente tenso. Porque yo si que tengo hambre, lo animo por último tomando su mano y arrastrándolo al próximo supermercado, pues dijo hambre pero no específico que quería muchos dulces.
La depresión por la que pasaba Hailee era momentánea, y el notaba que al hablar de los cómic que ella leía, las series buenas de televisión, los dulces picantes y el helado de chocolate ella se sentía una niña de nuevo, y por ende feliz.
Estando en la tienda de caramelos mas grande de la plaza en donde habían ido, Hailee desaparición de la vista de James, quien la buscaba con la mirada, pero estaba acostumbrado a las costumbres de Hailee de perderse en las tiendas de dulces en general.
Ella era como una niña, realmente inocente, realmente tierna y sobre todo realmente vulnerable. Hailee era muy diferente a el. Que siempre había sido calculador y por lo general muy cortante, y poco delicado con las palabras, había sido criado para pensar en las estrategias de una empresa.
El tenía miedo, estaban esas latientes dudas, que pasaría si Hailee termina lastimada. O peor que pasará en el momento en que Hailee le diga un solo te veo como amigo.Sus dudas desaparecieron al ver a Hailee de nuevo, con una gran bolsa que seguramente contenía muchos dulces, acercarse a el, era el momento. Pensó en decirlo pero Hailee era inteligente y sabía de las intenciones que tenía su buen amigo, así que ella sin perder tiempo comenzó a hablar.
—sabes, por un momento pensé que sería difícil encontrarte. Pero también se que tu siempre esperas afuera de las tiendas de dulces...
Porque yo se que conoces perfectamente mis costumbres mas extrañas y esa extraña de depresión en donde comprendo lo difícil que es crecer. Se que simplemente sabes todo eso, porque eres observador y en los últimos meses has estado para mi, hablando de las series que me gustan, de los cómic que me ha en sentir de nuevo una niña. —comenzó hablando mientras sacaba un par de paletas bien envueltas en celofán colorido azul— y yo conozco de ti, que eres todo lo contrarió, te mantienes alejado de tu lado infantil, porque sabes que debes estar concentrado en tu empresa, me asusta estar en una relación con alguien. Pero te conozco y se que tu me comprendes mejor que muchas personas, y aunque faltan muchas cosas que tu debes saber de mi, al igual que yo de ti... Quiero asegurarme de que si lo intente todo yo supongo que debes estar igual —termino de hablar nerviosa mientas le tendía una las paletas de celofán azul— yo quiero saber si quieres conocer mas de mi, tu quieres... Ser mi novio —pregunto lo último con creciente color carmesí en sus mejillas.Tal vez un poco sorprendido, extrañado y confundido acepto, pero con una felicidad creciente. Era algo nuevo para el, el sabía que Hailee siendo mas joven que el, y sobre todo demostrando la belleza en toda regla que poseía, había tenido otras relaciones. Pero para el era algo nuevo, Hailee era una persona que el apreciaba desde antes como amiga, las únicas relaciones que el había tenido era por publicidad a su empresa, o por tratos que mismas empresarias millonarias tenían que hacer para conservar su imagen. Pero nunca fue por amor de por medio, y el hecho de intentar algo con una persona con la que ha pasado bastante tiempo desde hace meses, era algo nuevo para el.
James había tomado a paleta, sabía que Hailee se la daba como parte de pedirle algo mas que amistad. Pero ahora estaba la duda, que debía hacer, darle un abrazo quizá. O tal vez llevarla a su casa, llevarla a comer tomarse de la mano. Era confuso, pero Hailee sabía que hacer, algo tan sencillo como compartir sus dulces favoritos con el. Y que el inició del invierno trajera consigo una de las primeras nevadas de la fecha, hacía que el comienzo fuera distanciado, torpe y hasta un poco vergonzoso. Pero también lo hacía tierno, muy tierno para ellos.
—quieres ir al cine, hace un poco de frío no creó que sea mala idea —menciona Hailee con sus nervios notables, pero sin perder ese destello tierno y nuevo en esa nueva relación.
—me encantaría, vamos Hailee...
Seria difícil para ambos, una relación no debía ser algo fácil, pero Hailee sabía que tampoco debía ser algo incómodo y difícil, ya que sin pena tomo de la mano a su reciente novio y caminaron dentro de la plaza, hasta el cine de esta.
Hailee nunca dejaría de ser así, no le importaba mucho lo incómodo, no quería ser una antipática adulta que tiene que trabajar. Ella sería la misma chica infantil que trabaja de lo que mas le gusta, y de su talento en el dibujo, esa es la persona que es Hailee...
Y si la vida continúa evolucionado cada día en su vida, es inevitable crecer. Y las relaciones afectivas son algo relacionado a lo que Hailee siempre le tuvo miedo.
Pero... Que tal malo sería probar algo así, con una persona cercana a ella.
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DESTELLOS DE AMOR.(INVIERNO)
RomanceEn la etapa de transición a la edad adulta Hailee una talentosa ilustradora con apenas 21 años sufre una ligera etapa de depresión de la que no ha logrado salir se embarca en una relación amorosa con James, un joven empresario de 26 años quién debe...