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El tiempo pasó y ahora Valentina podía ver libremente el cuaderno de dibujo de Juliana, todo lo que había en el era ella.

Ella a los dieciséis.

Ella a los diecisiete.

Ella con el cabello recogido.

Ella con el cabello suelto.

Ella entre rosas rojas.

Ella entre rosas amarillas.

Ella azul.

Valentina, Valentina, Valentina.

Juliana la dibujaba todo el tiempo, cuando Valentina creía que ella nunca se fijaría en ella; pero la morena la veía cuando la castaña miraba a otro lado, y la castaña miraba a la morena cuando esta estaba dibujando.

Juliana hablaba de toda la gama de colores que existía.

Y Valentina la escuchaba.

Juliana dibujaba.

Y Valentina observaba.

Y cuando Juliana se acercaba y la besaba.

Valentina le correspondía.

Juliana le enseño a quererse a sí misma, pero en el proceso, Valentina terminó queriendola a ella.

- ¿Por qué azul? - pregunto la castaña un día mientras bebían un chocolate tibio frente a la chimenea.

- Siempre te ví azul - respondió tras darle un trago a su bebida, para luego girarse hacia la castaña - Como el cielo, como el mar...eso eres para mí, azul.

Pero era todo lo contrario.
Cada vez que Juliana la besaba, el cielo suspiraba y cuando ella cerraba los ojos, todo se volvía rosa.

Valentina nunca había querido estar en un lugar, pero luego de conocerla, solo quería estar donde Juliana estuviera.

Valentina nunca había querido estar en un lugar, pero luego de conocerla, solo quería estar donde Juliana estuviera

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La Vie En Rose [JULIANTINA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora