Al final del camino

El Laboratorio

La mañana del 13 de abril de 2016, fue muy oscura y desesperante para el grupo de 4A, quien se encontraba a pocas semanas de salir de vacaciones.
Dichos jóvenes tomaban su última práctica de laboratorio la cual utilizaba ácidos como el clorhídrico y otros más.
Justo 20 minutos después de que entraron al aula pasó algo inexplicable, un terremoto que no se había detectado por el sismógrafo, lo cual causó un caos total en la organización de evacuación, además de hacer entrar en pánico a todos y cada uno de los docentes y alumnos.
Para su mala suerte los chicos de 4A quedaron atrapados puesto que la columna que sostenía parte del techo del otro salón cayó exactamente en la puerta de la salida, bloqueándola por completo.
Otro factor raro fue el fallo en la señal de los teléfonos móviles, nadie podía recibir ni hacer llamadas, fueron privados por completo; pero al parecer, nadie salió  lastimado, la única cuestión era que si los químicos en el laboratorio cayeran y se mezclaran, podría crear su triste final. Afortunadamente no pasó.

Todos y cada uno de ellos gritando por auxilio, con sólo un maestro a cargo, la desesperación consumía su energía, estaban pavorizados, sentían su muerte venir.
Misteriosamente el terremoto falló, pero aún seguía el caos en la calle, carros chocando, gente gritando, edificios derrumbándose.
El chico más alto de la clase, Matt, pudo observar cómo todos corrían, desangrándose, por una pequeña ventanilla que daba hacia la calle.

-¡Oh, demonios!, esto es una catástrofe. Exclamó Matt con voz cortante y como si estuviera a punto de llorar por lo que observó.

-¡Tranquilos chicos!, conserven la calma, quiero que se queden en sus mesas, no queremos causar una reacción dañina aquí, ¿O si?. Replicó el maestro Jefferson, también muy preocupado por lo que pasaba.
-Bien, esto es lo que haremos, quiero que la mesa de atrás rompa las ventanillas para que entre más aire, mientras que... Uhm... Christian, Armando, y Lucas me ayudan a resolver el bloqueo de la puerta, ¿Ok?. Los demás necesito que saqueen el botiquín de primeros auxilios, huiremos de aquí, en cuanto tengamos señal, avisan a sus padres su paradero.

Dicho esto, todos se pusieron manos a la obra. El profesor y los 3 jóvenes intentaron romper el concreto con sillas de acero que había justo ahí, pero los intentos eran en vano, hasta que Lucas logró ver un martillo en el locker abierto del laboratorio y junto a los 3, comenzaron de nuevo el intento de escape; para su suerte el concreto con la caída estaba un poco dañado, y fue fácil romperlo.
Empujando los escombros, entre todos lograron salir, pero se toparon con la sorpresa de que todo estaba solo, no había actividad humana, como si todos hubieran desaparecido, se asomaron a la calle y vieron solo, esto era el comienzo de algo espeluznante.