Arabella camino por los pasillos del colegio, casi corrió. Acomodó su cabello castaño claro, para verse algo decente. Llegaba tarde al colegio como era habitual.
Al entrar al aula se sentó en la parte de adelante sin que el profesor lo notara.
"Me salve" - pensó mientras se acomodaba en el asiento.
Las llegadas tardes, cada vez eran más frecuentes, ella sabía que podrían suspenderla unos días solo por eso, estaba más que advertida.
Se permitió relajarse unos segundos y después comenzó a tomar apuntes, la clase se tornó aburrida y eterna.
Al terminar la clase y salir del salón, fue a comprar algo de fruta para el desayuno.
Lo peor de todo era que el día estaba oscuro, como si de un momento a otro la lluvia fuera a estallar.
Se sentó junto a sus amigos; Hablaban animadamente sobre algo de poco interés para Arabella, por lo que permaneció callada, aunque también estaba bastante distraída.
Trato de concentrarse en comer su ensalada de frutas. Comió de todo excepto el melón, odiaba el melón.
Entonces Arabella lo vio, no lo había visto nunca durante todo el año escolar.
Estaba leyendo un libro, ajeno a la conversación que parecían tener los que estaban sentados en su misma mesa.
Arabella se agitó un poco en el asiento, sin saber la exacta razón, se sentía verdaderamente atraída hacia el; tenía el cabello un poco desordenado, los ojos al parecer oscuros y tenía un perfil casi perfecto. Llevaba unos Jeans algo desgastados y un suéter azul.
Arabella, lo siguió observando durante mucho tiempo, el no se percataba de que ella lo miraba.
El chico, cogió una manzana roja, le dio unos cuantos mordiscos y siguió con la lectura, pero de un momento a otro, sus ojos se despegaron del libro y miraron fijamente a Arabella, un par de ojos negros y unos verdes se chocaban atraídos.
Ella se sonrojó y bajo la mirada. Comenzó a jugar estúpidamente con el tenedor de la ensalada y trato de concentrarse en lo que sus amigos conversaban.
Durante un buen rato sintió que alguien la miraba, levanto la vista y el chico del suéter azul la seguía contemplando.
La campana sonó, sus ojos no dejaban de intimidarla.
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Arabella { Alex Turner }
RomanceEntonces, era él quien ponía la estabilidad en ella, la firmeza que le faltaba en su vida; aunque también era la causa de su frenesí hacia el descontrol. Alex jamás había conocido alguien como ella, que absorbiera su alma y se inyectará de sus mism...
