♡3∅ Días OTP♡ +18~[🐻GøldênTâp🐰]~

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Día 1- Abrazo.

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—¡Hijo de tu puta madre! —Grito un conejo, mientras se sostenía su píe, el cual había sido lastimado ya que un oso café, por equivocación, lanzo su micrófono el cual le callo al conejo.

—P-Perdón Springtrap! no te vi— el ocre dejo su pie de nuevo en el suelo para después dedicarle una mirada asesina al responsable de su dolor de píe.

—¡¡Lo que no veras, va a ser el chingadaso que te voy a dar!!— El conejo estaba hecho toda una furia, ese día había sido horrible para el.

En la mañana había despertado con un horrible dolor de cabeza, aun no sabia el por que pero el caso es que lo tenia, después en el desayuno, cierto niño le aventó por "accidente" una pelota mientras el estaba comiendo su cereal. El pobre conejo termino todo manchado de leche y algunas hojuelas del propio cereal.

Después de que fue a cambiarse para quitarse el olor a leche; alguien había roto la mayoría de su ropa por lo cual maldijo al culpable y se puso a coser todo lo que podía; para ser un conejo que paso 30 años encerrado en un habitación se le daba bien coser por lo cual su ropa termino con algunos parches pero no eran casi notorios.

Por la tarde, el conejo tenia planeado irse a la azotea y ponerse a fumar una cajetilla de cigarrillos, la cual siempre guardaba en sus pantalones, y relajarse un poco ,pero esta vez, como se había ido a cambiar olvido sus cigarrillos en el otro pantalón así que se dispuso a regresar a su cuarto. El conejo busco sus pantalones en la ropa sucia y lo único que encontro fue una notita de su novio para el, así que se dispuso a abrirla.

Al terminar de leer la dichosa notita la aventó al basurero realmente enojado. Golden sabia que el fumaba mucho, y eso al oso dorado le enojaba ya que le desagradaba y le entristecía por que la idea de perder a su conejo le dolía mucho  y no quería perder a su conejo, así que aprovechó la oportunidad de poder quitárselos y llevárselos lejos.

El conejo sabia que el no tenia mala intención pero el cigarrillo era lo único que lo podía calmar en estos momentos. El conejo se acerco a un estante de un pequeño escritorio que tenia en su cuarto y saco un cigarrillo eléctrico el cual ya tenia desde hace un buen tiempo, un regalo de navidad por parte de su novio para que empezara a dejar el cigarrillo, lo encendió viendo que tenía la batería completa, "Golden", pensó el conejo, quien mas iba a cargar el cigarrillo con la intensión de que lo dejara algún día, solo el.

Después de fumar un poco se dedico a irse a su cuarto ya que no quería ver a nadie, pero cual fue su sorpresa, al ver que las chicas habían hecho muchos Cupcakes para ver quien hacia los mejores.

Y para su suerte le pidieron/obligaron a ser el juez, los primeros estaban buenos ya que eran los de Chica, a el siempre le gustaron esos, pero lo malo empezó cuando comió los de Toy Chica. El pobre conejo trago el pedazo de pan que quedaba, estaba asqueado, el cupcake ,al parecer, se les había pasado de sal a un grado de que le dieron ganas de vomitar.

Después vinieron los de Mangle y esos fueron peores, ya que la zorra se le ocurrió ponerles salsa picante y chiles ya que decía que sería "Extravagante" ese nuevo tipo de sabor, y el ocre no era muy aficionado al chile por lo cual salir de ese martirio fue todo un reto y un delirio, ya que no lo dejaban irse hasta que se los acabara todos.

Y para acabarla que un micrófono saliera volando de la nada y le callera en el pie. Tal vez se podría comparar el dolor como cuando te pegas el dedo chido del pie con una mesa, eso fue lo que sintió el pobre conejo.

—¡¡Estoy harto!! Todo el puto día me estuvieron chingando!! —Todos los animatronicos que estaban en la sala de fiestas lo miraron entre asustados y apunto de hecharse a correr, por que si no lo hacían habría derrame de sangre y eso no seria nada bonito.

El ocre estaba apunto de explotar, estaba harto, le dolía la cabeza y aparte estaba lleno de ira; de pronto sintió como unos brazos rodearon todo su cuerpo a lo cual en lugar de estar enojado y con ganas de matar a todo el que se le atravesara se quedo totalmente en blanco, sintiendo como esos brazos le daban una paz inmensa y satisfactoria por lo cual cerro sus ojos y recargo su espalda en el pecho de quien lo estaba abrazando. Obviamente sabia quien era.

—..Perdonalos..perdoname..—El dueño de las palabras abrazo con cariño al ocre mientras este mantenía los ojos cerrados — Creo que fue mala idea quitarte tus cigarrillos, pero ya sabes lo que pienso sobre ello. —El ocre solo suspiro resignado, sabia que no se podía enojar con el mayor.

—Callate, Golden..solo..callate y cargame.—El menor bajo sus orejas y puso su manos alrededor de la gran espalda del mayor.

—Vamonos lindo.—El conejo asintió y sintió como el oso lo cargaba en forma nupcial para después llevárselo a su cuarto.

Al parecer no todo en su día fue malo.

[🔃✡️🔃]