TickJums

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Waaa, realmente pasó un siglo desde que actualicé esta historia ¿no? Jaja... Bueno, así tendré menos faltas creo, y espero hacer una mejor redacción. Ahora, la idea no sé si podré mantenerla bien. Voy a intentar seguir con el estilo que era. 

Espero les siga interesando esta historia. Además con lo que ha pasado de tiempo es posible sí llegue a ser capaz de escribir lemmon si lo desean, aunque no mucho ni muy bueno, ya saben es algo a lo que sigo sin acostumbrar a escribir por lo que siempre intento alargarlo escribiendo más los sentimientos y evitando algunas palabras.

Disfruten.

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Oscuridad y una canción conocida. Te diste cuenta que era la alarma la que estaba sonando. Ya debías despertarte. 

Te incorporaste y apagaste tu móvil donde estaba puesta la alarma. Luego te dirigiste a tu armario, pisando algo raro en el proceso. Al instante retrocediste alarmada. 

— *¿Qué era eso?*

Notaste como algo en la oscuridad se movia. 

Luego recordaste todo. La noche anterior al ir a sacar la basura habías conocido a Ookurikara, el cual parecía ser un medio dragón. Después de que ambos os presentaseis le hiciste entrar a tu casa por tu ventana.

Una vez dentro le habías buscado algo de ropa antigua de tu padre para poder darle, pudiendo encontrar una camiseta que le quedase. Luego de eso habíais tenido una corta conversación en la que le pedías no saliera de tu habitación, no querías tus padres se enterasen por lo que tenía que hacer el menor ruido posible. También le dijiste que hablaríais por la mañana y que durmiese ahí si era posible. Al principio no pareció hacerle mucha gracia, pero acabó durmiéndose en el suelo, en una parte en la que si alguien entraba a tu habitación no pudiese verle. 

 Te disculpaste por haberle pisado.

— Está bien...

Se apartó un poco de ahí dejándote coger sin problema tu ropa. 

Aún en la oscuridad podías ver un poco por la poca luz que entraba de la ventana que indicaba amanecería pronto. De esa forma cogiste tu uniforme sin problema y te pusiste a cambiarte ahí mismo. 

— ¡! — desvia la mirada —. Podrías hacer eso en otra parte.

— ¿Hm? La verdad, es algo habituo a hacer en mi habitación. Hacer en otra parte sería algo extraño. De todas formas creí no verías con tan poca iluminación. Yo ya estoy acostumbrada y sé dónde estaba mi ropa, pero realmente no esperaba que fueses capaz de ver. Aunque siendo medio dragón supongo que debe ser cierto. Debería tenerlo en cuenta para las demás cosas. De cualquier forma, dudo sea algo que realmente importe. Añadiendo que ya de por si estas mirando a otro lado, por lo que no tengo de qué preocuparme. 

¿No podías ser un poco más normal? Es cierto lo que decías, pero una contestación de ese tipo no es lo que alguien se esperaría. Hubiera sido más normal un "kya, no mires" o "puedes taparte los ojos, total tampoco tienes mucho que ver".

Una vez acabaste de cambiarte te dirigiste a la cocina. 

Él igual te siguió con algo de sigilo para por si acaso. Es cierto sería raro si tus padres le mirasen. Era consciente no era como los demás y podía asustarles así que era mejor evitar ese problema.

— Prepararé el desayuno y algo para el almuerzo. Si hay algo en concreto que desees puedes decírmelo.

— No hace falta cocines nada para mi.

Te quedaste un momento mirándole antes de continuar cocinando. Harías algo simple. 

Mientras él miraba como era tu casa.