Caleb se levanto de un salto de la cama, hizo su rutina matutina, para después vestir su uniforme, este consistía en un pantalón de tela negro, camisa blanca de botones y una corbata roja; eso vestía todas las mañana.
Bajo de la habitación por las escaleras, sus padres y hermano menor, desayunaban.
-¿Tan temprano, hijo?- dice su papá.
-Darren vendrá a buscarme, el auto se averió.
Cameron, su hermano menor, bufa.
-Seguro, es por ese chico...
Rodo los ojos con una sonrisa.
-¿Qué chico?- preguntó papá con una ceja alzada.
-Nadie, papá, solo un chico de la escuela. De cualquier forma que tiene que ver con el hecho de que el auto se averió.
-¿Te gusta, verdad?- pregunta su mamá, divertida.
-Es obvio que...
-Ya me voy- dice interrumpiendo a Cameron.
No vayan a pensar que su familia siempre fue así, porque hubo un tiempo donde ellos no comprendían que "hicieron mal", pero con el tiempo pudieron comprender que a su hijo solo le gustaban los chicos y no había nada que hacer para evitarlo, así que lo aceptaron. Bueno, su hermanito siempre lo acepto.
Sale de la casa, Darren tarda solo unos cinco minutos en llegar, se subió al auto y fueron de camino a la casa de Susie.
-Amigo, ¿qué tal el fin de semana?- dijo Darren
-Nada importante, y ¿el tuyo?
-Estuvo buena la fiesta de Patrice, me hubiera gustado que fueras -dijo mirándolo por unos segundos y volviendo su mirada después, a la carretera- no pude lidiar con los estúpidos celos de Marisa, por lo menos cuando tú estas, ella no hace ninguna escena.
-¿Por qué se molesto ahora?
-Porque Susie me estaba llamando, maldita sea, no sabe que es nuestra amiga.
-¿Qué paso con ella?
-Chad- dijo para después aparcar en la casa de ella.
La chica rubia salio de su casa, parecía un zombi y traía pijama.
-¿Qué te...?
-Ni una palabra, idiotas- dijo ella, alguien no amaneció de buen humor.
Nadie dijo nada hasta que llegaron a la escuela y bajaron del auto, se dirigieron a la entrada principal.
-¿Sabes que no te dejaran pasar con pijama, verdad?- dijo el pelirrojo.
-Puedes callarte, Darrencito- dijo ella con una sonrisa.
-¿Qué paso en la fiesta?- preguntó Caleb curioso.
-El idiota de Chad me engaño, fui al baño y al volver estaba con Stacey, besandose y manoseandose en el sillón.
Me sorprendí, Susie era realmente hermosa, su cabello rubio dorado, sus ojos azules oscuros, su tez bronceada y su genial personalidad, la hacían una chica preciosa.
-No vale la pena, Sus, él es el idiota que se lo pierde- dijo Caleb con una pequeña sonrisa.
-Lo sé, pero no evita que duela.
-Tranquila, preciosa, todo va estar bien, si él te llega a molestar, solo llamanos- dijo el pelirrojo y Caleb asintió.
-Tranquilos malotes, puedo cuidarme sola.
Entraron, Susie se puso detrás de ellos, para poder entrar sin que la vean.
Corey en cambio no se ha levantado de la cama, la alarma ha sonado muchas veces y él no esta dispuesto a levantarse de su hermosa y cómoda cama.
-LEVANTATE YA COREY- dice su hermana mayor desde el umbral de la puerta.
-NO LO HARÉ.
-LEVANTATE DE LA CAMA COREY, A MENOS QUE QUIERAS SER CASTIGADO POR UNA SEMANA- dijo su madre y eso fue su alarma mental para saltar de la cama.
Se apresuró a buscar su uniforme y ponérselo, acomodo a penas su cabellos, se puso los zapatos y se fue.
Corrió hacia el auto de su madre y se subió, casi lo dejaban a bendición de como se va.-¿CUANTAS VECES TE HE DICHO QUE TE LEVANTES TEMPRANO, COREY?- dijo su madre muy enojada.
-SI, COREY, HASTA NOSOTRAS LLEGAMOS TARDE POR TI.
-PUES TE HUBIERAS IDO ANTES, CAROL.- le dijo a su hermana.
-¡MAMÁ! ¡YA ESCUCHASTE LO QUE DIJO TU HIJO!
-¡ELLA EMPEZÓ MAMÁ!
-CALLENSE, A MENOS QUE QUIERAN QUE LOS DEJE TIRADOS Y A VER COMO LLEGAN- dijo la madre de ambos, enojada.
Los dos callaron, las mañanas eran así o más ruidosas de costumbre. A llegar a la escuela los chicos bajaron, Carol su hermana era de último año y popular, pero el tipo buena onda, su madre les había inculcado muchos valores.
La escuela yacía vacía, corrió hacia su salón pero una mano lo empujo hacia un salón.
-¿Apenas llegas?-dijo Dom, su novio con mala cara.
-S-si, ¿por qué?
-Estuve llamando a tu celular- dijo - ¿por qué no contestabas?
-S-solo me levanté tarde.
-¿Enserio? ¿o de nuevo estas de zorra ofrecida?
El comentario hizo que Corey tragara con fuerza, solo había sido en una ocasión donde un chico lo hablo para saber la hora, un segundo que lo vio Dom y lo malinterpreto, se lo explicó muchas veces, pero eso no significaba que el chico entendería.
-Callate.
-¿o si no qué? Cariño, solo quiero que sepas que yo soy tu prioridad.
-Me voy, tengo que ir a mi clase- dijo tratando de ser valiente, el lo aterrorizaba.
-No, yo soy tu prioridad.
Corey hizo oídos sordos, tratando de salir de aquella habitación. Eso no paso, fue empujado con mucha fuerza, cayo al piso, el aire se salio de sus pulmones, le dolía.
-Entiende que yo soy primero- dijo Dom y salió.
Volví con doble actualización
ESTÁS LEYENDO
El diario de un chico ¿diferente?
RomanceCaleb Hale. Es un chico con una vida normal, o eso cree, hasta que...