Prologo

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Su vida no tenía sentido, en la secundaria lo había perdido, de alguna manera, todo. Su forma de ser cambio, sus padres se preocuparon, pero eso no le importó, cerro su corazón, se volvió incluso aún más callado.

Pero todo cambio cuando aquel chico entró en su vida, cuando en sus clases siempre estaba él, incluso en los entrenamientos, en los partidos, por más pequeños que fueran.

Takao Kazunari, había entrado en su vida.

Su mundo se vio invadido por completo.

. . .

-¡Shin-chan!- aquel grito le trajo de nuevo a la realidad.

-Takao- suspiro cuando tuvo al sonriente peli negro cerca.

-Vamos a comer- levanto los brazos con alegría su sonrisa se agradó un poco más.

-¿Por qué iría a comer contigo?- pregunto con aquel tono que lo caracterizaba.

-Pues, porque no tienes amigos o demás personas a las que les hables, y siempre comes sólo, con tú actitud tan Tsundere- dijo de manera despreocupada, no importándole que aquello molestase a Midorima.

-Hmp- fue la simple contestación, mientras se acomodada los lentes.

-¿Eso es un sí?- pregunto cómo niño pequeño, incluso sus ojos adquirieron cierto brillo.

-Vamos- Kazunari no se había dado cuenta de a qué hora el peli verde había caminado hasta la puerta, pero poco le importó, sólo corrió hasta darle alcance.

. . .

El entrenamiento había comenzado hace ya quince minutos, y Midorima estaba practicando sus tiros de tres puntos, pero sentía que algo, o alguien, faltaba, y es que Takao se había tenido que ir temprano, y le había dejado sólo.

Aunque Kazunari no formará parte del equipo de basquetbol, este siempre se encontraba en los entrenamientos, observando a Midorima, siempre dándole apoyo.

-Midorima- escucho la voz de uno de los superiores.

-¿Pasó algo?-

-¿Takao no vino el día de hoy?- pregunto curioso Miyagi.

-No- contesto de manera seca y cortante.

-Es raro no verlo pegado a ti, y con sus típicos gritos de Shin-chan!- imito la voz del moreno-Bueno, espero verlo mañana- por alguna razón el más alto frunció el ceño.

Aquel superior regreso a su entrenamiento y dejó sólo al peli verde, Midorima no sabía la razón de su enojo, que preguntara por el chico de ojos grisáceos le provocó un mal sabor.

-¡Buen trabajo!- grito el capitán.

El entrenamiento había terminado, como siempre los demás esperaron que Midorima se quedase a practicar un poco más, pero fue grande su sorpresa al verlo dirigirse a los vestidores con ellos.

-¿No te quedarás a practicar?- pregunto el capitán.

-¿Eh?- no supo que contestar-...- analizo la situación.

Generalmente Takao se quedaba con él hasta que terminase, luego se iban juntos, puesto que vivían cerca. Pero hoy, que el peli negro no estaba, no sintió la necesidad de quedarse más tiempo a solas, ni siquiera para practicar.

-No...- su respuesta fue vaga, como sí no supiera lo que decía.

Salió junto a los demás del equipo, y se fue a su casa, pasos lentos y tranquilos.

-Tal vez lo vaya a ver- pensó en la posibilidad de pasar a casa del peli negro.

Sólo para saber sí había llegado bien a su casa.

. . .

¡Holito!

Y bueno este es mi primer fic -aquí- No es mi primera vez que escribo algo. Pero bueno, espero que esto les guste.

Nos leemos ;3

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