Después de los sueños

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Hay sueños despertadores que nos inducen a ser indiferentes con las sábanas en las que nos fundimos cada mañana; hay sueños despiertos y otros que nunca lo harán; hay sueños transitorios que se desvanecen como lágrimas, no los vemos llegar, ni sentimos cuando se van. Existen sueños terminales que sabemos que morirán antes de verlos crecer; sueños a destiempo que se han realizado antes de soñarlos siquiera; sueños fugaces que sólo algunos pueden ver; sueños mortales que morirán sin haber vivido y pueden incluso, arrastrarnos con ellos.

¿Cuánto dura la infelicidad que trae consigo un sueño muerto? 

Al morir un sueño, le lloramos, lo extrañamos, lo buscamos despiertos y dormidos; encontramos culpables, envidiamos los sueños del prójimo como si nosotros no pudiéramos poseerlos también; nos invade la rabia; irónicamente, nos quita el sueño; un sueño muerto nos aleja de todos los sueños vivos, nos deja también sin hambre e ilusiones.

¿Por qué anhelamos con tanto fervor un sueño que se ha ido? ¿Cuánto dura la felicidad que te regala un sueño realizado? 

La mujer de tus sueños se ha convertido ya en la esposa de tus pesadillas. Tu príncipe azul era en realidad un sapo verde. El trabajo de tus sueños maldice a tu despertador cada mañana. 

Cada vez que un sueño muere, nacen en el mundo 1diez más, cada vez que un sueño se realiza nacen en ti diez mil más.

Bien lo dijo Calderón de la Barca “…¡Que toda la vida es un sueño, y los sueños, sueños son!”

Yo por mi parte dejaré de ser un sueño para ser la realidad en la que los convierto.

Desde muy DentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora