Retorna la lluvia fina a las calles empedradas,
vuelven los noctámbulos
fracasados de todas las guerras,
soñadores de cualquier quimera,
devoradores de letras y cómplices
de los gatos que espían al cobijo
de las arcadas en penumbra.Volveré a explorar las aceras brillantes
persiguiendo los rastros de tu perfume,
saltaré los charcos husmeando
las tenues huellas de tus botas de agua.Te encontraré, más hermosa
con ese aire de cansancio fingido,
bajo el dragón travieso
de la casa modernista.Y me darás un beso de azúcar
en el erial de la noche.