Volví por ti

Dolor que mata

Isabella's POV

Estábamos en el auto y Natalia sólo se quejaba de lo patético que era ser la dama de honor de Britney y de que sólo lo hacia porque Daniel era su mejor amigo de la infancia y porque sus padres se lo suplicaron

-Es que ahhh es tan insoportable! Es tan estúpida-chillo Natalia irritada

-Oh enserio? No tenía idea-dije con sarcasmo y ella me fulmino con la mirada y yo solté una carcajada

-Deja de hacer eso Soriel-dijo Natalia y mi risa paró y ella sonrió triunfante

-Sabes que odio ese nombre-dije fulminandola y ella río

-Ese es el punto, cariño-dijo guiñandome un ojo con una sonrisa y yo reí

-Me hacías falta Naty-dije sonriendo

-Y tu a mi Bella-dijo sonriendo

Seguimos todo el camino contando que habíamos hecho durante estos 4 años y según lo que me contó esta estudiando psicología. Estuvimos cantando como locas desquiciadas hasta que llegamos a la casa de playa de los padres de Natalia. Nos abrieron el portón y cuando estacionamos en la entrada la mire confundida

-Que hacemos aquí?-pregunte sacándome el cinturón de seguridad

-Oh esta es la mejor parte! Mis amados padres dijeron que podían hacer la boda aquí porque tiene una vista hermosa no es fantástico?-dijo sarcástica Natalia mientras nos bajábamos del auto y se notaba a kilómetros lo furiosa que estaba

-Todo esto es una mierda-dije suspirando mientras subíamos los escalones de la entrada

-Ni que lo digas-dijo Natalia haciendo una mueca

Cuando terminamos de subir la escalera los nervios me comían y me aferre al brazo de Natalia

-Estoy nerviosa-admiti tragando saliva

-Tranquila, todo estará bien, además tu serás el centro de atención y nadie te hará nada-dijo Natalia reconfortante y yo la mire incrédula

-Oh que bien Natalia! Seré el centro de atención y eso es lo que más amo!-dije sarcástica fulminandola con la mirada

-Ya perdón! Ahora entremos así nos vamos más rápido-dijo Natalia suspirando y entramos a la casa

La casa seguía igual de hermosa con las paredes en beige, la recepción, la gran sala donde habían sillones blancos muy hermosos, el gran salón con la barra que usaban para las fiestas, las grandes escaleras en espiral que daban al segundo piso donde estaban las habitación, la gran cocina y lo más asombroso, la gran terraza con la piscina y la glorieta en madera que era hermosa

Caminamos por la recepción que era un pasillo con diferentes decoraciones y en las paredes se podían apreciar fotos de Natalia con sus padres y otras de cuando estábamos pequeñas. Con una sonrisa y olvidando los nervios seguí a Natalia hasta la cocina donde al entrar se podían ver a los mayordomos de aquí para allá al igual que en la terraza donde habían personas decorando y arreglando detalles. Ambas nos sentamos en la butaca de la cocina balanceando los pies mientras cada una comía un paquete de galletas que las habíamos tomado de la encimera

Todos corrían y nadie pareció fijarse en nosotras ni por un segundo. Ambas nos miramos malévolas y asentimos

-ALTO!-gritamos ambas al unísono y creo que se escucho hasta China

Todos dejaron de hacer lo que hacían y pusieron toda su atención en nosotras y al verme todos mostraron sorpresa y felicidad

-Niña Bella!-dijo entusiasmada María, quien era como nuestra abuela