Me quedo ida mirandolo por un largo rato, sus ojos son tan penetrantes y hermosos, no tienen comparación a nada que haya visto antes -que yo recuerde, claro-.
Despierto de mi hipnotismo y volteo a otro lado, mirando cualquier cosa que no sean sus radiantes ojos rojos. Me pone nerviosa con solo la idea de que me está mirando.
- Cual... -trago saliva, tomando valentía- ¿cual es tu nombre? -logró preguntar aunque con temblor en mis palabras.
- Mi nombre es Yahir, lady~sama -responde con sutileza y amabilidad.
- Yair... ¿por qué me llamas lady~sama? - volteó a verle la cara, sobresalto al verlo agachado, su mirada hacia el suelo. Con una rodilla en el suelo & con su mano sobre su pecho. Formando una reverencia.
- Porque... -toma mi mano con delicadeza, sin levantar su cabeza- usted es mi dueña. Nuestra dueña.
¿Que ha dicho? ¿Su... Dueña? ¿Cómo?
- Pero... Yo...-volvi a sentir mi corazón en la garganta- no recuerdo... Nada.
Él se levanta de su posición sin soltar mi mano. Mechones de cabello se deslizaron sobre su rostro. Esos tenebrosos pero hermosos ojos estaban fijos en mí.
- Lamento eso... Pero para protegerla le han bloqueado sus recuerdos. Con el tiempo irá recordando. - soltó mi mano con cuidado.
- Yo... Qué... ¿Qué eres? -por alguna razón, me sentí tranquila al formular esa pregunta.
Yahir miró a la ventana triangular, como buscando la respuesta a la pregunta. Buscando. Pensando.
Pero fue interrumpido por otra voz masculina, menos aguda que la de él. Se escuchó sutil & suave.
- Yahir.
Los dos volteamos al mismo tiempo. Lo primero que veo son dos hermosos ojos azules, destellantes. La misma pupila rasgada verticalmente. Pero, a diferencia de Yahir, los ojos de éste parecían el mismísimo océano & su cabello era un celeste muy puro. Me quedo sin aliento apenas su mirada se posó en mí. Su mirada tan transparente & penetrante.
- Veo que ya despertó, Lady~sama... Mi nombre es Dahir -hace la misma reverencia que Yahir acaba de hacer-. Soy uno de sus guardianes.
Dahir... Dahir es el nombre del chico de aquellos hermosos zafiros.
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Encerrada.
FantasíaTras despertar encerrada en una habitación desconocida, Irene no recuerda ni como llegó ahí, ¡ni siquiera dónde es! apenas recuerda cuantos años tiene. Al recorrer lugar; se da cuenta que está.... ¿en un castillo?... pero eso no es lo peor.... no es...