C A R M E N.

3

                                                                                 11:45 pm.

Me recosté en el sillón con los ojos cerrados mientras inhalaba el humo del cigarrillo y bebía de mi copa, hasta que sentí unos cálidos labios posarse sobre mi frente, me asusté y al abrir mis ojos noté que frente de mi estaba Daniel. 

—Pensé que llegarías más tarde. —Lo miré sonriente.

—Pedí la noche libre para volver más temprano y sorprenderte. —Sonrió.

—Pues sí que me sorprendiste. —Sonreí ampliamente. 

—¿Qué tal tu noche? —Me miró a los ojos.

—Todo bien. —Cambié mi sonrisa a una falsa.

—¿Segura?

—Sí, tranquilo.

Se sentó a mi lado y tomó de mis manos.

—La vecina me dijo que un chico estuvo hace poco aquí, ¿ahora sí quieres contarme? 

—Prefiero no hablarlo. —Sonreí y me levanté. —¿Qué te parece si salimos un rato a caminar? 

—¿A esta hora? —Me miró aterrado.

—No seas niña. —Tomé mi abrigo y me dirigí a la puerta. 

—Estás loca, pero está bien. 

Tomé su mano y salí junto a él; estar con Daniel me relajaba demasiado, me sentía bien, podía olvidar cualquier cosa a su lado y me hacía sentir segura sobre cualquier cosa, nunca había sentido algo así y era realmente extraño, ya que ni Vincent me hizo sentir de esta manera en su mejor momento....

—¿Qué piensas? —Interrumpió mis pensamientos. 

—Sobre lo linda que está la noche. —Dije ignorando todo lo que pasaba por mi cabeza.

—Linda como tú. —Se detuvo para mirarme. 

—Me quedé en silencio y lo miré. —No digas tonterías. 

—Sólo digo la verdad. —Susurró. 

—Lo miré sonrojada y me quedé callada.

—Eres preciosa. —Continuó.

—No digas eso. —Susurré.

Se acercó a mi lentamente y tomó mi rostro.

—Lo eres. —Dijo acariciando mi rostro.

—Basta de...

—En este momento quiero besarte. —Me interrumpió.

—Lo miré. —Hazlo entonces... —Susurré.

Se acercó más a mi y unió nuestros labios con un cálido beso.

Sé que es muy pronto para sentir algo así pero de verdad se siente tan bien estar junto a él, lo triste es que nuestra historia acaba aquí, ya que pronto debería volver a la ciudad, al infierno de donde realmente pertenezco...